Archivo de la categoría: 1- RICARDO ROBLEDO

«Fiesta» en el congreso de la república en Colombia

Por: «Colectivo político al socialismo en nuestra América​«

Como era de esperarse, el congreso de Colombia rechazó otra vez la posibilidad de que la clase trabajadora recuperara las conquistas que le fueron arrebatadas por el neoliberalismo. Las derechas en el recinto y afuera, celebraron alegres su planeada hazaña de negar la consulta popular sobre la reforma laboral. Con trampas y jugaditas actuaron según su costumbre: el fraude.

Es de resaltar que, con el mayor descaro, un delincuente sale de la cárcel directamente a votar No, en el senado, con su puesto asegurado. Por contraste, cuando un pobre sale del penal, pierde su trabajo y difícilmente vuelve a conseguir otro en su vida. Esto revela la cueva de ladrones que es esta institución que debe ser revocada y reemplazada por una asamblea nacional popular.

A mediados de marzo la comisión séptima del senado votó por el hundimiento de la propuesta de reforma laboral, ataque que ahora se repite. Con estas acciones se cae la justificación de que se busca ahorrarle gastos al país en una consulta popular avaluada en 600.000 millones de pesos. Si esta fuera la intención, la hubieran aprobado en la primera oportunidad.

Con esta negación queda evidente, una vez más, que los partidos oligárquicos no están dispuestos a resolver los problemas del pueblo colombiano; ni les interesa. Actúan como sus enemigos. Es la dictadura de la oligarquía que mantiene excluida a la población. Estas repudiables acciones delincuenciales de la derecha legislativa deben denunciarse ante todas las instancias internacionales.

Muestran que no están dispuestos a bajar la presión contra un gobierno favorable a los más necesitados y abren una disputa retadora con el pueblo. La lucha de clases se va aclarando a los ojos de la población. Los políticos tradicionales rompen el orden constitucional, mientras, en contraste, el gobierno de izquierda llama a respetar la constitución. Una clara muestra del deterioro y decadencia de la sociedad burguesa. Ya no pueden funcionar dentro de sus propias leyes.

Ante estos sucesos se debe actuar con prudencia. Estrictamente no se ha perdido nada, ya que lo que se buscaba era recuperar las conquistas logradas con lucha y arrebatadas por gobiernos pasados; es un revés político que se convertirá en triunfo para la población, mediando un trabajo inteligente y juicioso. El momento político local y mundial, con el fortalecimiento del multilateralismo, es favorable a quienes buscan la justicia social. Por eso, las opciones de la derecha y el imperialismo, son las guerras y el caos. Hay que evitar las provocaciones que quieren que los muertos los pongan los pobres.

Se debe dejar claro que el gobierno no es el presidente y que, como respuesta a los permanentes ataques, el pueblo debe asumir el gobierno desde abajo y en las calles, como constituyente primario que es. Solo el pueblo salva al pueblo. Por lo que es necesario fortalecer los procesos organizativos, propiciando su autonomía popular ante politiqueros de todo tipo.

La democracia protagónica es una medida de protección contra oportunistas que buscan aprovecharse de las luchas de la población, muchos surgidos del estado como generador de burócratas; es una barrera porque el pueblo no votará por quienes no lo han acompañado en sus batallas diarias.

De parte del gobierno se espera coherencia. No se puede hablar de obedecer al pueblo, como un concepto idealista, general y sin contenido, cuando en realidad, no se escuchan ni empoderan a las mismas bases de los partidos que respaldan al gobierno en las calles y en las confrontaciones cotidianas, poniendo en riesgo sus propias vidas. No hay que temer al pueblo.

La ceguera de los miembros de la derecha, les impide apreciar sus errores históricos. Muchas veces el que cree ganar en lo inmediato, pierde en el largo plazo. Ya se verá en las calles y en el avance de los desposeídos.

Mayo 20 de 2025

La encrucijada del Gobierno del Cambio en Colombia

Por: Colectivo político al socialismo en nuestra América

Si se quiere hacer una evaluación del estado económico del Gobierno del Cambio, de una forma objetiva, se deben considerar dos premisas:

  1. Las posibilidades reales del cambio del modelo económico y su necesidad de profundizarlas.
  2. Entender que las relaciones sociales de producción son reales, globales y obligantes.

