A la conocida “teoría del dominó” se sumó en estos días un fenómeno similar que bien puede designarse Efecto Snowden, por las consecuencias que en el plano diplomático, político y social del planeta desató el personaje que lleva ese nombre.
Y es que la acción de Edward Snowden, el ex agente de la CIA que puso al descubierto la red de espionaje cibernético telefónico y postal que adelanta el gobierno de EEUU contra su pueblo y el resto del mundo, derribó como piezas de dominó esa conspiración y amenaza además con destruir el resto de su proyecto de conquista planetaria.
Y la primera de las piezas derribadas fue otra revelación hecha por dos sudamericanos, el boliviano Álvaro García Linera y el venezolano Alí Rodríguez Araque, quienes dieron a conocer que el proceso colonizador iniciado hace 521 años desde Europa en dirección a América se revirtió en décadas recientes con la colonización del viejo continente por parte de EEUU.
El vicepresidente de Bolivia y el secretario general de UNASUR hicieron la afirmación tomando como referencia, la acción de los gobiernos de Francia, Portugal, España e Italia, de prohibir el sobrevuelo por sus espacios aéreos, lo mismo que aterrizaje previamente autorizados, del avión en que iba el presidente boliviano Evo Morales.
Habían sido informados por la CIA, de que a bordo se encontraba el ex agente, sobre quien EEUU y sus secuaces han desatado una verdadera cacería humana, y en consecuencia, una vez que se les ordenó hacerlo, procedieron a impedir el paso del avión boliviano.
Estaban conscientes de que cometían una violación de expresos convenios que rigen las relaciones diplomáticas y aeronáuticas internacionales, sin tomar en cuenta las consecuencias que su decisión acarrearía, traducidas en el repudio y rechazo, no solo de Bolivia, sino también por el resto de la Patria Grande y la mayoría de gobiernos, organizaciones y personalidades del mundo.
Y las primeras respuestas a tan diabólica como cobarde acción, comenzaron a verse a las pocas horas, con las simultáneas declaraciones de los dos revolucionarios, quienes sacaron a la luz pública lo que tantos años permaneció oculto.
García Linares, dijo que “Siempre se decía que América Latina es un país bananero, un país de colonias, Hoy los países bananeros no están en América, América Latina se ha independizado…Hoy los países colonizados están en Europa. El colonizador europeo ahora se ha convertido en colonizado”, expresó.
Rodríguez Araque por su parte, tras expresar su rechazo y repudio a la decisión de las 4 naciones, señaló que “es un clamor universal la condena de esta práctica prepotente dºe países europeos que, irónicamente, de grandes potencias, se han convertido ahora en colonias del gran imperio.”
Lo dicho por el boliviano y el venezolano, no es una apreciación ligera y caprichosa, sino la conclusión de dos políticos y sociólogos estudiosos de los fenómenos político-económico y sociales que se producen en el mundo y los cambios que en su desarrollo se han registrado en los últimos tiempos, cón énfasis en los producidos a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Fue ese lapso, el señalado por García Linera y Rodríguez Araque, como origen del proceso que llevó a Europa a convertirse, de continente colonizador a continente colonizado, cuando, tras finalizada la Segunda guerra mundial EEUU, desplazó a los imperios del viejo continente para constituirse en el único del mundo actual y el más grande de la historia.
De allí la importancia del aporte que han hecho ambos líderes a la historia, disciplina encargada de narrar los acontecimientos pasados que son dignos de memoria, y que a decir de Jean Cocteau “es una combinación de realidad y mentiras”, lo cual sin duda alguna, es una gran verdad.
Y es que la historia, desde la “época de los descubrimientos”, eufemismo con que se designó a esos actos salvajes de conquista desatados a fines del siglo XV por los imperios europeos de entonces, seguidos del no menos brutal proceso colonizador generado a lo largo de las poco más de las 3 centurias siguientes, debe ser reescrita.
Una misión impostergable, en defensa de la verdad, como la que han dicho esos dos revolucionarios, y para evitar que se ocultando la tragedia que significaron para los pueblos del Tercer mundo esos brutales sistemas de dominación y sojuzgamiento.
De allí el valor de lo expresado por García Linera y Rodríguez Araque, que además de destapar la olla podrida en la que Francia, España, Portugal e Italia “cocinaron” el cerco impuesto al avión de Evo, contribuyen en gran medida a corregir un error histórico.
Lo hicieron apenas conocieron del cobarde atentado perpetrado contra el mandatario boliviano, por los gobiernos de esos países, que obedeciendo órdenes emanadas desde Washington, pusieron en riesgo la vida del presidente Morales y de su comitiva.
El gobierno de París fue el primero en hacerlo al suspender el permiso previamente otorgado tras cumplir con toda la normativa diplomática y aeronáutica correspondiente, precisamente cuando el aparato se disponía a ingresar al espacio aéreo francés.
No se le informó antes del despegue del jet desde el aeropuerto de Moscú, como habría sido lo lógico en caso de haber alguna irregularidad en alguna de esas regulaciones, lo cual evidencia lo canallesco de la medida que afectaba la integridad física de los ocupantes del avión, que tras un vuelo de casi diez horas, requería urgentemente ser reabasto ecido de combustible.
