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Una gran hazaña de los capitalistas colombianos

Por: Ricardo Robledo

Luego de una reunión de Fedesarrollo en octubre, uno de los directivos asistentes, dijo a los medios: “tenemos dos frutas jugosas que debemos comer”, hacía referencia a que una de ellas era el trabajo de los jóvenes, a quienes, en el primer año de trabajo, se les podría pagar el 75% de un salario mínimo, puesto que están en proceso de aprendizaje.

¡Qué gran descubrimiento!¡Qué gran hazaña! Alcanzaron ese gran logro filosófico de encontrase así mismos. Después de intenso debate a las propuestas del gobierno, vieron que sobre explotando la fuerza de trabajo, se incrementa la ganancia para el capitalista. No se sabe si su astucia les da para profundizar y considerar que, si se les paga el 50% o el 25%, sería mucho mejor el rendimiento financiero.

Cuánta falta de solidaridad y responsabilidad social en el país más inequitativo de la región. Una cosa cierta es que todo trabajo no es individual y tiene un carácter social, por que la persona que accede a él, no llega con la mente en blanco, sino con unos conocimientos adquiridos en un largo proceso de formación desde la escuela primaria, hasta la Universidad, con una inversión familiar en dinero, no pocas veces con sacrificio. Inclusive, alguien que no haya pasado por la academia, posee una formación que recoge el aporte cultural de la humanidad. Entonces, ya cuentan con una experiencia de vida; si es que se refieren a contratar a seres humanos.

El gobierno viene insistiendo en atacar los ingresos de los trabajadores, desde considerar que “el salario mínimo en Colombia es ridículamente alto” (eso lo dice un ministro que debe ganar más de 30 millones al mes), hasta proponer el pago por horas y por días; quieren dejar los salarios al vaivén de la oferta y la demanda y que no se rija por una legislación laboral justa, alcanzada con décadas de lucha a muerte.

Es de recordar que la jornada de trabajo de 8 horas, está vigente desde el Siglo XIX y se mantiene a pesar del majestuoso avance tecnológico que se ha vivido desde entonces; esto quiere decir que el costo productivo del salario se alcanza con menos horas al día, porque la cantidad de mercancías se ha multiplicado en los procesos productivos y así, la plusvalía crece. Otra cosa es que una paradoja del capitalismo, está en que mientras mayor número se produce por horas, cada producto tiene menos rentabilidad, porque baja el tiempo socialmente necesario, dado que todos los productores logran lo mismo con el desarrollo tecnológico. O sea, que el capitalista parte con una cuchara grande, que se vuelve pequeña al meterla al mercado; por tanto, cada vez tiene que vender más y más. Si la rentabilidad cae al agotarse los mercados, esto no tiene por qué pagarlo el trabajador, ya que es una expresión de la crisis propia del sistema capitalista. Tamaño despropósito pretender lo contrario.

Mucho más que un regaño

Por: Ricardo Robledo

La lamentable muerte del miembro de las Farc, Dimar Torres ha permitido aclarar muchas cosas en la sociedad colombiana. Por las circunstancias tan repudiables, como todo homicidio, pero que se hacen mayores por la saña, sevicia, cobardía y manifestación de odio acumulado.

Muy rescatable lo expresado al país por la Comisión de paz del Congreso. Muy humana, responsable y valiente la posición del general Villegas como comandante de la tropa involucrada en el cruel asesinato; actitud gallarda, inaceptable en un ejército que quiere seguir funcionando como enemigo del pueblo colombiano.

No puede ser que las luchas de un pueblo por su soberanía, sigan entendiéndose como “el enemigo interno”.

No se sabe si el delito involucró violación. Pero dejan muchas dudas los antecedentes como el asesinato de cuatro niños por parte de militares en el Meta, que también incluyó abuso sexual. Además de los sucesos que rodearon la denuncia sobre la comunidad del anillo. Inquieta entonces la formación recibida por las fuerzas armadas, su conformación y su forma de entender el “honor”.

Con respecto al asesinato de Dimar torres, ha circulado un audio, en el cual supuestamente se expresa  un superior del general Villegas, en el que se escucha:“ Si tanto le duele la muerte de un guerrillero; pues, váyase para la guerrila”.  Ya les corresponde a las autoridades verificar la autenticidad de este audio y tomar las acciones correspondientes. Acerca de esto hay que hacer estas precisiones:

  1. Dimar Torres no era un guerrillero, era un ciudadano colombiano, firmante de un acuerdo de paz con el estado.
  2. El acuerdo de paz es constitucional y debe ser respetado por todas sus instituciones. Si a un militar no le gusta, asume una posición política expresada por un partido detractor, lo cual es inaceptable por su calidad de miembro de las fuerzas armadas.
  3. Según el Derecho Internacional Humanitario, un enemigo herido o que entrega las armas, ya no es un enemigo; es persona protegida. Ahí hay una violación a estas normas.
  4. El comentario de determinar a quién le duele unas muertes y otras no, es una expresión subjetiva, escuchada también de los más tenebrosos jefes paramilitares y a la ultraderecha, quienes creen tener la obtusa potestad de conocer qué le duele a otros sin ningún intercambio de opiniones o desconociendo una realidad acordada, pero ajena a algunos intereses.

