VOLTEANDO LA TORTA

El espectáculo mediático macabro del coronavirus

Publicado el 25 de marzo, 2020

Por Gonzalo Salazar

Hasta diciembre de 2019 los pueblos del mundo estaban en el proceso de despertar y movilizarse por sus derechos y necesidades; el capitalismo se hundía en otra crisis estructural, ni la estrategia de la guerra  4G (Cuarta generación) ni el chantaje nuclear daban los resultados esperados por el imperialismo Occidental; los capitalismos de Oriente y Occidente se enfrentaban por el dominio de los mercados, las materias primas y posiciones geoestratégicas; la farsa del cambio climático no funcionó; la movilización de la mercancía laboral se complicó –se ahogó en el Mediterráneo- con los neonacionalismos (racismo y xenofobia), la ingeniería social no dio para atomizar y enfrentar a toda la humanidad; la máquina de imprimir dólares se desbocó tanto como la deuda, mientras la falacia criptomonedera se esconde detrás de la corrupción y los negocios offshore (paraísos fiscales), mientras las bolsas dejaban a los viejos sin futuro y la depresión gringa se mundializaba; hasta que apareció el genio de la lámpara capitalista con su varita biotecnológica cumpliendo el deseo de los amos del mundo: conminar al ganado humano en el panóptico global, en celdas individuales, para poder realizar los cambios que el sistema mundo capitalista necesita para continuar existiendo con otras máscaras.

 En esta debacle, a la que nos lanza el capital biotecnológico financiero-farmacéutico dejará muchas bajas, unos muertos y otros deshabilitados, entre los primeros están los adultos mayores y los lesionados por otras pandemias y patologías, metidos en el mismo saco del covid-19, los deshabilitados son los millones de pobres y miserables que quedarán en la calle desocupados, en los manicomios, en las cárceles, los quebrados (PIMES) o más endeudados, los que se rebuscan el día a día en las calles. En estos momentos los gobiernos prometen todo tipo de ayudas: reducción de impuestos, de tarifas, pagos de arriendo, mercados, cuando la mayoría de gobiernos han privatizado la salud, la educación, los servicios públicos básicos, las carreteras, hasta la cultura y la política, además de la deuda externa pública y privada, que en la mayoría de países supera su PIB (la deuda mundial supera más de tres veces el PIB mundial). Por otro lado, los Estados continúan rescatando al sector bancario-financiero y a las grandes empresas (quitándoles a los municipios y a las regiones sus presupuestos para destinados a las problemáticas sociales como es el caso de Colombia).

 Entre los economistas hay una disyuntiva: apoyan el patrón oro, o acaban con el dinero fiat, o sea, salvan la financiarización de la vida, o continúan con los genocidios y la eugenesia para pasar al capitalismo transhumanista, cosa fácil con la mundialización del miedo, que permita imponer la dictadura fascista local-global, aceitada con la desinformación mediática-monotemática. Y lo lograron paralizando y callando al mundo. El Banco Mundial, el FMI, el BID, el BCE, las grandes corporaciones financieras, de un momento a otro aparecieron con billones de dólares para prestar a todos los países “enfermos” –excepto Venezuela- Por arte de magia desaparecieron los conflictos, los terrorismos, los 30.000 niños muertos diariamente por hambres y enfermedades de fácil curación, los miles de muertes diarias por dengue, los cientos de miles de muertos anuales por enfermedades respiratorias diferentes al covid-19. Los conflictos en Yemen, Irán, Siria, Sudán, el Congo, Venezuela, las migraciones, la expropiación de los recursos naturales y energéticos a los pueblos del sur dejaron de existir.