Solo la decisión del gobierno austriaco que en un acto de solidaridad humana, cumpliendo con los convenios internacionales diplomáticos y la normativas aeronáuticas, autorizó el aterrizaje de la aeronave presidencial en Viena, evitando así lo que pudo haber sido un magnicidio, una tragedia de impredecibles consecuencias,
Austria hizo lo que no hicieron Francia, España, Portugal e Italia, gobiernos que cumplían el mandato de su amo, que convirtió a esas naciones en colonias y a sus gobernantes en cómplices, vasallos obedientes del proyecto hegemónico con el que sueña el imperio surgido en América para adueñarse del planeta.
No fue ningún país de la América Latina y Caribeña, cuyos ejércitos jamás salieron de sus fronteras para colonizar pueblos, sino para rescatarlos de la servidumbre y la dominación que sobre ellos ejercían imperios y regímenes que se creyeron invencibles, hasta que finalmente fueron vencidos por ejércitos libertadores.
Como lo hizo el “Ejército venezolano, Forjador de Libertades” en el siglo XIX que liberó a Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y el ejército cubano que le dio la libertad a Angola y Namibia y aceleró la liberación de Sudáfrica de las garras del racista régimen del Apartheid.
Hoy ya nadie niega que fue EEUU, el imperio yanqui, con su poderoso ejército de banqueros y gobernantes, marionetas del lobby sionista que opera en Washington el que convirtió en su colonia a Europa.
El que le impuso el Capitalismo salvaje y su modelo neoliberal y le aplicó a través del FMI y el Banco Mundial, sus agentes financieros, las fracasadas recetas que han llevado a Europa al caos del que buscan salvarse buscando firmar acuerdos convenios comerciales con la América Latina y Caribeña, el continente de la esperanza, el que ellos traicionaron atentando contra la vida de Evo Morales.
El que los arrastró a participar como miembros de la belicista OTAN, creada por EEUU para la conquista, como lo hizo en Los Balcanes, en Libia y en Irak. O en Afganistán, “Cementerio de Imperios” donde han caído y siguen cayendo miles de soldados europeos enviados por sus gobernantes a morir sin honor ni gloria.
Las mismas naciones que hace cinco siglos comenzaron a conquistar pueblos y que paradójicamente, hasta época reciente eran también imperios, dueños exclusivos de colonias en todo el planeta, a cuyos pueblos sojuzgaban, mientras simultáneamente saqueaban sus riquezas.
Pero gracias a la revelación hecha por García Linera y Rodríguez Araque, para asombro del mundo y vergüenza de sus pueblos, hoy se sabe lo que desde hace tiempo se sospechaba: que Francia, España, Portugal e Italia son colonias de EEUU, ocultas bajo la fachada de naciones libres y soberanas.
Llama la atención el hecho, de que la revelación sobre la existencia de esas colonias, no la lo hizo ninguno de esos historiadores trasnochados y de miope visión colonialista, quienes todavía llaman héroes a esos genocidas que desde hace medio milenio y a lo largo de varias centurias masacraron a los pueblos del Abya Yala hasta llevarlo al borde del exterminio.
Los que espada en mano, en nombre de dos reyes, y en la otra la Cruz, símbolo de una religión ajena, a sangre y fuego derribaron sus dioses, arrasaron sus culturas y creencias milenarias, quemaron sus códices, cambiaron sus calendarios, y les forzaron a olvidar sus propias lenguas obligándoles a hablar idiomas extraños.
Los que le robaron a esos pueblos sus tesoros con los que convirtieron en ricos y poderosos imperios a sus países donde antes reinaba la miseria, el hambre, la ignorancia y plagas que traían, con las que contagiaron y fueron causa de la muerte de millones de los hijos de los pueblos que conquistaron.
Pero esos cronistas de miope visión, exaltaron los crímenes de esos verdugos, convirtiéndolos en héroes en cuyo honor se levantaron, estatuas, plazas, y con sus nombres se bautizaron calles y monedas que todavía algunos pueblos honran y usan sin saber que son símbolo y recuerdo de una era, la más oprobiosa de la historia humana.
Porque están acostumbrados a ver la historia desde la óptica de la conquista, del saqueo, del sojuzgamiento y de la guerra con su carga de violencia, destrucción y muerte, seculares estandartes del colonialismo al que ellos siempre le han rendido pleitesía.
No sabían que llegaría el día que toda esa mentira que levantaron, se caería y como han caído todos los imperios que han existido, como inexorablemente caerá más temprano que tarde el yanqui, un imperio en agonía.
Y y ese día llegó cuando dos revolucionarios y ex guerrilleros de esa legión de héroes y mártires que levantaron esa montaña de dignidad y soberanía más alta que las cimas de Los Andes y más grande que las selvas donde miles de ellos combatieron y murieron, denunciaron ante el mundo que Europa, por culpa de sus gobernantes, no es más que una colonia del Imperio.
FIN/AVN/DEBATE/HMC
Hernán Mena Cifuentes 08/07/2013 09:39
TOMADO DE http://www.avn.info.ve/node/181154
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