El contenido de estas expresiones en tal tipo de regaños, es peligroso porque es ahí donde anidan las águilas negras, la ilegalidad y sobre los que se promulga el odio en la sociedad, en lugar de llamar a la reconciliación.

En los acuerdos de paz no existe ninguna agenda oculta para entregárselo a una posición política en particular o para llevar el país al socialismo. Los seis puntos que lo resumen, son claros y han sido ampliamente comunicados a la ciudadanía.

Como las clases dominantes siempre han mandado con el engaño, creen que esa es la única forma de gobernar; la sabiduría popular enseña que el ladrón juzga por su condición, pero a los revolucionarios no nos interesan mentes manipuladas, sino personas con pensamiento libre, capaces de tomar decisiones propias y de ser felices.

La transformación de las relaciones sociales de producción solo puede ser posible con acciones conscientes de la población. Si por Socialismo se entiende la ampliación de la participación ciudadana, como profundización de la democracia, si es valoración de la vida y mejorar el nivel de vida de las personas construyendo un país en paz; entonces, los acuerdos, sí conducen hacia allá. Esto sólo es inaceptable para unos pocos que siempre han vivido de privilegios logrados con el robo.

No se quiere saber de la muerte de ninguna persona más. Ese es el gran valor humano de los Acuerdos de Paz.

Mayo 22 de 2019

Mendicidad, Mala Consejera

Por: Gonzalo Salazar, «Cuadernos de Reencuentro»

En los países del norte, llamados desarrollados, existen Organizaciones privadas No Gubernamentales para proteger el medio ambiente, para ayudar a las mujeres, a los niños, a los desplazados, a los perseguidos políticos, a los pobres de los países del “tercer mundo”, la mayoría financiadas y o dependientes política y económicamente de transnacionales y de instituciones estatales e internacionales como Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Unión Europea y la OTAN, que en realidad están al servicio de esos estados e instituciones; algunas lo hacen con buenas intenciones, pero generalmente esas ayudas les niegan a los pueblos las posibilidades de reivindicación de sus derechos y su emancipación para combatir las causas reales y originarias de sus problemas.

Estas “ayudas” en muchos países empobrecidos solo han servido para dividir, corromper y enfrentar sectores populares entre sí por las migajas que envían dichas agencias filantrópicas del norte a los mendigos del sur “subdesarrollado”, muchas veces con la complacencia de supuestas organizaciones de izquierda que también han sido financiadas por esas ONG, mientras las multinacionales y transnacionales de los países del norte continúan saqueando y oprimiendo a los pueblos del oriente y del sur. Las ONG internacionales hacen parte de los planes imperialistas de dominación neoliberal en la aplicación de políticas económicas y financieras como las Reformas Estructurales a los Estados, y los Ajustes Macrofiscales.

De esos países (USA, Canadá, Israel, Inglaterra, Francia, España, Holanda, Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania…) vienen los asesores militares que entrenan y arman a los militares y paramilitares que asesinan, violan, torturan y desplazan  a nuestros pueblos; vienen sus ONG con investigadores sociales a robar tesoros culturales, a cambiar las cosmovisiones de los pueblos para justificar la extracción de sus recursos biológicos, minerales y energéticos; vienen con técnicos exploradores como parte del plan neocolonial. Muchas de esas instituciones a la vez son financiadas por las mismas transnacionales que explotan, expolian y financian las guerras contra nuestros pueblos. El coltan, el oro, la plata, el litio, el níquel, el cobre y muchos minerales que utilizan las corporaciones transnacionales de las telecomunicaciones y la cibernética para fabricar aparatos eléctricos y electrónicos (teléfonos móviles, ordenadores, controles digitales)  los extraen de nuestros territorios violenta, legal e ilegalmente, utilizando mafias esclavistas, los autodenominados países “democráticos” y “pacifistas” de Europa y Norteamérica, de donde viene la supuesta Cooperación Internacional, de la cual es parte la ayuda de sus ONG. Después vendrán las ONG de los emergentes con los mismos métodos y objetivos.

