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Los Movimientos Sociales Populares

Por Gonzalo Salazar

Carne, hueso, pensamiento y acción de la emancipación.

La Cooperación Internacional es el nuevo nombre que el neoliberalismo o neocolonialismo utiliza para promover el “desarrollo” de los países empobrecidos de la periferia; está dirigida a borrar del imaginario social los conceptos de imperialismo y dependencia, de la misma manera que quiere desplazar el concepto de conflicto por colaboración, armonía, convivencia, que hacen parte de lo que hoy los agentes del poder llaman Sociedad Civil. Esta sociedad es la que hace posible la intervención de las corporaciones la deuda externa y la imposición de las terapias de choque a los países dependientes en la periferia (TLC, reformas estructurales y macrofiscales) y consecuentemente, la acumulación por expropiación. Pretenden demostrar que el supuesto Estado-nación lo componen dos partes: la sociedad civil y el Estado, entre las cuales no puede haber contradicciones, que la desigualdad no genera enfrentamientos entre sectores de la sociedad, que los problemas se solucionan con la colaboración entre clases opuestas, con la aceptación y participación en las políticas y programas que el Estado desarrolla.

El eurocéntrico concepto de sociedad civil se utiliza para neutralizar y cooptar a la clase media urbana y a las directivas de las organizaciones gremiales, a algunos dirigentes revolucionarios y de la izquierda. La sociedad civil la han entendido sus defensores como los sectores sociales que participan corporativamente de las políticas y diálogos que desde el estado y la institucionalidad internacional se dirigen a la sociedad. Pero su objetivo es desarticular y dispersar los movimientos populares y negar la existencia de las comunidades territoriales. Estos conceptos los utiliza el capitalismo para disfrazar sus intereses y políticas colonialistas imperialistas.

El Estado capitalista siempre ha tratado de manipular y dispersar los movimientos populares creando todo tipo de organizaciones paralelas a las dinámicas e intereses de las comunidades en todos los sectores populares, no solo cooptando dirigentes y organizaciones, sino, integrándolos en entes de diálogo y conciliación como representantes de la comunidad, junto a representantes de las empresas privadas, ONG y de las instituciones del Estado, cambiando los términos para llamar a los sectores populares, ahora actores sociales; queriendo involucrar a los beligerantes en la institucionalidad, utilizando  para ello a dirigentes renegados de la izquierda para que convenzan a los rebeldes de las bondades del Estado y del modelo económico, de colaborar con éste, de lo “inútil” de la crítica y de la lucha directa; contando para esto con la ayuda de la socialdemocracia y sus ONG, que desde los 70 se incrustó en los movimientos populares, -haciendo paralelismo- en los movimientos populares, en algunas organizaciones de izquierda y en el movimiento sindical del país.

Lo que busca el Estado colombiano con sus políticas sociales y sus instituciones –ayudado por el capital privado y sus medios de propaganda y desinformación-  es negar el conflicto social y el carácter colonial de su poder,que se ejerce con el racismo, el sexismo, la desigualdad, el autoritarismo y la lucha de clases, nunca brindar reales soluciones a las problemáticas sociales; por esto en los diálogos y negociaciones de paz nunca se ha hablado del conflicto social ni de las causas estructurales de la desigualdad y la violencia. Su principal estrategia es dividir a los sectores y movimientos populares creando falsas contradicciones, enfrentando facciones, promoviendo la “radicalización” de posiciones al interior de las organizaciones políticas y sociales, en las comunidades, incluso en los hogares.

