Archivo diario: 25 mayo, 2021

CIDH condena las graves violaciones de Derechos Humanos en el contexto de las protestas en Colombia, rechaza toda forma de violencia y reitera la importancia de que el Estado honre sus obligaciones internacionales

https://drive.google.com/file/d/1hTuE9eGV5DRlcQyij9T6YhP2LJp3akuv/view?usp=sharing Agredido miembro de Misión de Solidaridad internacional…

Washington, D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su preocupación por la grave crisis que enfrenta Colombia y condena las graves violaciones de derechos humanos registradas durante las protestas sociales. En ese sentido, urge al Estado a respetar los más altos estándares en cuanto a la libertad de expresión, uso de la fuerza y debida diligencia, así como a permitir que la CIDH realice una visita de observación al país, honrando su tradición con los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.

El Estado colombiano informó que, a la fecha, se han llevado a cabo al menos 9.623 protestas en 794 municipios del territorio colombiano, con la participación aproximada de 1.493.791 personas. Del mismo modo, comunicó que, del total de protestas, 7,801 no han presentado incidentes. Sin embargo, la Comisión resalta que en al menos 1,038 manifestaciones se habrían presentado casos de fallecimientos, desapariciones, personas heridas y agresiones sexuales como consecuencia del uso desproporcionado e ilegítimo de la fuerza. Estos hechos se han registrado, especialmente, en ciudades como Bogotá, Cali, Pereira, Popayán y Yumbo, y han tenido afectaciones particulares en los pueblos indígenas, las mujeres y las personas afrodescendientes.

La CIDH expresa su extrema preocupación por la pérdida de vidas en el marco de las protestas. Según el reporte de la Fiscalía General de la Nación, desde el inicio de las protestas 43 personas han perdido la vida, de las cuales 17 tendrían relación directa con manifestaciones. Por su lado, organizaciones de la sociedad civil han registrado 51 muertes en el contexto de las protestas. Al respecto, la Comisión Interamericana destaca especialmente los casos de Lucas Villa, quien perdió la vida el 5 de mayo en Pereira después de recibir ocho disparos durante su participación en una protesta pacífica, el de Sebastián Quintero, quien falleció el pasado 15 de mayo en Popayán, tras recibir el impacto de una granada aturdidora presuntamente lanzada por integrantes de las fuerza pública, así como de Jhon Erik Larrahondo, quien murió en Cali el 23 de mayo por el accionar de un arma de fuego.

Además, la Comisión Interamericana encuentra extremadamente grave las denuncias sobre 132 personas que permanecen desaparecidas y respecto de las cuales la Fiscalía General de la Nación mantiene activado el mecanismo de búsqueda urgente. Resulta alarmante que con el correr de los días estas personas continúan desaparecidas, máxime cuando algunas de las 276 que habrían sido reportadas como desaparecidas aparecieron sin vida, como el líder Cristian Torres, el 14 de mayo en la ciudad de Leiva, Nariño.

A su vez, la CIDH expresa su alarma por la denuncia de al menos 87 actos de violencia sexual cometidos presuntamente por agentes de la fuerza pública en contra de mujeres manifestantes, como el caso de la adolescente que denunció haber sido agredida sexualmente por varios agentes de la fuerza pública en la ciudad de Popayán y que posteriormente se habría suicidado el día 12 de mayo. Igualmente, condena el hecho de violencia sexual que habría sufrido una agente de la fuerza pública dentro de una estación de policía vandalizada en la ciudad de Cali el 29 de abril.

Por otro lado, según información pública, se conoce la existencia de aproximadamente 979 civiles heridos en el contexto de las protestas, entre ellos por lo menos 33 con traumas oculares, los cuales se concentran mayoritariamente en Bogotá, Neiva, Cali, Yumbo, Medellín, Popayán, Pasto, y otros municipios de Risaralda y Valle del Cauca. De acuerdo a lo informado, se estarían utilizando armamentos antidisturbios por parte de la policía que generan impactos indiscriminados en contra de las protestas mayoritariamente pacíficas, como es el caso del lanzacohetes Venom. Asimismo, en Bogotá, en el contexto de las protestas del 22 mayo, según información preliminar, al menos 2 personas manifestantes habrían sido heridas, incluyendo reportes de lesión ocular por proyectil policial.