            La injerencia de ONG internacionales y nacionales en las organizaciones indígenas, campesinas –recordemos el Instituto Lingüístico de Verano y su proyecto Lomalinda, supuestamente antropológico, los cuerpos de paz- comunidades negras y en las periferias de las ciudades, “preocupadas” por la situación que estas viven, generalmente terminan cumpliendo objetivos nocivos (esterilización y utilización como conejillos de indias a nuestras comunidades, robo de sus conocimientos ancestrales, apropiación de los bancos genéticos, apropiación de sus territorios) pues además de inspeccionar nuestros territorios en busca de minerales y riquezas naturales, desvían sus luchas por autonomía, condicionándolas, creando dependencia con programas de beneficencia y la ejecución de micro-proyectos productivos individuales y locales, aislándolas políticamente de otros sectores sociales, impidiéndoles su propia organización, cambiando sus culturas; como lo han hecho las fundaciones Rokefeller, la Ford, Palmolive, entre otras en Colombia. Muchas ONG “nacionales” son financiadas por otras ONG internacionales y por empresas transnacionales que monopolizan grandes sectores agroalimentarios, laboratorios de genética, bioquímica y biotecnología y del mercado minorista de alimentos (Monsanto, Cargill, Tyson), que llenan de hambre y pobreza a campesinos y pobladores de nuestras ciudades; otras hacen el trabajo de acondicionamiento ideológico cambiándoles sus cosmovisiones generalmente mediante asesorías técnicas y de “desarrollo comunitario”  que incluyen la cooptación y el reclutamiento político y religioso, en los territorios donde se tiene programado la instalación de plantas extractivas o donde se van a construir megaobras que benefician a las transnacionales.

En pleno proceso de negociaciones del gobierno con la insurgencia, algunos funcionarios han expresado que los recursos y la ejecución de los programas sociales que surjan del proceso de paz serán administrados por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés) además de la NED, supuesta fundación para el “desarrollo de la democracia”, que cumple funciones de sabotaje, planeación, organización y dirección de atentados, revueltas y golpes políticos y militares a los gobiernos progresistas y disidentes de la égida norteamericana, tal como sucedió en Honduras, Paraguay, Venezuela, Ecuador, Bolivia y en muchos países con las “revoluciones de colores” (utilizadas en la supuesta primavera árabe, en el norte de África y Europa del este), en la estrategia de las guerras de cuarta generación o asimétricas. No serán solo ONG norteamericanas las que van a asesorar y ejecutar programas y proyectos sociales en el posconflicto, pues las europeas han sido muy activas y continuarán en este proceso. También las empresas transnacionales invierten en lo que ahora llaman responsabilidad social –además para reducir el pago de impuestos- con  las comunidades donde explotan  nuestros recursos energéticos, como la Pacific Rubiales, la Drumond o la Anglo Gold Ashanty, con gran despliegue publicitario de pequeños proyectos “comunitarios” y microproyectos productivos individuales insostenibles a mediano plazo en sus zonas de operación, directamente y a través de sus propias ONG.

En las ciudades algunas ONG causan daños a los sectores populares, con sus programas de educación y de asistencia social, destruyendo sus organizaciones, convirtiendo en indiferentes sociales o en aliados del régimen oligárquico y en mendigos a los pobres. Esas ONG y la proliferación de sectas religiosas venidas del norte, dividen a los movimientos sociales, promoviendo el individualismo y el conformismo, igual que lo hacen los politiqueros. Claro que existen unas pocas ONG que prestan ayuda a sectores vulnerables como las víctimas del conflicto (de Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario), y a los perseguidos políticos, pero son la excepción. Las ONG de diversas procedencias han tenido asiento en nuestros territorios. En los 50 del s XX estuvieron algunas europeas, en los 60, en su mayoría norteamericanas, como las fundaciones Rockefeller y Ford, “cooperaron” con programas asistencialistas y de formación profesional dentro del programa estratégico Alianza para el Progreso con sus componente militar y civicomilitar (plan LASO) similar al Plan Colombia, con la CARE que donaba alimentos enlatados a las comunidades y escuelas en las zonas de guerra; en la educación superior con algunos programas de investigación científica en las universidades públicas, tratando de frenar la lucha estudiantil contra el imperialismo norteamericano. Recordemos que los ataques a las colonias campesinas, (El Pato, Guayabero, Marquetalia, Rio Chiquito) integradas por desplazados y perseguidos, quienes conservaban sus Autodefensas, se da en los años 60 en el marco de este plan, en el que participaron ONG norteamericanas (CARE), como parte de su estrategia anticomunista y en apoyo al pacto liberal-conservador del Frente Nacional, formado después de masacrar a más de 300.000 campesinos,.