Las ONG, han ingresado al campo popular asumiendo su representación política frente al Estado, pero este también las utiliza para llevar sus políticas, sus programas y proyectos que puedan neutralizar, desviar o desmontar la acción combativa de los sectores populares, como lo hace con las Juntas de Acción Comunal y los consejos sectoriales municipales y departamentales manipulados por los politiqueros. El Estado a través de las organizaciones y movimientos sociales dependientes, con el trabajo de ONG, trata de solucionar algunas necesidades “inmediatas”, locales y parciales –definidas por sus agentes- sin atacar las causas originarias de los problemas relacionados con las estructuras de la sociedad y del Estado, priorizando los sectores más inconformes, pero también a los más pobres les ofrecen dulces placebos; en esto consisten las políticas asistencialistas y el populismo o paternalismo estatal; lo hemos visto con la Red de Solidaridad Social, Jóvenes en Acción, Familias en Acción, la Red Unidos, la “ayuda a los ancianos” o Colombia Mayor, el plan de las 100.000, viviendas para desempleados, las becas de “ser pilo paga” además de los programas del ICBF, que más que solucionar problemas de educación, de desnutrición infantil y pobreza, generan disposición a la mendicidad, conformismo, pasividad, clientelismo y en muchos casos escepticismo y rechazo; situación en la que los supuestos beneficiarios no adquieren los beneficios ofrecidos, mientras muchosde ellos continúan desempleados,mueren por enfermedades curables, por inanición o son víctimas de tragedias “naturales” yde genocidas -que lo son también los políticos y administradores corruptos que se roban todos los recursos-, haciendo que estos paliativos no funcionen, incluso lo intentan con el plan de restitución de tierras, con la sustitución de cultivos ilícitos de los acuerdos con las Farc, con la “ayuda” a los migrantes venezolanos. Igualmente lo hace con otras problemáticas como la generación de ingresos o el empleo, con programas de capacitación, microcréditos “gota a gota” del sector financiero, que arruina a las familias produciendo desesperación (práctica que en otros países ha generado muchos suicidios) o con la creación de microempresas y fami-empresas, que son pan para un solo día. Estas políticas tienden a desestructurar y aaislar los Movimientos Sociales Populares de sus respectivos sectores

Las políticas sociales del modelo Neoliberal-neocolonialista son parte del plan contrainsurgente a nivel global. El capital financiero transnacional a través de la llamada Cooperación Internacional, promueve y financia la organización de movimientos sociales en el sur global que en la mayoría pasan a ser esclavos de sus empresas, deudores de sus bancos y siervos del Estado. Políticas diseñadas y dirigidas por el Banco Mundial, la ONU, ONG, aplicadas por los Estados cipayos especialmente en  sectores vulnerables, victimizados y conflictivos de la sociedad –mujeres, jóvenes, indígenas, campesinos, negros, pobres de los barrios populares, trabajadores del arte y la cultura, ecologistas, LGTBI, desplazados, migrantes, Etc.- con el trabajo de personal técnico, de profesionales de las ciencias sociales y humanidades serviles, y funcionarios del Estado,apoyados y financiados por agencias  internacionales como la USAID, y personajes como el banquero George Soros y su ONG “Open Society”.

Las organizaciones sociales, las ONG y los movimientos sociales influenciados por la ONU yel BM, han venido reemplazando a las organizaciones populares y políticas de izquierda en la orientación y en la movilización de algunos sectores populares, lo que se ha denominado laoenegeización de las organizaciones populares. Aunque siempre han existido movimientos sociales, y los movimientos populares disidentes del establecimiento también son sociales y similares en su organización y metodología, estos tienen particularidades en su autonomía y en sus objetivos, que no solo los hace diferentes, sino que con la constitución de sus subjetividades se convierten en transformadores de su propia realidad. Escuchemos a Raúl Zibechi, quien nos amplía el concepto de movimiento social:

¿Qué es entonces movimiento social? ¿Tiene sentido seguir utilizando este concepto? Hemos visto que el movimiento no se distingue de la organización social ni por las formas de organización, ni por las demandas que enarbola, ni por los modos de trabajo (ya que todos utilizan la educación popular), ni por la capacidad de ocupar las calles para protestar (aunque las organizaciones cada vez lo hacen menos). El punto clave es su relación con la gubernamentalidad: si el movimiento tiene objetivos propios o si sus objetivos los demarca el Estado, el mercado o cualquier instancia externa.[1]