Según la información enviada por el Estado a la Comisión información que da cuenta de la apertura de 144 investigaciones por presuntas faltas disciplinarias por parte de funcionarios de la Policía Nacional, dos de ellas por presuntos actos de violencia sexual.

La Comisión Interamericana rechaza que, durante las protestas, se hayan identificado diversas expresiones públicas que estigmatizan la protesta social y, especialmente, a las personas manifestantes de pueblos étnicos e integrantes de la Minga Indígena. En particular, la CIDH tuvo noticia sobre grupos de civiles armados que dispararon indiscriminadamente contra una manifestación compuesta por personas indígenas el 9 de mayo en la ciudad de Cali. La CIDH encuentra extremadamente grave la participación de civiles en actos de represión y ataques con armas de fuego en contra de las personas manifestantes.

En adición, la CIDH y su RELE han observado un clima de creciente hostilidad y violencia hacia la prensa en el contexto de las manifestaciones sociales, documentando agresiones, amenazas e intimidaciones, además de ataques a instalaciones de medios de comunicación.

La Comisión Interamericana condena que, en determinadas circunstancias, presuntos grupos de manifestantes hayan provocado graves desmanes durante algunas manifestaciones, arrojando objetos contundentes contra efectivos de las fuerzas del orden, destruyendo equipamiento público, y provocando afectaciones a la propiedad privada, entre otros actos injustificables de vandalismo. Según información suministrada por el Estado, estos hechos darían cuenta de 108 acciones contra infraestructura pública y del gobierno, entre ellas: cámaras afectadas; semáforos destruidos; señales de tránsito; y 1136 vehículos de transporte público afectados.

En este contexto, la CIDH manifiesta su extrema preocupación por el fallecimiento al menos 2 policías, 966 resultaron lesionados, y que 25 estaciones de policía, una instancia de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) y una sede de medicina legal han sido atacadas o vandalizadas. Además, tomó conocimiento de la muerte del patrullero Juan Sebastián Briñez , y las lesiones provocadas a por lo menos 2 agentes de policía el 22 de mayo, incluyendo graves quemaduras faciales por una bomba incendiaria que habría sido dirigida contra su unidad. Sobre este punto, la Comisión recuerda que la protesta social es legítima en tanto se desarrolla en forma pacífica y que las fuerzas de seguridad tienen la obligación de permitir el desarrollo de las manifestaciones y de aislar a los manifestantes que recurren a la violencia.

El Estado informó a la Comisión Interamericana sobre las múltiples afectaciones que generarían los bloqueos sobre los derechos de las y los colombianos, como la producción y distribución de alimentos, lo cual impacta en particular a niñas y niños en el plan de alimentación escolar.

Al respecto, la Comisión Interamericana recuerda que el derecho de reunión reviste gran importancia para el funcionamiento de la democracia y resalta que el hecho de que algunos grupos o personas ejerzan violencia en una manifestación no vuelve, per se, violenta toda la protesta ni autoriza a las fuerzas de seguridad a disolver la protesta mediante uso de la fuerza ni a practicar detenciones indiscriminadas.

Asimismo, recuerda que toda restricción al derecho de reunión debe estar prevista en la ley, debe perseguir un objetivo legítimo y debe ser necesaria en una sociedad democrática bajo los criterios de necesidad, idoneidad y proporcionalidad. A su vez, la Comisión reitera lo indicado en su informe sobre Protesta y Derechos Humanos, en el sentido de que es preciso tolerar que las manifestaciones generen cierto nivel de perturbación de la vida cotidiana, por ejemplo, con relación al tráfico y las actividades comerciales, a fin de no privar de su esencia al derecho de reunión pacífica.