Hoy también lo hacen ONG españolas, holandesas y canadienses, “extraño”, cuando empresas de estos países están invirtiendo en ramas como la megaminería, la banca y las telecomunicaciones. La mayoría de ellas son parte de los planes imperialistas europeos y norteamericanos, que preparan el terreno político y social para el despojo y el saqueo de nuestros recursos naturales energéticos y mineros dividiendo a las comunidades objeto de sus actividades; agencias como la norteamericana USAID, (depende de la CIA y el Departamento de Estado involucrada en sabotajes, conspiración contra pueblos y desestabilización de gobiernos disidentes de las políticas norteamericanas en todo el mundo, que en muchos casos han incluido atentados terroristas y golpes de Estado militares y civiles) que actúa a través de la NED y muchas ONG nacionales e internacionales en todo el mundo, organizaciones que a la vez cumplen funciones de espionaje e inteligencia militar en contra de los mismos campesinos e indígenas y demás sectores populares que dicen ayudar.

En los países empobrecidos de África (Somalia, Ruanda, Etiopia …) permanecen muchas ONG “humanitarias” supuestamente aliviando el dolor de la violencia y el hambre, llevándoles a las víctimas ayudas y consuelo, pero la situación empeora, puede que algunas lo hagan de muy buena voluntad, pero las mafias internas y transnacionales continúan financiando guerras intestinas, para saquear los recursos naturales mineros, energéticos, biológicos, cada una con su ejército privado, destruyendo la soberanía alimentaria, sumiendo en la miseria y la ignorancia a todo un continente, con billones de dólares de ganancia ilícita, en complicidad con la ONU y sus instituciones (FAO, OMS,  FAO, UNICEF, PUND, ACNUR).

La mejor ayuda que pueden hacer los pueblos, los humanistas, los trabajadores los revolucionarios y las ONG humanitarias de los países del norte es no ayudar con migajas, por el contrario, deberían:

  • Educar a sus sociedades para que frenen el consumismo y produzcan con sus propios medios lo que necesiten para vivir, como lo hacían siglos atrás.
  • obligar a sus estados y corporaciones transnacionales a devolver a los pueblos las riquezas naturales (recuperación de ecosistemas, especies, limpieza de los océanos, fertilidad de la tierra) y los tesoros históricos y culturales que se robaron y que ostentan en lujosos museos e infraestructuras.
  • Obligar a sus Estados a resarcir económica y moralmente por sus prácticas colonialistas, genocidas y racistas ejercidas contra los pueblos del sur históricamente.
  • Acusar judicialmente y Denunciar internacionalmente a sus gobiernos y transnacionales de los daños ecológicos y sociales que ocasionan con sus acciones de saqueo de recursos naturales y de endeudamiento de nuestros países;
  • Obligar a las transnacionales de sus países a entregar a los pueblos donde explotan recursos naturales, todas las plantas de explotación (fabricas, infraestructura, bancos) sin ningún tipo de pago o indemnización, como parte del pago por los daños causados en los últimos 300 años.
  • Exigir a los organismos financieros (FMI, BM, BID) a condonar todas las deudas impuestas a los pueblos del sur, o cobrárselas personalmente a los funcionarios que recibieron y dilapidaron dichos recursos; exigiendo a su vez la desintegración de estos organismos.
  • Exigir la desaparición de la Organización Mundial de Comercio, eliminando las leyes sobre patentes y propiedad intelectual, reconociendo la propiedad colectiva de de los conocimientos y saberes que de la naturaleza han desarrollado y acumulado los pueblos originarios y modernos en sus territorios
  • Obligar a sus estados a acabar con los Complejos Militares Industriales europeos y norteamericanos, prohibiendo la exportación de armas, exigiendo desmovilizar a sus ejércitos involucrados en guerras de exterminio y despojo contra otros pueblos, desintegrando la OTAN.
  • Convocando al tribunal de los pueblos para que juzgue a esta organización y demás organismos “multilaterales” a los gobiernos y empresas que promovieron, financiaron y se beneficiaron de estas atrocidades, y a los militares ejecutores, por los crímenes de lesa humanidad y lesa naturaleza.
  • Oponerse, a las guerras contra los pueblos del sur, vetando comercial, política y diplomáticamente a los gobiernos represivos, genocidas, ilegítimos que oprimen y reprimen a sus pueblos, como el colombiano.
  • Defendiendo las luchas de liberación nacional y social de nuestros pueblos, reconociendo y respetando la Autodeterminación de los pueblos; pero sobre todo.
  • Eliminando política y económicamente a sus oligarquías y monarquías imperialistas guerreristas, construyendo una nueva sociedad humanista, justa y solidaria en sus países, que para subsistir no necesiten oprimir, explotar, asesinar y saquear a otros pueblos.

