Archivo diario: 4 mayo, 2021

Colombia. Segunda alocución de Gustavo Petro, sobre la situación nacional

Colombia… Masacre Nacional

ULTIMO MINUTO!! INTERVENCION INTERNACIONAL EN COLOMBIA ES SOLICITADA POR COLOMBIANOS

COLOMBIA: «ESTADO DE SITIO A LOS HAMBRIENTOS»

ESTADO DE SITIO A LOS HAMBRIENTOS

Por Quintin Mina

La política de seguridad nacional nunca se desmontó en América latina, el Estatuto de Seguridad se cambió por Seguridad Democrática, continúa y continuará en Colombia, como continúan el Hambre y la pobreza, la deseducación y la enfermedad perenne, -hoy llamada Coronavirus- las puertas de la despensa y bodega de recursos naturales y materias primas llamada Colombia, siguen abiertas y despachando para el norte, mientras las ratas pseudo-políticas corroen y pudren todo lo poco que queda para el pueblo; nunca debimos aceptar al Estado oligárquico y mafioso como una democracia; desde los años 40 del siglo pasado, el pacto oligárquico ha gobernado dentro de los parámetros del fascismo, utilizando la doctrina de Seguridad Nacional con la política criminal del Enemigo Interno, inventada e impuesta por el imperio norteamericano en los 60. 

Hoy asistimos al desenmascaramiento total del talante fascista del Estado colombiano, cuando, como siempre, este ha respondido a la protesta de los sectores populares, masacrando, torturando, desapareciendo a los jóvenes participantes de las movilizaciones del Paro Nacional contra las políticas de despojo y sometimiento que pretenden reducir la calidad de vida y los recursos indispensables para la subsistencia digna de las comunidades más empobrecidas, contra lo poco que queda de la clase media colombiana. Esa Reforma Tributaria –“retirada”- y la consecuente renuncia del ministro de Hacienda Carrasquilla por la fuerte presión ejercida por el pueblo mediante la movilización masiva, es parte un paquetazo impuesto por el FMI y el BM por los prestamos por más de 20.000 millones de dólares asignados supuestamente para paliar la pandemia, comprar medicamentos y vacunas y reactivar la economía-. La reforma a la salud, dirigida a suprimir totalmente el derecho a la salud de los estratos 1, 2 y 3 que está en trámite legislativo también será denunciada y combatida pacíficamente en las calles. Esa por ahora frustrada reforma, es totalmente opuesta a las condiciones y necesidades de la población que ha estado encarcelada en sus casas por más de un año, muchos sin trabajo ni generación de ingresos, en el caso de pequeños y medianos empresarios, que cerraron sus negocios en la total quiebra

El Ejército Nacional y la Policía Nacional con su escuadrón de operaciones especiales –ESMAD- arremetieron contra el “enemigo interno” desde el 28 de abril para contenerlo y reducirlo y en lo posible exterminarlo, utilizando táctica y estrategia de guerra con armas letales – como si los manifestantes fueran soldados de otro país-; este despliegue militar obedece a las ordenes emitidas por su jefe y líder patriarcal Alvaro Uribe Vélez, el dictador genocida que no está en la sombra; el comandante del ejército dio el primer parte de guerra informando que sus hombres ya se estaban movilizando y tomando posiciones frente a los enemigos –alrededor de cinco millones distribuidos en todo el país- lo mismo dice el ministro de guerra Molano, este último hace un llamado a la sociedad para que denuncie y combata a esos “vándalos” y “delincuentes”; sin embargo, ninguno de estos señores de la guerra informó sobre las cifras reales de bajas enemigas, ni sobre desmanes de la tal “fuerza pública”. El ejército y la policía perdieron la poca credibilidad que tenían, pues los altos mandos politicomilitares –militares politizados- enfrentaron el pueblo armado y obediente al pueblo digno y desarmados, que son el mismo pueblo. En ningún momento el gobierno invocó a la Constitución Política de Colombia, ni el Derecho internacional Humanitario, ni las funciones legales de las Fuerzas Armadas y la policía– artículos 217- 218- para frenar la protesta social estigmatizada y criminalizada por el gobierno y los medios oficiales, quienes entonan la sinfonía uribista-fascista. Todo ese movimiento de tropas y de artillería terrestre y aérea por proteger y acrecentar la riqueza de los multibillonarios, de los funcionarios corruptos de todos los poderes del Estado y del capital mafioso corporativo internacional, a costilla del pueblo.