En su Informe Protesta y Derechos Humanos, la CIDH señaló que la dispersión o desconcentración de las manifestaciones de forma legal y legítima sólo puede permitirse en casos muy excepcionales, mediante una orden expresa y fundamentada en un riesgo grave para la vida o la integridad física de las personas, cuando se haya intentado el diálogo y no fueran posibles otras medidas menos lesivas para proteger esos derechos. Asimismo, la decisión de dispersar una protesta por parte del Estado debe ser comunicada y explicada de manera clara, de modo tal que permita su comprensión y cumplimiento por parte de los manifestantes, ofreciéndoles tiempo suficiente para dispersarse sin acudir al uso de la fuerza.

Cuando la eventual perturbación a la vida cotidiana en el seno de las protestas se extienda en el tiempo y escale a punto de comprometer la garantía de otros derechos como el aprovisionamiento de alimentos y el derecho a la salud, se acentúa el deber del Estado de facilitar todos los mecanismos de diálogo posibles, teniendo el uso de la fuerza como último recurso, y a su vez atendiendo al principio de interdependencia de los derechos humanos. Asimismo, la Comisión destaca la importancia de que las personas manifestantes permitan la circulación de insumos y provisiones esenciales.

En este sentido, la Comisión condena categóricamente que en el contexto de las protestas se hayan presentado decenas de ataques a ambulancias y misiones médicas, dificultando el traslado de pacientes. En particular, la CIDH deplora el fallecimiento de una bebé intubada como consecuencia de que no pudo ser trasladada oportunamente el 23 de mayo en la ciudad de Buenaventura. En ese sentido, la Comisión llama al Estado a concertar con los manifestantes la creación de corredores que garanticen el ejercicio simultáneo de derechos involucrados. Particularmente, en el para la situación de Colombia hoy, el acceso a alimentos, las garantías del derecho a la salud, así como el aprovisionamiento y despliegue de a personal e insumos médicos

Frente a las graves violaciones a los derechos humanos denunciadas, la CIDH condena el alto número de fallecidos y heridos, al tiempo que reitera la importancia de respetar el carácter excepcional del uso de la fuerza y observar los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad. Adicionalmente, insta a las autoridades a investigar con debida diligencia todos los casos, a identificar y sancionar a los responsables, así como a reparar integralmente a las víctimas y sus familiares. En los casos de violencia sexual, la investigación deberá llevarse a cabo con debida diligencia reforzada y garantizando el enfoque de género.

La Comisión Interamericana reitera que, siempre que haya se sospecha de la desaparición de una persona, debe iniciarse la investigación automáticamente, sin dilación, de forma seria, imparcial y efectiva y orientada a la determinación de la verdad, ello debe incluir la conformación de unidades o comisiones especializadas que cuente con los recursos humanos, técnicos y científicos adecuados e idóneos a la localización e identificación de las víctimas desaparecidas.

Asimismo, la Comisión recuerda que las y los periodistas cumplen una función crucial al recabar y difundir información de lo que sucede en protestas sociales, incluyendo la actuación de las fuerzas de seguridad, por lo que las autoridades deben brindarles el más alto grado de protección para que puedan realizar su trabajo libremente y mantener a la sociedad informada sobre asuntos de elevado interés público.

La Comisión observa que muchas de las demandas de las protestas sociales guardan estrecha relación con los desafíos estructurales que subyacen a la profunda desigualdad social y la violencia histórica en el país, con especial afectación en las personas pertenecientes a los grupos étnico-raciales. En ese sentido, reafirma que la consolidación de la paz es un requisito indispensable para el ejercicio libre y el respeto pleno de los derechos humanos. La CIDH recuerda y hace un llamado a atender las causas de las protestas sociales y a respetar los derechos humanos de las personas manifestantes, e insta a que todas las violaciones a los derechos humanos sean investigadas diligentemente y juzgadas por la jurisdicción ordinaria, según los estándares internacionales.