 El espectáculo mediático macabro del coronavirus les sirve a las élites para mostrarse, sea como “infectados” o como filántropos; por todos los medios aparecen estrellas de cine y del deporte, celebridades y directivos estatales y empresariales, felices ostentando su “fortaleza” física y mental para afrontar la “enfermedad”, dando consejos y opinando sobre las cantidades de muertos e infectados. La falsimedia difunde hasta la saturación desinformación y mensajes contradictorios, mientras la solidaridad internacional brilla por su ausencia en Occidente, a excepción de Cuba y Venezuela, que han mandado personal especializado, medicamentos y equipos, junto a Rusia y China, a las egoístas y colonialistas “potencias” europeas que aplican las sanciones comerciales ordenadas por Washington contra esos países que ejercen principios humanitarios.

 ¿Qué tal si los millones de zombies hambrientos y ciegos, hoy conminados y controlados desde la oscuridad de las cavernas (bunkers) de los financieristas, eugenésicos y colonialistas, nos quitamos las mascarillas de ovejas, nos organizamos, nos miramos a los ojos, nos abrazamos y salimos a destruir todas las fronteras, a detener a esos sicósociopatas, -gobernantes y plutócratas nacionales y transnacionales- tomándoles la fría temperatura de sus cerebros y corazones, encerrándolos –en anexos siquiátricos- por el resto de sus días para despojarlos de los virus de la avaricia, la atrocidad y la indiferencia, de su morbosa tranquilidad y ufanía?

¿Qué tal si recogiendo nuestra dignidad, les cobramos los miles de millones de niños y niñas abusados, bombardeados, asesinados con los virus del hambre y la pobreza, inutilizados por su sistema mediático-educativo, por no decir de los millones de trabajadores/as esclavizados, de la juventud rebelde torturada y asesinada por reclamar justicia y respeto?

¿qué tal si les tapamos sus bocas que nos idiotizan y nos expresamos con nuestras propias voces?

 ¿Qué tal si de una vez les cobramos la gigantesca deuda por sus riquezas materiales y culturales, obtenidas fraudulenta y violentamente en más de 500 años, y distribuimos toda la riqueza del mundo equitativamente –incluyendo medios de producción, productos y los mal llamados servicios-?

 ¿Y si de una, vuelve cada pueblo a producir sus propios alimentos sanos, -devolviéndoles sus tierras a los campesinos empobrecidos y desplazados, si desarrollamos nuestras medicinas y tecnologías, utilizando todo el acumulado científico-tecnológico expropiado a la mayoría de la humanidad?

 ¿Qué tal si nos autogobernamos a partir de hoy, partiendo del hogar la asamblea y la comunidad local, creando y administrando nuestras propias economías y justicia?

 ¿Qué tal si hombres y mujeres del pueblo nos confraternizamos y amamos en igualdad y solidaridad dirigiendo nuestras miradas y nuestros pasos hacia la destrucción de nuestros verdaderos y únicos enemigos: el miedo, la ignorancia, el conformismo y las pobrezas, que los sistemas de clases, castas, razas y patriarcales nos han impuesto, entre ellos el capitalismo?

 No nos preguntemos qué estarán pensando y haciendo las élites capitalistas, globalizadoras, fascistas y nazis, solo miremos y sintamos en este encierro pánico-pandémico lo que somos y dónde estamos; qué nos falta, qué nos incomoda, qué no nos deja ser, qué debemos y podemos hacer por el presente y el futuro feliz de la humanidad, porque esta situación parece un ensayo más de manipulación que ejercen los poderosos sobre nuestras mentes y cuerpos. Muchos dicen que después de hoy el mundo será otro, lo que necesitamos definir es si será de todo todas y para todo todas con justicia y dignidad, empezando por nuestra propia casa y país.

 Marzo 25 de 2020

Una respuesta a “VOLTEANDO LA TORTA

  1. Muchas gracias por su comentario. Como es tan corto su comentario y quizas no tiene una sustentación sólida, lo invitamos a enviar una replica al artículo u otro artículo en la misma dirección lo puede hacer.

    Atentamente,
    «Cuadernos de Reencuentro»

    Me gusta

Replica a CUADERNOS DE REENCUENTRO, cuadernos, reencuentro Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.