Los Movimientos Populares que buscan la transformación de la sociedad no pueden convertirse en Movimientos Sociales “apolíticos”, manipulables por ONG, por la empresa privada, por partidos políticos o por el Estado, pues si bien parte de sus funciones -en el capitalismo- es exigir a éste el cumplimiento de sus responsabilidades constitucionales, solucionando necesidades y garantizando el bienestar de la comunidad, no quiere decir que éste sea su fin. Su objetivo en el proceso emancipatorio debe ser constituir y desarrollar democrática y colectivamente propuestas políticas y alternativas en el conjunto de los sectores populares, desde sus localidades y regiones, articulados a un gran Movimiento popular-cultural transformador, -que en algún momento pueda convocar a una consulta o Asamblea Popular- dirigido a la transformación política, económica, cultural y social de la sociedad hacia el bien vivir, por fuera de la institucionalidad del actual Estado. Hasta hoy dirigencias partidistas de la derecha y de la izquierda institucionalizada han utilizado las necesidades de los sectores populares y comunidades para armar sus programas, impulsar sus campañas electorales y nutrir sus caudales electorales, abanderándose de los objetivos de los movimientos sociales populares, intentando eclipsarlos y someterlos a su subordinación; dichos politiqueros no promueven ni la independencia ni la autonomía de esos movimientos, no escuchan sus reclamos ni sus propuestas, no respetan ni obedecen sus mandatos cuando se expresan y/o movilizan.

En anteriores capítulos hemos visto a grandes rasgos la mayoría de los sectores populares presentes en la sociedad colombiana, que de alguna manera toman forma orgánica territorial y nacional, pero no todos actúan como movimientos integrados, con una conducción unificada, con principios y objetivos consensuados entre sus integrantes. Los indígenas, los campesinos, los trabajadores y los estudiantes en sus luchas sectoriales, actúan como movimientos sociales populares, siendo visualizados por la sociedad, generalmente en conflicto o en diálogo con el Estado, cuando han sido ignorados, agredidos en sus intereses, derechos e identidades, por las leyes o por las instituciones, como lo son los movimientos plurales sociopolíticos que se forman en las localidades y regiones, incluso a nivel nacional luchando por problemáticas comunes o por políticas que mejoren las condiciones económicas y sociales de sus comunidades. Entre los que más similitudes tienen como movimientos, además de los mencionados, son los ecologistas, los y las feministas y los artistas e intelectuales reunidos en organizaciones y tendencias o corrientes.

Todos los Movimientos Sociales Populares tienen sus expresiones organizativas,políticas, culturales, comunicativas, con capacidades para convocar, movilizar y liderar procesos; no se enmarcan dentro de una estructura de partido, muchas veces adoptan posiciones antisistémicas, construyen imaginarios, crean nuevos conceptos e identifican nuevos paradigmas; aunque a su interior haya diversas tendencias, logran generar corrientes identitarias y discursos coherentes con sus intereses y visiones.Parece quelos grupos y partidos políticos de izquierda (institucionalizados o no) que se autodenominan movimiento, aún no logran consolidar un movimientoanticapitalista –antipatriarcal- de unidad popular, por lo que los consideramos en su conjunto, como movimientopolíticopopular, que seexpresa en diversas organizaciones, tendencias políticas e ideológicas. Sin embargo, la izquierda y la academia algunas veces confunden el ser de las comunidades y sectores populares con los movimientos sociales, por lo que pensamos, deberíamos hablar de Movimientos Sociales Populares como Sujetos Autónomos que reúnen sectores y/o comunidades –territoriales y nacionales con objetivos específicos, que en el proceso emancipatorioson Sujetos activos del gran Movimiento Popular-Cultural Transformador.

Febrero 4 de 2019

[1]América Latina: Contrainsurgencia y pobreza – Raúl Zibechi Ediciones desde abajo – Biblioteca Pensadores Latinoamericanos – Bogotá junio de 2010.