Por último, la CIDH reitera la importancia de realizar una visita de trabajo para contar con todos los elementos que le permitan valorar la situación de derechos humanos de manera objetiva con el fin de formular recomendaciones al Estado.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

25 de mayo de 2021

Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Tomado de:

https://mailchi.mp/dist/cidh-condena-graves-violaciones-de-ddhh-en-las-protestas-en-colombia-rechaza-violencia-y-reitera-al-estado-honrar-sus-obligaciones-internacionales?e=7f19d5fd29

PROTESTAS EN COLOMBIA, EN ESTOS MOMENTOS 25M DESDE VARIOS PUNTOS DE COLOMBIA, MOMENTOS DE HISTORIA

¿Qué pasará con la moción de censura al ministro de Defensa Diego Molano?

Colombia: Jóvenes conforman Unión de Resistencia de Cali

Colombia. Los descargos del Ministro de Defensa ante el Senado: Un informe sobre un país de ensueño llamado Polombia

Por Ricardo Montes

Lo que ocurrió el 24 de mayo en el Senado de la República, en la sesión de Moción de Censura al Ministro de Defensa era previsible.

El Ministro de Defensa, Diego Molano, en su intervención de respuesta a todos los cuestionamientos que se vienen haciendo frente al actuar de la fuerza pública, especialmente del ESMAD, en el marco del paro nacional en Colombia, no dijo absolutamente nada distinto a lo que se esperaba que dijera.

Y eso tiene su lógica. El ministro de defensa no habló de Colombia sino de ese país de ensueño construido por Iván Duque en sus sueños: Polombia, un país donde él sí puede gobernar y para la “gente de bien”. Un país donde todo es con P mayúscula.

Polombia es un país donde no existen sino unos cuatro o cinco millones de personas, todos “gente de bien”, un país donde Piván Puque sí es presidente y su mentor, Pálvaro Puribe, no es más que un buen consejero, un país donde prevalecen el sacrosanto derecho a la gran propiedad privada, porque todos la tienen y no hay envidia.

Un paraíso donde el Grupo Paval, de Parmiento Pangulo, Pancolombia, Pavivienda, etc, ayudan a todos a permanecer ricos e incrementar sus fortunas. Donde la organización Pardilla Pulle, endulza la vida de toda la población con gaseosas, azúcar y noticias del entretenimiento para hacerla más placentera, donde Paracol y Radio Pasa de Pariño, Revista Pemana, con Picky Pávila a la cabeza, se encargan de mostrar la crueldad que existe en los demás países, incluido el vecino Colombia, para crear conciencia de lo que podría llegar a ocurrir si se descuidan.

Un país donde los supermercados y supertiendas Polímpica de la familia Pchar, almacenes Péxito (que ayudan a subsidiar con bonos al PESMAD) mantienen inundado el mercado de todos los productos habidos y por haber, entre los que se pueden destacar las carnes producidas por los socios de Pedegán, en sus gigantescas haciendas, como las de la familia Paufaurie. Ni que decir de ese gran filántropo Peñe Pernández, que recogía plata y financiaba campañas políticas para que ganara la presidencia el político que mejor pudiera garantizar que Polombia se pareciera cada vez más a su vecino Colombia, como advertía siempre el eterno y bienamado Pálvaro Puribe y para que los escaños del Pongreso de la Pepública pudieran llegar “ciudadanos de bien” como Paloma Palencia, Posé Pobdulio Paviria, Paria Pernanda Pabal, Paria Posario de la Pespriella, Permán Pargas, Pernesto Pacías, Parlos Pelipe Pejía, y otros más con P de Polombia, incluidos los áulicos y bufones como Polo Polo, Patalia Pedoya y…

En fin, Polombia es ese país donde 44 o 45 millones de inmigrantes envidiosos, arrastrados, patirrajaos, indios, negros, trabajadores, jóvenes, mujeres y quien sabe que más raleas tratan de colarse desde la vecina Colombia y las Puerzas Pilitares, la Policía Pacional y el PESMAD, tratan de disuadir muy amistosamente de semejante propósito y en caso de que alguien se moleste hay un grupo de “camisas blancas” de la “gente de bien” dispuesta a garantizar la resolución del conflicto que se presente con “Plomo es lo que hay, plomo es lo que viene”.