La solución a los problemas de corrupción, despilfarro y apropiación personal del erario no se puede dar con el perfeccionamiento del sistema capitalista; en los países enriquecidos se pueden dar el lujo de «depurar» y adecuar sus estados a las necesidades de sus élites, dando la sensación de una democracia justa, pero no olvidemos que esos países son ricos por la expropiación y el despojo que han realizado sus burguesías durante siglos a sus propios pueblos y a diversos países de Asia, África y América Latina, razón por la cual las multinacionales y los millonarios de esos países les tiran migajas a sus ciudadanos; haciéndoles creer que el capitalismo es justo, democrático y bueno. Manteniendo a sus pueblos contentos, impiden que estos se preocupen por la situación política y social de los otros pueblos, solo pueden ver la miseria y la violencia como un mal imposible de cambiar, y por lo tanto lo único que se puede hacer es ayudarles a los «atrasados» o subdesarrollados con pequeños proyectos humanitarios o con el asilo político a las víctimas, con la supuesta Cooperación Internacional; no están interesados en eliminar al capitalismo.

Tampoco podemos obviar las ONG nacionales (fundaciones, corporaciones), que en su mayoría cumplen la misma función, reemplazando al Estado en el asistencialismo y en el desvío de recursos para necesidades básicas, cuando administran programas educativos, culturales o de generación de recursos para las comunidades pobres, además, algunas veces actúan como representantes de las comunidades y de sectores sociales; otras veces como bancos, como organizaciones políticas y o religiosas. En general estas organizaciones actúan como empresas privadas al servicio de ONG internacionales, de grupos políticos, de empresas privadas y del mismo Estado, por lo que se les puede llamar  Organizaciones Progubernamentales. Como en todo, hay dignas excepciones, pero este tipo de organizaciones no deben existir en una sociedad democrática, equitativa y solidaria.

La mentalidad de mendicante que se mantiene con el asistencialismo y la Cooperación Internacional viene de la misma oligarquía que siempre necesita de otros, internos y externos, para mantenerse y servir al capitalismo nuestras riquezas; por esto vemos y escuchamos campañas mediáticas promovidas por el capital privado, por ONG e instituciones del Estado para ayudar a los soldados lisiados en la guerra contra el pueblo, Solidaridad por Colombia, el Banquete del Millón de la iglesia católica, y las que diariamente hacen los medios por los niños descalzos, enfermos, sin casa, sin estudio Etc., todo por la incapacidad del Estado oligárquico, tanto, que la mendicidad se palpa todos los días en las calles, en los semáforos, en los buses (reprimida, estigmatizada y escondida cuando le conviene a los gobernantes), como en la cantidad de loterías, chance y rifas, de donde salen los recursos para la salud.

Las ONG volverán a la palestra en el supuesto posconflicto para apaciguar las ansias de justicia social, dando dulcecitos a las víctimas y despojados para que la estructura del Estado siga igual, al servicio del capitalismo criollo y transnacional. Sin embargo el inconformismo continúa creciendo y los sectores populares buscando alternativas a la pobreza y la dependencia, se expande la preocupación por la construcción de un mejor país por fuera de la institucionalidad de este Estado, se pone en el orden del día la organización y la solidaridad, las iniciativas colectivas, la producción y el intercambio de productos e ideas, la creación de redes y bases del poder popular con nuestros propios recursos, simultáneamente a la protesta y a la exigencia al Estado de soluciones reales a los problemas del pueblo.

 Por: Gonzalo Salazar, «Cuadernos de Reencuentro»

EN ESTE FIN DE AÑO ABRAZOS FRATERNOS

Por: JulioCésar, «Cuadernos de Reencuentro»

Es costumbre en la mayoría de países festejar, según las posibilidades de cada grupo o persona, el fin del año presente, y desear un feliz año nuevo.

Para las gentes sencillas de nuestros pueblos siempre es una esperanza permanente que el próximo año mejorará su situación, su calidad de vida será más digna, sus proyectos de vida recorrerán un segmento de existencia más, etc. Un loop interminable de esperanzas y «fracasos».

Diciembre es un mes de luces y esperanzas pero de muy pocas posibilidades para nuestra gente. Es un mes de olvido momentáneo y necesario, quizás para no enloquecer. Es el mes de Dioniso, que nos olvida brevemente del atropello inclemente del resto del olimpo.

Pero nada cambia, aunque el escenario común de la soledad se ha transformado en palco donde la euforia del momento y el éxtasis, quizás del etílico, nos hace olvidar tanto dolor represado y preferimos, mínimo, sentirnos igual y de ahí hasta que la burbuja desaparezca… dioses, ricos y hasta igual a nuestros esbirros.

La fiesta es momentánea y como dice Serrat en «Fiesta»

(…)

«Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.

Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre vuelve al portal,
la zorra rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.

Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.

Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta»

Consideramos que hemos aportado ideas en este mar de desinformación existente. Nuestro estilo en lo general y en nuestra convicción ha sido no editar y ayudar en el camino de la opinión. Siempre queremos tener una opinión sobre todos los hechos en los que se atropella la dignidad humana y la razón. No estamos mirando un solo país, nos asomamos y vemos el mundo, porque en todas partes de él, hoy en día,  pulula el atropello a la razón y a la dignidad humana. En todos los eventos en los que hemos emitido opiniones hemos soportado con artículos y videos de origen, que han podido dar una impresión a quienes nos consultan acerca de las realidades que queremos visibilizar y es sobre esos mismos elementos, de los cuales nos alimentamos para emitir nuestras opiniones.

Sentimos un profundo respeto por los que no comparten nuestras opiniones y que aún así nos consultan, de hecho nos parece ya meritorio y agradecemos sus opiniones.

A los que nos consultan con otro objetivo, digamos que con aquel de tener un registro nuestro en sus bases de datos… sabemos que no solo hacen consultas estadísticas sino que también leen lo que hacemos. A ellos solo les decimos que este es el sendero de la razón y que igual que ha sucedido con muchas personas que han estado en esos mismos lugares, uno no puede ser un vocero eterno  de lo inicuo, y que en la individualidad son seres humanos, quizás sensibles, que más adelante podrían aportar a la militancia de la razón.

A nuestros seguidores y a los que permanentemente nos están consultando, unos agradecimientos inmensos y una invitación a que contribuyan con opiniones y artículos

Un profundo reconocimiento a los migrantes (E-In) en general y particularmente a los colombianos: parias en un mundo miserable, con el sufrimiento a cuestas, ayudando a engordar burócratas de las instituciones internacionales que comen del dolor y la desesperación de una parte de esta especie humana. Los migrantes, aquellos de los cartelitos de horror que permanentemente presenciamos en esas cadavéricas y horrendas oficinas, aquellos con la permanente esperanza de una ayuda que finalmente no es más que una limosna de chantaje internacional, donde sus funcionarios, convertidos en jueces miserables de alto rango, deciden sobre el destino de los que no tienen destino.

Por: JulioCésar, «Cuadernos de Reencuentro»

La destitución de Petro y la falsedad en la Democracia

Por Eduardo Posada, «Cuadernos de Reencuentro»

La destitución del Alcalde Petro representa mucho más que una acción burlesca contra la oposición y de ataque a pensamientos diferentes a los del establecimiento. Tratando de defender sus intereses inmediatos, la oligarquía pone en riesgo su modelo político y la deteriorada imagen de sus instituciones, pues no se permite el avance de la democracia ni la libre expresión de las diferencias.

 Al desconocerse la decisión y el sentir de los más de seiscientos mil electores y el clamor de la población en las masivas manifestaciones de aceptación y de respaldo a la administración por una Bogotá Más Humana, el modelo político tradicional se quita su velo y deja ver la realidad tal como es: existen “Colombias” muy diferentes; no hay un Estado republicano; sin el Constituyente Primario, lo que funciona se reduce a una oficina de cobro de la oligarquía, que opera al mejor estilo de la de Envigado o de las demás existentes en el país y el mundo; bajo la figura de impuestos, hay que pagarles vacuna para el jolgorio de sus funcionarios; tienen matones a sueldo con derechos sexuales sobre niños y niñas, jovencitos y jovencitas; se alían con mercenarios extranjeros para compartir fechorías; ejercen un poder arbitrario que decide quién debe abandonar un cargo, un sitio o una labor; quién puede trabajar, en dónde y cómo les da participación; qué se puede comercializar y quiénes pueden hacerlo; determinan quién debe morir o vivir.

 En Colombia, la oligarquía lleva 200 años gobernando mal; urgimos de un Gobierno Popular, así nos equivoquemos; si los Comuneros hubieran seguido para adelante en 1781, hoy las cosas serían diferentes. Necesitamos una transformación profunda en este país. Hay que cambiar toda la clase política. Es de esperar que la población pueda expresarse en las próximas elecciones para construir una nación soberana sobre la base del respeto, la ética y la transparencia. En el país debe haber esperanza.

Por Eduardo Posada, «Cuadernos de Reencuentro»

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Nota publicada en América siglo XXI


La destitución de Petro y la descomposición del Contrato Social en Colombia

Según la esencia del Contrato Social, los ciudadanos aceptan ponerse bajo la tutela de un Estado para recibir su protección.

Desde este significado, lo que ha pasado en el país en las épocas de violencia, con características más especiales en las tres últimas décadas, es gravísimo puesto que desde las instancias estatales se han liderado, se han aportado los recursos y algunos de sus miembros han ejecutado las acciones de terror que han generado el desplazamiento de cerca de cuatro millones de campesinos, la desaparición y muerte de centenares de miles de personas, que algunos se atreven a calcular en tres millones. Hablar de desplazados es otro eufemismo de las clases dominantes; realmente son habitantes del campo expropiados y desterrados por la fuerza y el terror.