El país viene conmovido desde noviembre de 2019 (Paro Nacional), por la reforma tributaria de ese año, que también debería desmontarse para recuperar recursos para mitigar las consecuencias de la crisis económica y sanitaria; a pesar de la “pandemia” la movilización popular estuvo presente en las calles en 2020, contra las medidas dictatoriales del títere Iván Duque dentro de la dinámica del Paro Nacional, autoconvocándose y autodirigiendose alegre y culturalmente como lo hace hoy.

27 es el número de muertos en cuatro días de paro (incluidos 2 de la fuerza pública), más de 200 heridos, entre estos algunos de la fuerza pública, 10 violaciones de mujeres por policía y ESMAD, más de 500 detenidos, un número indeterminado de desaparecidos y torturados en todo el país, todos jóvenes en su mayoría de los estratos 1, 2 y  3 en más de 10 ciudades capitales y muchos municipios del país, reportados por la ONG Temblores; la mayoría de muertos y heridos son de las ciudades de Cali y Palmira, donde se pasó del agua a presión y el gas a la bala de fusil, a la tortura y el amedrentamiento, a allanamientos ilegales, a la toma de algunas residencias como cuarteles del ESMAD, a la mutilación visual de más de 13 jóvenes por francotiradores de la Fuerza Pública; también 44 defensores de Derechos Humanos fueron agredidos y los abusos policiales y del ejército llegó a 375 en todo el país. En ningún momento se aplicó el principio de proporcionalidad, característica fundamental del Estado.

Estamos aprendiendo de la movilización, de la lucha directa de los sectores populares, en la identificación y el tratamiento de sus enemigos y de las posibilidades de construcción de un mejor país, pues en estas movilizaciones floreció la solidaridad popular, sectores de clase media, inclusive alta, saludaban a los manifestantes, y algunos salieron de sus apartamentos a acompañar las marcha en ciudades como Bogotá Cali, Medellín entre otras, los indígenas hicieron efectiva presencia en estas ciudades, dándonos una lección de coherencia y fortaleza, movilizándose por carreteras, igual hicieron las comunidades negras, las mujeres, los artistas, los LGTBI, los trabajadores del campo y la ciudad y los camioneros que se sumaron en defensa de sus ingresos, pues la reforma pretende la creación de cientos de peajes en carreteras y ciudades, además del aumento en los precios de los combustibles, los alimentos y hasta los entierros.

Mientras no hayan cambios estructurales en la economía y la sociedad, en la política a favor del pueblo, el Estado seguirá siendo el depredador y represor de los pueblos, especialmente el colombiano; por lo que este tipo de luchas no son suficientes para cambiar nuestra realidad, hace falta construir otras formas de autogobierno, nuevas y mejores prácticas de producir nuestros propios bienes y servicios, mas comunitarios, más solidarios, una educación propia, científica, una justicia una cosmovisión fundada en la solidaridad, el respeto y la compasión, una economía propia con aplicación tecnológica de acuerdo a las necesidades y capacidades respetando la integralidad humana y de la naturaleza, en cooperación e intercambios con los pueblos latinoamericanos y del mundo; cambios necesarios en nuestras comunidades, en territorios rurales y urbanos y en el país, siempre sin dejar de confrontar al Estado por nuestros derechos constitucionales, consuetudinarios y universales, colectivos e individuales, pues somos contribuyentes y continuamos viviendo dentro de este sistema oprobioso y criminal

Mayo 3 de 2021

CALI, autor anónimo

Lo comparto por la fuerza vital que trae. NO tiene otro autor que el sentimiento.