En el primer punto se resalta la relación entre la economía y la política; esto es, para cambiar la economía, hay que tomar decisiones políticas, así como a la política la definen los intereses económicos con poder en la sociedad, los cuales determinan su rumbo.

Esto se aprecia claramente en Colombia, en un marco general, en la forma como las instituciones políticas tradicionales bloquean al gobierno actual; esta ha sido la posición de las cortes, el congreso, fiscalía, procuraduría, contraloría, defensoría del pueblo, gobernadores, alcaldes, asambleas departamentales, concejos municipales, sectores de las fuerzas armadas, entre otras direcciones y entidades a lo largo y ancho del país.

Eso es lo que mide el peso y posibilidades de maniobra del gobierno actual frente al bloqueo que le ejercen las poderosas fuerzas políticas, legales e ilegales. Existe una real debilidad política institucional que atan al presidente, su gabinete y programas. Lo cual tampoco impide el que se pueda y deba ejercer una labor de crítica a sus actuaciones y las de sus funcionarios, muchos nombrados equivocadamente, que cumplen una labor de zapa y que a la primera oportunidad se quitan la máscara y saltan como enemigos del gobierno para atacarlo con crudeza y perfidia.

Uno de los más infames sabotajes ha sido la continuidad de la oprobiosa política de la derecha de “hacer trizas” los acuerdos de paz; actitudes indolentes ante la población colombiana, tanto tiempo golpeada por la guerra. Además se vuelven a fortalecer las organizaciones armadas del paramilitarismo, con peligrosas relaciones con el crimen y el terrorismo internacional. Sobre el baño de sangre y el caos esperan recuperar la presidencia para continuar gobernando con el terror y la corrupción desde las instituciones y desde la ilegalidad. Con las mismas multas siniestras, son usados los medios de comunicación que descaradamente son fuentes de mentiras, manipulación, desinformación y de ataque al periodismo alternativo.

Hay que reconocer los esfuerzos del gobierno por aplicar una política agraria en favor de la población, aún con múltiples tropiezos que le impiden lograr mejores resultados. También se debe resaltar que una de las actuaciones fundamentales de la presidencia, ha sido rescatar las instituciones dentro de la constitucionalidad, con garantías para las personas y el respeto a las definiciones jurídicas. Todo dentro de la legalidad. Van quedan atrás en el tiempo, las tramoyas y las tramposas jugaditas de la politiquería tradicional.

Algunos hechos recientes, como la ruptura unilateral del TLC por Estados Unidos, dejan claro que no era un socio tan confiable; relación que ha sido beneficiosa para las élites locales que, son ahora las que lamentan las amenazas de la decadente potencia imperial. Son quienes critican duramente que, ante las nuevas circunstancias, el gobierno busque otros mercados reforzando su relación con China y su acercamiento al grupo de los BRICS.

Algunos números, a pesar de su carácter capitalista, son indicadores del buen manejo de la economía por parte del gobierno, como son la inflación, tasas de interés, empleo, inversiones, crecimiento del mercado, dólar, PIB, Cooperativas, entrega de tierras a campesinos, índices de pobreza. No obstante, la balanza comercial sigue siendo desfavorable con respecto al mercado mundial. Indicadores que deben ser objeto de estudio frecuente para una mayor objetividad en los comentarios.

Es cierto que esa debilidad política institucional va siendo superada por la aprobación popular en las calles y sectores beneficiados directamente, principalmente en el campesinado y pobladores tradicionalmente marginados y olvidados por gobiernos anteriores, como lo son los indígenas y negritudes, además de estudiantes, amas de casa y adultos mayores. Y a los trabajadores en general con la reforma laboral. También hay que resaltar la actitud favorable de la intelectualidad del país y el exterior, y aún de diversos gobiernos e instituciones en el mundo.

Ese respaldo popular puede conducir, si es aprovechada conscientemente, a un punto de no retorno a la sociedad oligárquica, situación no alcanzada aún. Pero también hay que tener presente que la Unión Soviética, se deshizo después de 70 años de existencia. De ahí la importancia de mirar celosamente el camino que se recorre.