Eso es lo que quiere proteger el Pinistro de Pefensa de Polombia con sus orientaciones a la puerza pública en el Penado de la Pepública y que de seguro repetirá el 25 de mayo en la Pámara de Prepresentantes de Polombia.

El problema, Ministro Molano, es que usted omitió informar sobre la violación de Derechos Humanos, del DIH, sobre los asesinatos, torturas, maltrato, agresiones, abusos sexuales contra las mujeres, desapariciones, uso desproporcionado de la fuerza y demás vejámenes que las fuerzas a su cargo están cometiendo contra el pueblo en todo el país vecino: Colombia.

Todos ustedes deberían irse definitivamente para Polombia para que los que vivimos en Colombia, con C, podamos construir un país con todo el abecedario.

Por Ricardo Montes – NO Picardo Pontes

EL PUEBLO DEL VALLE, BAJO FUEGO OFICIAL

Por Luis Alfonso Mena S.

Quebrantar a sangre y fuego la resistencia juvenil y popular en barrios del norte, el oriente y el sur de Cali se ha convertido en el modus operandi del régimen de Iván Duque, que arremete con su policía, el Esmad, el Goes, la Sijin y civiles armados, ante el silencio del alcalde Jorge Iván Ospina.

Lo mismo ocurre en los municipios del departamento del Valle del Cauca (Yumbo, Buga, Palmira, Tuluá, Zarzal, Cartago, Buenaventura y otros), donde jóvenes, con el respaldo de la población, mantienen en firme los plantones de resistencia, en desarrollo del Paro Nacional, que el martes 25 de mayo llega a su día 28.

En lo departamental, las acciones represivas cuentan con la complicidad de la gobernadora, Clara Luz Roldán, alfil de la llamada baronesa del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, y de algunos alcaldes, que ceden ante las exigencias de la mandataria seccional, dedicada a cumplir órdenes de Duque y de su cúpula policial y militar.

Así, en medio del fuego de las armas del Estado, de la represión oficial contra el pueblo en el sector de Calipso, en la noche del sábado 22 de mayo de 2021 fue asesinado a balazos el joven John Erick Larrahondo, de 22 años de edad, y seis personas más quedaron heridas.

Uno de los heridos mostró en público las lesiones que sufrió en su pecho al ser rozado por lo que denominó como un tiro de fusil, arma que habría sido usada por las fuerzas de represión contra los jóvenes concentrados en los plantones de resistencia de Calipso y Puerto Maderas, oriente de la ciudad.

La noche del sábado 22 de mayo, como lo transmitió el Canal 2 de Cali, hubo fuego oficial durante toda la noche, de lo cual fueron testigos los periodistas de este medio, defensores de derechos humanos presentes en el lugar y el congresista John Jairo Hoyos.

Hoyos sostuvo que en la sesión de moción de censura en la Cámara de Representantes contra el ministro de Defensa, Diego Molano, este martes 25 de mayo, haría la denuncia formal sobre la noche de terror vivida por él y miles de personas del populoso sector del oriente de Cali, afectados por las balas de la policía.

Pero el terror oficial no para y en la noche del domingo 23 de mayo se registraron nuevos hechos de represión por parte de la policía de Cali, que obra sin ningún control, como fuerza de ocupación en los barrios populares.

Esta vez la zona atacada fue la del Puente de los Mil Días, rebautizada por la comunidad como Puente de las Mil Batallas, donde reporteros populares, desde los plantones, transmitieron imágenes de los disparos hechos contra los jóvenes.

Éstos evitaron que escaparan individuos vestidos de civil que desde un vehículo automotor atacaron a balazos a los pobladores del sector.