Sobre la bomba social que estalló en Cali

¿Qué quiénes son los que estamos llenando las calles de Cali protestando? Son los mismos de los barrios populares estratos 1 y 2, son los jóvenes del Distrito, de la Ladera, son las familias de cientos de miles de vendedores ambulantes que viven del día, de los 10 o 20 mil pesos diarios, son los jóvenes de familias disfuncionales, los jóvenes sin trabajo, somos los de esa Cali negra de la mente de Dimartillo, son los jóvenes cansados de promesas politiqueras.

Somos las organizaciones de base que hemos estado ante el dolor de una guerra parida por el microtráfico, por el hampa, por la desigualdad y la pobreza en esta ciudad de furia.

Ahí nos tienen, llenos de indignación, llenos de esperanza. ¿Qué hubo vándalos? Por supuesto ya lo hemos visto, pero en medio de las calles he visto respeto, por parte esos mismos jóvenes, hacía el personal de la salud, hacía los comerciantes. He visto resistencia a seguir sobreviviendo con cuatro pesos, con una ciudad llena de desigualdad, de hampa institucional, politiquera y racista. No olvidemos que hemos sido, somos y quizá seremos la ciudad más violenta de Colombia y llevar ese lastre pesa, oprime.

La Cali que está en las calles es el reflejo de una ciudad cansada de la falta de oportunidades, cansada de recurrir a un «ParaEstado» operado por el microtráfico, la Policía y los Políticos.

Entonces esa Cali que hoy llena las calles, que paraliza el día a día merece esta oportunidad, porqué quizá no habrá otra cerca. La Cali difícil, la Cali de los atracos, de los niños sicarios, de los motoladrones, de las invasiones, la Cali de los despojados, la Cali pobre hoy estalló.

Si hoy miramos el retrovisor, humanamente Cali no ha tenido ningún progreso. ¿Qué han construido una Cali bonita y cuasi desarrollada? Si. Pero vacía, coca, sin formación y sin cohesión comunitaria alrededor del concepto de ciudadano. Se han unido más alrededor del fútbol, de la Feria, que de lo que verdaderamente tiene que juntarnos y enseñarnos.

Ninguno (de esos hombres de poder, que toman decisiones) pensaron en la educación de un pueblo como Cali. Todos los diagnósticos sociales que abundan en esta red social, que elaboran psicólogos, sociólogos, concejales, exalcaldes, violentólogos y demás, han quedado cortos.

Lo hemos sostenido en otros espacios. No basta solo con meter la cabeza en el infierno, ahí adentro hay que abrir los ojos. Nadie los ha abierto, ni siquiera esos «hombres de poder» de mi ciudad.

Adentro en los barrios de Cali hay miles de niños y niñas q alimentan sus mañanas con bigcola (500 pesos) y frituras empaquetadas piratas (200 pesos). Adentro hay una realidad q nadie la ha medido ni nadie la ha contado. Todos y todas han pasado con la visión del DRON, tan ruin y miserable.

Hace falta una visión de calle, de alcantarilla, de roedor, para saber con certeza la vida que viven las familias de esa Cali desigual.

Nuestra voz hoy se sienta sobre una historia de 30 años tratando de educar a niños y niñas que viven en barrios donde es más importante el consumo y la venta de droga que una biblioteca, a una infancia que hace de su universo un par de cuadras a la redonda, a una infancia que no ha podido conocer su barrio por el «miedo ambiente», una infancia cuyo clímax de vida termina siendo los 13 o los 20 años a lo mucho. Han sido 15 años de entrega que vemos reflejado en una comunidad (Petecuy) que no ha salido a destrozar a su semejante, que no ha causado mayor problema, pero que ha salido con vehemencia a comprender la sociedad y la situación actual del país. Y esa fuerza mental, sólo la pueden dar los libros, las bibliotecas y la lectura. Por eso esta noche, en medio de los cacerolazos de fondo, decimos:

Queremos un Biblioghetto como estrategia pública d lectura, queremos salvar vidas, queremos despertar las mentes, queremos ser lumbrera para todos esos barrios llenos de seres humanos que han sido olvidados, invisibilizados. Seguiremos en las calles.

Ese es nuestro lugar en la vida.