El segundo aspecto general tiene que ver con la realidad de las relaciones sociales de producción, entendidas según el marxismo y su negación dialéctica revolucionaria. No se le puede pedir a un gobierno políticamente débil, el que transforme la sociedad burguesa en una socialista, a su capricho de decisiones legislativas.

Valga considera la imposibilidad de que todos los gobiernos del orbe, sin excepción, vendan sus productos por fuera del mercado capitalista. Esto es, que puedan ser ajenos a la explotación del humano por humanos y a la plusvalía. Ejemplos son el sistema de pagos SWIFT y los aranceles boomerang, impuestos por las minorías élites del mundo capitalista, aplicados sobre sus propias relaciones comerciales.

A eso se refiere el carácter de globales, reales y obligados, respecto a las relaciones sociales de producción. Lo cual tampoco quiere decir que no se puedan cambiar, pero también es cierto que no depende sólo de definiciones legislativas, con las cuales se corre el riesgo de fortalecimiento de nuevas burocracias si no son profundas y acertadas, que era lo que prevenía Marx acerca de que “se repita la misma porquería”. Esas relaciones no son sagradas por que se determinan por decisiones que toman las personas.

Hay que valorar las acciones heroicas de gobiernos y pueblos del mundo que, a diario, se encaminan en la dirección de crear sociedades más humanas, en donde las personas puedan vivir dignamente en el pleno disfrute de su existencia.

El actual gobierno tiene el compromiso y la responsabilidad de profundizar la participación popular, de tomar decisiones eficaces, que de acuerdo con Fidel Castro, deben guiarse por objetivos sociales y el bienestar público; mostrar también y convencer a las mayorías de la población de que la lucha por el poder es mucho más que discursos y que una silla en la Casa de Nariño.

8 de mayo de 2025

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Quién gana y quién pierde con la consulta popular: ¿Petro o la oposición?

La realidad y la sutileza de la lucha de clases en la política colombiana.

Por: Equipo Colarebo

Preocupados por los efectos de la contaminación en el mundo, muchos piensan en qué hacer para resolver esta crisis climática, mientras otros, guiados por la codicia, sólo ven recursos naturales para transformarlos en productos comerciales que les garantizan amplias ganancias, sin importar fronteras, derechos nacionales ni el deterioro de la naturaleza -hábitat de la vida- sin ninguna bioética. Ambas posiciones bastante diferentes y distanciadas en sus intereses de clase. A unos les preocupa la humanidad mientras otros quieren aplastarla.

La lucha de clases también se hace presente en el bloqueo, por parte del congreso, a las reformas del gobierno del cambio, tal como era de esperarse que lo harían; por esto, el Presidente convoca al Constituyente Primario por la figura de una Consulta Popular; a su vez, los congresistas impulsores del bloqueo, en una clara violación de la soberanía nacional, viajan a Estados Unidos a consultarle al congreso de allá, las instrucciones a seguir para coordinar el golpe blando. No recurrir a consultar al pueblo porque tienen muy claro que no lo representan ni les importa lo que piense la población porque los ven como sus enemigos de clase y porque están acostumbrados al atropello ya la sumisión al poder extranjero. Funcionarios traidores pagados con los impuestos de los ciudadanos y que legislan en contra de sus propios connacionales. Lumpemburgueses que se venden al mejor postor.

Cuando en las campañas electorales los políticos tradicionales anunciaban que nos íbamos a volver como Venezuela, esto era una amenaza que quería decir: «vamos a hacer los mismos bloqueos que hicimos allá», sin escrúpulos ante los métodos criminales y sin importar las consecuencias económicas, sociales y humanitarias.

Quieren llevar al pueblo colombiano a una guerra para gloria de la avaricia de los bloqueadores y ganancia de los vendedores de armas, interesados en encender la chispa para cualquier conflicto, que sólo ven como mercado.

Es un deber del gobierno y de la población defender la paz porque se sabe que los muertos los pone el pueblo. Pero no se equivoquen que esta vez no van a volver a repetir las cobardes masacres contra personas desarmadas, tal como están acostumbrados.

El mundo está cambiando. Hay una crisis generalizada del sistema capitalista mundial que ya no puede garantizar los ingresos económicos de la población. La única forma en que se puede organizar la sociedad no es mediante el empleo o venta de la mano de obra para poder subsistir. Ese modelo está agotado como lo evidencian el desempleo y la concentración de la población en un urbanismo irracional para facilitar el consumo y generar sociopatías y sicopatías que alimentan la violencia social.