Con estas acciones se configura la máxima traición al Contrato Social, puesto que las fuerzas políticas y militares encargadas de proteger a los ciudadanos, han actuado como sus verdugos. Pero encuentran la justificación en la guerra en sus diversas denominaciones.

Lo cierto es que la oligarquía que opera en Colombia, en asocio con los narcotraficantes y el imperialismo, ha venido desarrollando una lucha a muerte contra todos los opositores y propuestas democráticas que puedan afectar los intereses de la siniestra coalición. El deterioro internacional de la imagen estatal por su compromiso con las muertes en masa y la presión de algunos gobiernos democráticos han frenado las masacres, pero no los homicidios ni la represión.

Los opositores que no pueden ser asesinados en el silencio, son perseguidos y bloqueados económica y políticamente. Esto es lo que ha sucedido con algunas propuestas de izquierda, democráticas o ajenas a los poderes tradicionales. Campea ahora la figura de la destitución por procedimiento administrativo, que evita los derramamientos de sangre a ojos vistos y que funcionan como “golpes de estado suaves”, como acertadamente se denuncian desde la oposición.

El Contrato Epistemológico y Social

Se encuentra algo de lógica política en estas determinaciones sancionatorias si consideramos que es más preciso hablar de un Contrato Epistemológico y Social, en lugar de un simple acuerdo político entre los ciudadanos y un Estado; es decir, cuando se definen Constituciones, se elaboran sobre la base de unas creencias, valores, paradigmas, culturas y formas de hacer las cosas, existentes en un periodo histórico y de una validez temporal y por tanto, no para la eternidad, porque las formas de conocer e interpretar la realidad varían con el tiempo y los modelos sociales, tal como lo plantean el Pensamiento Complejo y otras concepciones.

No se toman decisiones constitucionales a secas, neutrales y ajenas a lo político, a los intereses económicos,  a lo ideológico o las cosmovisiones imperantes. Todo es un producto cultural de la Humanidad. Siempre que una persona piensa, habla y actúa, lo hace dentro de sus creencias y paradigmas.

Incluso quedan dudas si en Colombia se ha logrado configurar un Contrato Social en su esencia, comparado con lo definido en Europa en el Siglo XVIII, en donde se establecen los conceptos de Nación, Democracia y Ciudadano, de acuerdo con los propósitos de Libertad, Igualdad y Fraternidad. En el estudio que hace el historiador Fernando Lopes-Alves en “Origen del Estado y la Democracia en América Latina”, habla de Colombia como “un estado débil y una democracia restrictiva”.

El Estado se conformó sin la necesidad de los Ciudadanos, la Democracia y el concepto de Nación. En Santa fe de Ralito, narcotraficantes y políticos suscribieron un documento que pretendía la refundación del país, sin convocar ni consultar al Constituyente Primario. Por eso, se desconoce el voto popular, que sólo sirve para venderlo por kilos como reciclaje.

Consecuencias Históricas

Las clases dominantes siempre han visto a los pobladores como seres inferiores, a quienes hay que someter, que sólo son dignos de manipulación y de los que se espera sumisión. Las élites son las que deciden. Entienden que recibieron a la población bajo la figura colonial de la Encomienda y que por tanto deben soportan sin protestar, todo tipo de vejámenes y arbitrariedades.  Los ciudadanos no valen nada y esto explica en parte las masacres y asesinatos; si los muertos son indígenas, negros, mulatos, campesinos, trabajadores, hay mucho que agradecer y nada que investigar.

Todo esto es posible porque luego de las Luchas de Independencia a comienzos del Siglo XIX, el Proyecto Bolivariano fue perseguido, derrotado y desmontado –uno de los últimos vestigios fue el vencido gobierno rebelde del General José María Melo en 1854. La propuesta Romántica de Bolívar de contenido democrático popular, una Nación formada con indios, mestizos, negros, mulatos, campesinos y artesanos, la mejor alternativa para el futuro de la región, tenía que sucumbir ante el mercantilismo – el TLC de la época- que hacía brotar billetes en lo inmediato para que el ascenso y la traición de una minoría fuera la evidencia del progreso, de su validez y certeza.

La nobleza española derrotada, dejó el estilo de gobierno a las élites criollas que devinieron en oligarquía, clase que desde su origen, se acostumbró a vivir de la entrega de los recursos del país para el beneficio extranjero, que para mantener sus privilegios jamás ha dudado para recurrir a la violencia; la corrupción ha sido su otra fuente de riqueza y nunca ha mostrado capacidad ni interés en solucionar los grandes problemas de alimentación, vivienda, educación y salud para los nacionales.

