JulioCésar – Cuadernos de Reencuentro
En 1984 el presidente de entonces, Belisario Betancur, inicio un Proceso de «Diálogo y Negociación» con la insurgencia colombiana, específicamente y para ese momento, con las FARC. Este intento tuvo la importancia de elaborar una propuesta reformista desde el seno de un sector del régimen colombiano que permitiera desbloquear la sociedad despues de un periodo de 16 años del Frente Nacional y 8 años más de gobiernos que fueron continuistas con lo que fue todo el contenido de dicha alianza de los partidos de las clases dominantes del país suramericano.
La situación del país era distinta: la represión permanente contra los luchadores y representantes populares era abierta y sanguinaria y la masa de inconformes de conciencia y la masa de pobladores en condiciones de vida indigna iba en aumento.
Dicho intento más que apuntar a una solución de los problemas màs sentidos de la población colombiana, enfilaba el garrote para desactivar la insurgencia colombiana, fuerte para ese entonces.
En la década de los 90 del siglo XX, la burguesía colombiana cerraría con una gran victoria estratégica e ideológica todo su esfuerzo desmovilizador «comenzado» en 1984. Por errores cometidos no pudieron tener en el festín a las FARC, pero desactivaron un bloque importante de la insurgencia colombiana (PRT, M19, Quintin Lame, PCC-ml, EPL).
De esa acción contundente e inteligente de la burguesía colombiana quedaron 2 cuentas por cobrar: FARC y ELN.
Hoy, año 2013, se negocia en la Habana la paz con las FARC, y en la sombra se realizan encuentros y unas primeras negociaciones con el ELN.
Debido a una estrategia finamente diseñada por la burguesía colombiana y el imperio norteamericano, las FARC se encuentran negociando en condición de derrota: ellas cayeron «ingenuamente» en la trampa y en estos años cuando se dedicaban a las vacunas indiscriminadas, las pescas, los asesinatos indiscriminados, la utilización de formas de lucha que agredían al pueblo… mientras todo esto ocurría la burguesía internacional estaba en sus balcones esperando el mejor momento.
Hoy es un momento ideal de negociación, la insurgencia de estas 2 organizaciones representan poco pueblo y jurídicamente patentan la legitimidad que hoy la burguesía les quiera otorgar. Lo más doloroso es que para el grueso de la población colombiana esto poco representa, no sienten que sea un golpe y existen sectores populares que lo observan con alivio y descanso. Para las organizaciones de la izquierda revolucionaria cuyos escenarios no son en este momento las armas, se respira un descanso, porque han sido muchos años cargando con los errores de actores armados que no los representan y en el que la burguesía indilga a la izquierda en general los errores de estos actores.
Es satisfactorio desde esta perspectiva que estos diálogos den sus resultados, es la negociación con una fuerza armada que contiene poco pueblo, como poco pueblo fue representado en los anteriores diálogos. Se tendrà que construir una izquierda que defienda los intereses del pueblo y no apunte nunca contra este, una izquierda que responda al momento polìtico actual y que luche contra los oportunismos ideólogicos y políticos que siempre pululan por estos lares, comprometida con los intereses del pueblo y aferrada a principios democráticos y siempre proclives al pueblo.
CR – JulioCésar
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