29 de marzo de 2025

El enemigo interno: ¿Verdad, marketing político o cortina de humo?

Por: colectivo al socialismo de nuestra América

Desde tiempos pasados los gobiernos han recurrido a la figura del enemigo interno para justificar algunas acciones e involucrar a la opinión pública. Claro que se creía que solo era política de la derecha.

Las regiones huérfanas de estado en Colombia son muchas: el occidente del país, Chocó, la Guajira, el sur, y muchas más. Pero con sorpresa, después de dos años y medio de gobierno progresista, a nuestro presidente lo ataca una enfermedad nueva “catatumbitis aguda” y entonces para que esta no sea también huérfana, el gobierno traslada todo el accionar gubernamental hacia allí. Al Catatumbo.

Sólo después de un hecho execrable como el asesinato por parte del frente 33 de toda una familia, el compañero Petro se da cuenta que esta región fronteriza tenía problemas sociales y políticos de tal magnitud. Tarde pero loable que la mirada del estado se posa en esta región olvidada.

En lo que no podemos coincidir es que en esta parte del país donde tienen presencia más de 17 organizaciones armadas con dominio territorial, sea el ELN el causante de todos los males. Ellos llevan más de 60 años por allí, pero por ahí también hay disidencias, bandas de narcotraficantes y paramilitares que, recordamos buscaban establecer allí una cabeza de playa para, junto con la derecha fascista venezolana fragmentar el territorio de la hermana república y desestabilizar al gobierno del compañero Maduro. Pero Petro descubre después de más de 2 años de gobierno que el causante de la ausencia estatal es el eln y, en un acto de ligereza, despoja a esta organización de su historia política e ideológica y la convierte en una banda criminal y, como cualquier gobierno de derecha, en el enemigo más peligroso de la sociedad colombiana. Es el enemigo interno a vencer y contra él se vuelven todas las armas del estado.

Ya no se habla de paz total sino de guerra total. Se le envolató el premio nobel de paz y eso se cobra caro.

Marzo 13 de 2025

No se puede continuar la política anti insurgente de la oligarquía

Por: Colectivo al socialismo en nuestra América

La política militar anti insurgente del gobierno de Gustavo Petro es la misma de la oligarquía, especialmente contra el ELN. Es así como los reduce a narcotraficantes; a diario se hacen campañas en su contra en los noticieros; circulan videos en los que se arenga a la juventud para que vaya a matarse con otros jóvenes por una causa, esta vez sí válida -lo que antes criticaba Petro- y se ofrecen jugosas recompensas por los dirigentes. El pueblo contra el mismo pueblo.

Decir que «las organizaciones están permeadas por la guerra» puede entenderse como el viejo señalamiento de «guerrilleros vestidos de civil» y por lo tanto, ser objeto de acciones militares irregulares justificadas para el paramilitarismo.

El recién posesionado ministro de defensa expresa su nueva vieja doctrina de «corazón grande, mano firme», a la vez que pide que les lleven otra vez y por recompensas, en otras, la mano de Iván Ríos, el sacrificado dirigente insurgente.

Uno de los focos de mayor confrontación se da en las fronteras, principalmente con Venezuela y se debe evitar que Colombia sea utilizada como base de mercenarios y se involucre en un conflicto internacional con graves consecuencias para la población y el país, en lo humanitario, social y económico.

Tal parece que, si la tarea de santos era acabar con las farc; la de Petro es hacerlo con el eln. No se desarrolla el mismo cubrimiento publicitario en contra del paramilitarismo, como si ya hubiera desaparecido del panorama nacional y hubiera cesado su accionar criminal contra el pueblo y sus líderes sociales.

El gobierno debe dar continuidad al proceso de paz total con todas las fuerzas armadas en el país. A la vez que el movimiento subversivo debe dar señales de acercamiento a la sociedad colombiana y constituirse en el principal aliado del gobierno en las zonas con población tan golpeada y marginada.y evitar crear confusiones en las acciones de falsa bandera efectuadas por la derecha, que las hacen pasar como realizadas por el movimiento insurgente que, debe también, hacer claridad al pueblo colombiano al respecto de los dudosos atentados.