Luego, en otro punto del oriente de Cali, se supo que el joven Keivan Joao Valencia Estrella, natural de Buenaventura, fue asesinado: “Vuela alto mi socito, gracias por tu lucha, diste tu vida por la de nosotros, ve con Dios”, escribieron amigos suyos en redes sociales.

Keivin Joao residía en Cali, era estudiante de quinto año derecho de la Universidad Libre, seccional de la capital del Valle, y tenía 21 años de edad. La constatación de la responsabilidad de este homicidio está por ser establecida.

CRONOLOGÍA DEL ASEDIO ARMADO

Los plantones juveniles de resistencia están siendo violentados por la policía y personas de civil en Cali cuando llega el atardecer y durante todas las noches.

Como hemos descrito en otros informes, balaceras protagonizadas por los cuerpos represivos del Estado se produjeron en las noches en Puerto Maderas y Calipso, donde fue asesinada la joven madre de familia Angie Johanna Valencia Ordóñez, cerca del almacén Éxito, sitio sobre el cual se ha denunciado que fue usado por la policía para detener y torturar personas en la noche del miércoles 19 de mayo.

Paso del Aguante (Paso del Comercio) también fue escenario de ataques armados contra el platón juvenil, y allí pistoleros a bordo de un taxi y dos motos asesinaron al joven Sandy Bladimir Sierralta Rodríguez, de nacionalidad venezolana, e hirieron a varias personas más, el jueves 20 de mayo.

Durante los días siguientes, viernes 21 y sábado 22, la agresión se concentró de nuevo contra los plantones de resistencia de Puerto Maderas y Calipso por parte de la policía, donde fue asesinado el joven John Erick Larrahondo.

Allí la comunidad hace énfasis en que se están usando armas largas por parte de los órganos de represión del Estado contra el pueblo, y muestran gran cantidad de casquillos de balas utilizadas en armas cortas y largas, así como sus impactos en rejas de antejardines y casas.

Las noches de fuego oficial contra los jóvenes desembocaron el domingo 23 de mayo de 2021 en el Puente de las Mil Batallas (Puente de los Mil Días).

Ya el 3 de mayo y días y noches sucesivos la policía llevaba a cabo una violenta agresión contra el barrio Siloé y aledaños, en el sur de Cali, con gases y armas de fuego, que dejaba, de acuerdo con defensores de derechos humanos, siete personas asesinadas y decenas de heridos.

La comunidad denuncia insistentemente que en noches tenebrosas la policía y sus cómplices incurren en cortes de energía y del servicio de internet, para actuar a sus anchas y evitar que la ciudadanía transmita en vivo por redes sociales de lo que ocurre.

En medio de todas estas tropelías, los órganos de represión utilizan hoteles para concentrar a sus policías: ocurrió en el sector de La Luna, con el hotel del mismo nombre, en la segunda semana del paro, y se ha denunciado ahora en el sector del Puente de las Mil Luchas (Puente de los Mil Días), con el hotel Eclipse.

Asimismo, el almacén Éxito de la Autopista Simón Bolívar, en el sector de Calipso, ha sido ocupado también por las fuerzas policiales durante días, con la anuencia de sus propietarios, y la población denuncia que en su interior se cometieron violaciones de los derechos humanos, que no han sido esclarecidos por ningún órgano de control ni por la Fiscalía.

La comunidad reclama que haya una investigación seria, pero la respuesta más paradójica, que la población recibe como una bofetada, es el acto en el que el ministro de Defensa, Diego Molano, entrega como premio tarjetas Éxito a los agentes que participaron en la represión en la zona.

En la noche del lunes 24 de mayo los servicios de energía, internet y telefonía celular fueron extrañamente cortados en barrios que circundan Puerto Resistencia (antes Puerto Rellena), en el sur oriente.

Allí nació el primer plantón popular en Cali, durante el Paro Nacional del 21 de noviembre de 2019.

Vecinos alertaban sobre una nueva oleada de represión oficial contra el plantón juvenil y popular de este sector, que hace días sacó al Esmad de la Policía con la resistencia pacífica.