La población colombiana siempre ha sido históricamente amedrentada por tratar de buscar alternativas independientes, desde la invasión europea el 12 de octubre de 1492, el asesinato de Benkos Bioho luego de acuerdos con los españoles, el desmembramiento de José Antonio Galán después de las Capitulaciones en 1781, los fusilamientos emprendidos por Morillo en 1816 en represalia por iniciar la Independencia, las guerras y levantamientos durante el Siglo XIX, la masacre de las bananeras, la persecución y muerte de Gaitán y sus seguidores, el homicidio de los reinsertados con los acuerdos de paz, el exterminio de la Unión Patriótica, las masacres recientes y los asesinatos diarios de líderes populares.

No hay cambios Democráticos

Los organismos vivos y las organizaciones sociales, tratan de conservar el orden que las hizo surgir. La Constitución colombiana no está diseñada para que la oligarquía ceda su poder; por esto, los apellidos se repiten en las instancias gubernamentales. Las maniobras y el nepotismo no permiten la modernización del Estado. En los caminos nacionales, el gobierno ha colocado una propaganda que habla de “carreteras mejores para una país más moderno”. No es a eso a lo que hay que hacer referencia, lo que se necesita, es la Modernización de las estructuras político administrativas y de sus definiciones, al menos bajo los conceptos de Modernidad que se consolidaron en Europa en el Siglo XVIII. La clase política mantiene al país en un atraso social de casi 200 años. La procuraduría funciona como la santa inquisición, institución estatal orientada ahora a perseguir ateos, comunistas, homosexuales y a corruptos no copartidarios.

Un caso muy ilustrativo acerca de cómo funciona la política en Colombia, es el de la senadora Zucardi detenida por paramilitarismo, quien manifestó que “heredaba los votos a su hijo”; o sea, no es necesario el debate de ideas ni la presentación de propuestas para que la población decida. El triunfo está asegurado por las maquinarias, el clientelismo, las maniobras, la corrupción, las componendas, lo que deja muy mal parado al modelo democrático imperante.

A las personas que se atrevan a presentar propuestas que pongan en riesgo el modelo monárquico en Colombia, la participación en política les puede representar la muerte. Es en este ambiente en el que la oposición tiene que aplicar sus propuestas. Petro debe sentirse agradecido de no pagar con su vida su herejía de ocupar el segundo cargo político del país, reservado para la realeza bogotana y sus cortesanos. Desde su triunfo electoral por preferencia popular, se le empezó a pisar la cuerda y el propósito era no dejarlo gobernar.

De aquí hay que sacar lecciones, el pueblo colombiano debe reaccionar para lograr la democratización del país, usando su poder de mayorías y fortaleciendo formas autónomas que le permitan resolver sus problemas. Es necesario un Contrato Social definido a partir del Humanismo y la Democracia real.

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Esperanzas 2013-2014

La complicidad de la razón nos ha acercado con muchos lectores y en ese sentido consideramos que hemos cumplido parte de los propósitos. Nos satisface saber que en muchas partes del planeta existen «infinidad» de seres que se preguntan permanentemente sobre su existencia, su vida e igualmente la existencia de la humanidad, pero lo más importante… una existencia ligada a la justicia, a la razón, a la sencillez.

No podemos decir a nuestros lectores y seguidores que les agradecemos, porque de suyo esto lleva ya una cierta hegemonía, que estamos lejos de sentir y mas cuando el ejercicio de la razón es algo demorado y plano, porque son los planos de la esencia humana disputados en el cerebro y el entendimiento.

Deseamos a nuestros lectores y seguidores un fin de año placentero en compañía de sus seres queridos, pero eso si sin abandonar ni un solo momento ese proyecto de vida donde esta presente permanentemente los principios de vida de justicia, libertad, racionalidad, lucha permanente, etc

A las familias que no cuentan este año con sus seres queridos por causa de la violencia que estan viviendo nuestros paises les decimos que muchas de esas luchas han sido nuestras luchas y seguiran siéndolo, que quizás esos papiros de justicia nos fueron entregados sin saber hasta cuando, pero que por ellos, por nosotros y por los ideales de justicia seguimos adelante.

A los gobernantes latinoamericanos y mundiales que han sido capaz de levantar las voces de justicia contra la hegemonía imperial, a riesgo de su vida y de la devastación de sus territorios, nuestra más grande admiración y el compromiso de que desde este espacio existe un apoyo permanente a esos propósitos de justicia por un futuro mejor.

Abrazos fraternales para esta comunidad fraterna de justicia y libertad.

JulioCésar. «Cuadernos de Reencuentro»