No se puede permitir que el petrismo se quede en la estrategia santista para acabar con el narcouribismo y su trayectoria sangrienta que los salpica.

Es así como, mientras se promociona a funcionarios santistas, se asesina a los verdaderos luchadores populares que se han jugado la vida con las comunidades; en un plan que pareciera perversamente concebido desde la oscura derecha.

Tampoco se puede permitir que los logros de las luchas del movimiento social sean manipulados y aprovechados por la rancia oligarquía, y dejar que el petrismo se quede en un proceso con techo que parece no querer avanzar «hasta donde ustedes digan».

Esperemos que al Presidente no lo afecte el «efecto gobelino» tal como él manifestó, que en medio de esos adornos y muebles dorados, los gobernantes comienzan a vivir como reyes en otra realidad de país.

Pero un avance muy importante del último concejo de ministros, es que el presidente haya considerado que las poblaciones marginadas no existen sólo en el Catatumbo, el Cauca, el Chocó, sino principalmente en las grandes ciudades, donde han ido a sufrir las personas desplazadas del campo, quienes no perciben las acciones del Gobierno del Cambio y es de celebrar que llame a los diferentes organismos a concentrar sus acciones en estas urgidas localidades urbanas.

De todas formas, los movimientos populares deben rodear y apoyar en la consulta al actual gobierno del cambio para que se puedan aplicar todas las reformas propuestas, que son necesarias, históricas y merecidas.

Marzo 13 de 2025

El sancocho político en Colombia

Por: Equipo Colarebo Colombia

Cuando en Colombia se podía acampar, recuerdo que una vez hicimos un delicioso sancocho con agua de un rio cristalino. Momentos más tarde, cuando decidimos disfrutar del baño, encontramos un perro muerto enredado entre las ramas del río, cincuenta metros aguas arriba. Por eso, siempre que me invitan a un sancocho me preocupo por saber de qué está hecho y de observar el entorno en el que se desarrolla.

Cuando se cocina este tradicional plato, no se pueden suprimir sus ingredientes si, por ejemplo, a alguno de los invitados no le gusta la yuca, o no echarle ajo porque no es del gusto del chef y lo considera muy pequeño. Así en la política, al igual de este menudo condimento, la izquierda le da el sabor a la lucha social y no se puede descartar por su tamaño.

El pensamiento de izquierda es un acumulado cultural de las luchas sociales históricas de los pueblos del mundo, incluido el colombiano. Vale recordar a Espartaco, a los nativos remisos a las invasiones coloniales, a los negros cimarrones, a los indios tira flechas, a los habitantes de las barriadas de Quito en 1765, a los comuneros de 1781, a las guerras de independencia, a la Comuna de Paris en 1871, a la revolución bolchevique en 1917, a las huelgas bananeras de 1928, a Jorge Eliécer Gaitán, al levantamiento social, en fin, a un largo etcétera en todos los continentes. No se puede pretender que ha sido invento de una organización en particular, porque a este paso vamos a terminar creyendo que la lucha social surgió con el petro-santismo, alianza que ve hasta la derecha.

Mucho se han tergiversado los términos lingüísticos y eso pasa cuando se trata de categorizar a la izquierda en su composición, la cual no puede ser medida solo por su tamaño electoral y tratarla despectiva y numéricamente como si valiera un cero a la izquierda.

Tampoco se puede tergiversar el concepto del “sancocho” de Bateman, en el que se espera que, en una sana democracia, los más competentes vayan a ocupar los cargos de dirección, y pretender aplicarlo al estado, como si este no fuera un instrumento de clase, funcional a la minoritaria, traidora, violenta, corrupta e incapaz oligarquía, que por siglos lo ha manejado.

No se puede hacer el cambio con funcionarios pro-oligárquicos; embajadores, cónsules, directores, magistrados, fiscales, empleados de poca monta, que chorrean antipetrismo por todas las instituciones, que bloquean y entorpecen las decisiones de gobierno; militares que con pasión y sin compasión golpean al pueblo al que deberían proteger, pagados con los impuestos de todos los ciudadanos y a los que se les da la mesada catorce indiscriminadamente. Los funcionarios no pesan tanto por su valor en la tecnocracia como por su concepción y posición de clase.