Ante todo lo descrito en materia de represión en Cali, no hay pronunciamientos de fondo sobre la actuación policial por parte del alcalde Ospina, de alguno de sus altos funcionarios, de la llamada Secretaría de Paz o de la Subsecretaría de Derechos Humanos.

FUEGO EN EL VALLE DEL CAUCA

Mientras tanto, en su afán por romper el paro y especialmente los plantones pacíficos impulsados por la juventud, son numerosos los actos de represión de los órganos armados del Estado en el departamento del Valle del Cauca.

Como denunciamos en otro informe de PERIODISMO LIBRE, en Yumbo tuvo ocurrencia una jornada de terror policial entre la noche del domingo 16 de mayo y todo el lunes 17, la cual que dejó muertos y heridos, a pesar de lo cual la población continúa en los plantones y firme con el Paro Nacional.

Las personas asesinadas en la represión policial contra el pueblo de Yumbo son cinco: el 29 de abril, Dadimir Daza; el 17 de mayo, Michael Joan Vargas López, Jhon Alexander Yotengo Chagüendo y José Mauricio Velasco Orozco, y el 19 de mayo, Michael García Yepes.

El número total de heridos en Yumbo es de 96, de acuerdo con cifras entregadas por Rodrigo Vargas Becerra, del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos en ese municipio.

En inmediaciones del corregimiento de Dapa, jurisdicción de Yumbo, donde se levantan condominios de la oligarquía caleña, se produjo recientemente un falso positivo judicial contra seis jóvenes, entre ellos un menor de edad, porque participaban en un plantón.

Por gestiones de defensores de derechos humanos como Iván López y juristas demócratas, los detenidos fueron dejados en libertad, pues el juez del caso no encontró ningún soporte en las “pruebas” presentadas por la Fiscalía.

En Buga y Tuluá han sido denunciados actos de represión contra participantes en el paro, y en Cartago la comunidad pone al descubierto la ocupación casi cotidiana de barrios cercanos al punto de resistencia juvenil, en la salida hacia Pereira, para violentar y detener a participantes en el paro.

En la carretera hacia Buenaventura, cuyo puerto se encuentra paralizado por la protesta ciudadana, policías y militares incursionaron con disparos y gases lacrimógenos desde la madrugada del domingo 22 de mayo en los sectores de La Guinea y La Delfina.

James Larrea, de la Comisión de Derechos Humanos de la CUT, denunció que en La Guinea fueron detenidos de manera arbitraria cinco líderes sociales, entre ellos José Gueía Quitungo y Alex Lúlico, consejero de la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca, Orivac.

En el corregimiento de La Paila, perteneciente al municipio de Zarzal, en el norte del departamento, policías y personas de civil incursionaron apoyados por el Esmad para detener a varios participantes en el paro, sin órdenes judiciales.

Allí se produjo un hecho de resistencia protagonizado por las mujeres del corregimiento, que evitaron la detención y/o desaparición de sus líderes y familiares.

Fue de tal magnitud el atropello cometido en La Paila, que la alcaldesa de Zarzal, María Teresa Giraldo, se pronunció de manera enérgica rechazando tal procedimiento y exigiéndole a Iván Duque el retiro inmediato del Esmad de su municipio.

Así, la resistencia y la desobediencia popular se extienden, y se empiezan a manifestar cada vez más sectores de la sociedad, que ya no aguanta más asesinatos, torturas, desapariciones, heridos y demás violaciones de los derechos humanos por parte del régimen uribista de Iván Duque, portavoz de lo más excluyente y oscuro de la clase dirigente oligárquica en Colombia.

TOMADO DE:

Jamundí, lunes 24 de mayo de 2021.

PERIODISMO LIBRE

https://luisalfonsomenas.blogspot.com/2021/05/represion-del-regimen-de-duque-dejo.html

Detenciones, desapariciones y muertos en el marco del Paro Nacional en Colombia – InformativoNG