Tampoco se puede ser tan sectario de pararse en la raya ante los reclamos de los demás y después decir que los sectarios son los otros. Otra cosa es que se tenga que manejar una doble o múltiple agenda para conciliar entre las cuatro principales fuerzas políticas del país: la oligarquía, el narcotráfico, el imperialismo y las clases populares, esta última que busca transformar a la sociedad, al estado y a sus instituciones, para construir una nación soberana, una república democrática, un estado social de derecho, “hasta que la dignidad se haga costumbre”.

A la izquierda se le respeta.

El objetivo del periodo sigue siendo el mismo: arrebatarles el país político a las mafias del narcotráfico y de la corrupción, que mantienen a todas las instituciones en la criminalidad, para que la población pueda expresarse, libre y democráticamente, sin ser perseguida, reprimida, maltratada, despojada, asesinada, descuartizada y desaparecida.

Los instigadores no pueden hacer parte del sancocho.

Febrero 17 de 2025.

Es urgente cambiar el mundo y a la sociedad colombiana

Por: Equipo Colarebo Colombia

El mundo se organiza de acuerdo con las decisiones que toman las élites mundiales minoritarias en su propio beneficio y en detrimento de la mayoría de la población. El estado actual de la sociedad humana no tiene un carácter casual, no corresponde a lo que debe ser normal porque sí, ni tampoco es derivado de leyes divinas. Son seres humanos los que definen a su amaño el rumbo de las instituciones globales.

Las decisiones que toman estas élites abarcan los aspectos económicos, políticos, sociales, educativos, comunicacionales, culturales, sobre las cuales se decide a qué gobiernos hay que apoyar, a quiénes atacar, quién puede ser elegido y a quién hay que matar, dónde hay que hacer la guerra; también tocan temas que parecen más triviales como el deporte, la farándula, los concursos mundiales y locales. Esto es lo que permite que cualquier idiota llegue a ser un ídolo de multitudes en sociedades manipuladas y sometidas por la ignorancia y por la fuerza.

No por casualidad se eligió a un papa polaco, Karol Wojtyla, en 1978, a la vez que el sindicato “solidaridad” ejercía presión sobre el gobierno de esa nación. Así hubiera que asesinar a Juan Pablo I, el objetivo era desmoronar el bloque de Europa oriental y el Pacto de Varsovia, liderados por la entonces URSS.

Tampoco es casual que recientemente, a la vez que se hace un experimento del llamado “capitalismo libertario”, se le dé a la Argentina la Copa América y el Campeonato Mundial de fútbol. Excelentes distractores acompañados de agresivas medidas económicas, sociales y políticas, en contra de la población.

En países como Colombia y tal vez en muchos más no hemos podido construir una nación democrática por que la oligarquía se dedicó, durante más de doscientos años, a gobernar en su propio beneficio; a enriquecerse a costa del erario, hasta conformar una de las sociedades más desiguales del mundo.

El pueblo colombiano debe entender que muchas de las limitaciones a las que se enfrenta en su vida diaria son provocadas por una minoritaria clase tradicional que gobierna por medio de la violencia, que vende sin escrúpulos y con traición los recursos del país, que es corrupta, indolente e incapaz de resolver los problemas de la población.

Es a esta es esta traición inconsecuente ante la que debe reaccionar el pueblo buscando una opción propia que le permita actuar de forma soberana, con objetivos sociales y por el bienestar público.

¿Por qué no se puede organizar la sociedad planetaria según las decisiones que tomemos para que el mundo sea como todos queremos?

No podemos tolerar el llevar una existencia llena de sufrimientos, sin luchar sabiendo que hay soluciones; solo tenemos una vida. No volveremos a tener una segunda oportunidad de vivir sobre la Tierra.

Febrero 04 de 2025

Mirar celosamente la construcción del partido unitario en Colombia

Por: Equipo Hilo Rojo Colombia

Hay que colocar a la lucha de clases en el punto de la discusión. La imposibilidad de construir una organización democrático popular en la propuesta de partido único alrededor del Pacto Histórico en este momento, genera mucha desconfianza. Entendiendo como tal, aquella en la que los sectores populares organizados participan activamente en la definición de las políticas de gobierno a ser implementadas.

Y genera desconfianza por que, en primer lugar, ésta es una construcción social permanente de largo aliento, situación que no ha ocurrido como conciencia colectiva ni se va a cumplir para el 2026. Esto tampoco quiere decir que no se está construyendo en absoluto, pero sus formas son tan incipientes que se pierden ante la proliferación del oportunismo en la lucha electoral, en la que muchos sólo buscan su proyecto personal, a veces escondido tras la palabrería de izquierda.

El segundo lugar, hay que considerar quién define cuáles son los intereses de clase de los sectores populares. Estos deberían ser producto de propuestas, de discusiones en asambleas y de acuerdos, proceso en el que un partido como intelecto colectivo, en el decir de Gramsci, es crucial para dar respuesta colectiva al momento político. Proceso que no se ha cumplido y en el que no hay consenso por la multiplicidad de grupos, que a nombre de la revolución hacen lo que les parezca. Sanamente hay un desperdicio de esfuerzos, de recursos y mayor posibilidad de confusión y derrota ante las poderosas fuerzas reaccionarias que hay que enfrentar.

Es cierto que la sociedad es compleja, por lo que hay que entender la existencia de múltiples interpretaciones de la realidad social, pero una tercera preocupación surge al considerar cuáles son los intereses que guían a los numerosos grupos políticos si no existe un actuar político unificado y coordinado que represente los intereses de clase populares. Es pertinente preguntar entonces, cuáles propósitos los inspiran, siguen la cultura de quién, al igual que las estrategias ¾si las tienen¾ las tácticas, las consignas y sus formas organizativas.

Si gráficamente entendiéramos a la democracia popular como un metro cúbico ilustrado en sus mil decímetros cúbicos, se podría decir que la proposición de partido unitario del Pacto Histórico, llena uno de esos mil submúltiplos. La ventaja es que desde otras interpretaciones se podrá pensar lo mismo y así se va construyendo una propuesta social. Una visión optimista, pero necesaria para el acercamiento de las partes que piensan que la sociedad debe cambiar.

Son tiempos de reflexión y de unidad para arrebatarle el país político a las mafias del narcotráfico y de la corrupción que han profundizado el hundimiento de las instituciones en la criminalidad. Arrebatarlo para que el pueblo pueda expresarse libre y democráticamente sin ser perseguido, reprimido, maltratado, asesinado y desaparecido.

Es de esperarse que todas las fuerzas revolucionarias entiendan el momento político y puedan darle una respuesta colectiva, fuerte, inteligente y fraternal por una nueva vida para el pueblo colombiano en condiciones dignas, soberanas y con futuro y cerrar las opciones de que el oportunismo frustre los avances posibles de transformación social.

Diciembre 31 de 2024

Ese es el mundo que fenece, ahogado en su propia decadencia ética y moral

Por: Equipo Hilo rojo Colombia

La reciente posesión de uno de los miembros de una de las cortes en Colombia, retrata la situación política del país. El que la ceremonia se haya efectuado sin la presencia del Presidente legítimo, muestra la politización de la justicia en la nación.

Con la ausencia del ejecutivo, en esta ocasión, no se le rinde honores a la división de los poderes constitucionales ni a la Constitución, lo que no da confianza en el desempeño de estas cortes.

Con este desafuero, la pretendida elocuencia del discurso del presidente de esa corte queda reducida a una torpe fábula. Otros eran los tiempos en los que ser magistrado significaba erudición y honorabilidad; hoy, es sinónimo de bandido.

No son pocos los que se han enriquecido vendiendo sentencias y manipulando la ley al vaivén del mejor postor y de los intereses de clase. Es conocida por el país, la repetida acusación de la existencia del cartel de la toga. Ese es el mundo que fenece, ahogado en su propia decadencia ética y moral.

Ante este clasista desprecio al poder ejecutivo de la nación y parodiando un poco a José María Vargas Vila, se nota que “hay personas que, aún postradas de rodillas, son más altos que aquellos que lo atacan”.

En un mundo que se envuelve en la incertidumbre, es lamentable tener en las máximas direcciones jurídicas a elementos que, en lugar de enfocarse a ubicar al país en el concierto de naciones, están más interesados en el tamaño de sus bolsillos.

Una nueva sociedad habrá de nacer para gloria de los pueblos del mundo.

Diciembre 12 de 2024