Algunas de las víctimas mortales en el Paro Nacional hasta el 2 de mayo

Nicolás Guerrero, Brayan Niño y otras 17 víctimas mortales en el Paro Nacional

3 may 2021 – Por: Redacción Nacional

Tras seis días de manifestaciones, se conoció que la Defensoría del Pueblo publicó un listado de 19 personas que han muerto en el marco de las protestas.

Familiares y amigos de Nicolás Guerrero, quien fue asesinado durante enfrentamientos con la policía antidisturbios en una protesta, se reúnen alrededor de velas  y las palabras "Nico fue asesinado por ESMAD" ("Escuadrón Móvil Antidisturbios", durante una vigilia en su honor, en Cali.
Familiares y amigos de Nicolás Guerrero, quien fue asesinado durante enfrentamientos con la policía antidisturbios en una protesta, se reúnen alrededor de velas y las palabras «Nico fue asesinado por ESMAD» («Escuadrón Móvil Antidisturbios», durante una vigilia en su honor, en Cali. / Agencia AFP

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En el sexto día del Paro Nacional, la Defensoría del Pueblo dio a conocer que hasta el momento han fallecido 19 personas en el marco de la protesta, de los cuales 18 son civiles y uno es un policía. Si bien los hechos no son responsabilidad exclusiva de la Policía, porque también hubo ciudadanos disparando contra otros, la entidad reportó que 11 de los casos ocurrieron en Cali y municipios aledaños, donde los enfrentamientos entre protestantes y la Fuerza Pública estuvieron rodeados de tiroteos. El llamado de la Defensoría es a que la Fiscalía y Medicina Legal verifiquen lo ocurrido. Si bien no existe una cifra exacta, se estima que son casi 300 personas heridas. Otro de los fallecidos en medio de las marchas, al parecer, fue por causa natural.

Desde la Policía confirmaron que el único caso confirmado de un uniformado muerto durante el Paro Nacional fue el del capitán Jesús Alberto Solano Beltrán, quien fue asesinado tras recibir cuatro puñaladas cuando intentó evitar el saqueo de un establecimiento comercial en Soacha. El oficial murió luego de estar dos días internado en una Unidad de Cuidados Intensivos. La Fuerza Pública indicó que también han sido heridos 540 uniformados, siendo Bogotá (163), Cali (156) y Medellín (49) las ciudades con el mayor número. Del total de heridos, 21 policías fueron hospitalizados y cinco de ellos fueron ingresados a UCI.

La Defensoría del Pueblo señaló que aún continúa verificando el número de víctimas mortales, en especial, tras los hechos ocurridos en la noche del domingo y madrugada de este lunes en el peaje que conecta a Cali con el municipio de Palmira. Organizaciones de derechos humanos y la ciudadanía denunciaron que la Fuerza Pública disparó contra los protestantes que bloquearon la vía y varios de ellos se escondieron en los cañaduzales aledaños. A continuación, El Espectador revela el listado de 16 personas que murieron en el marco del Paro Nacional.

28 de abril

1. Michel David Reyes Pérez (Bogotá)

Según el reporte que maneja la Defensoría del Pueblo, se trata de un hombre de nacionalidad extranjera que estaba junto a otras dos personas deteniendo vehículos para exigir una suma de dinero a cambio de dejarlos continuar su marcha. Al parecer, al ver esta situación un comerciante del sector empezó a dispararles e impactó Michel David Reyes Pérez, quien murió al poco tiempo.

2. Juan Diego Perdomo Monroy (Neiva)

El reporte que entregaron las autoridades en su momento es que el estudiante de 20 años de Artes en la Universidad Surcolombiana salió de su casa a las 7:30 de la mañana para hacer parte de la jornada de Paro Nacional con otros de sus compañeros. A la espera de un resultado del examen de Medicina Legal, la Policía dio a conocer un video en el que se ve al joven desplomarse en el piso en un momento en que no existía confrontación alguna entre la Fuerza Pública y los manifestantes. El primer indicio es que su fallecimiento fue producto de una falla cardíaca.

3. Marcelo Agredo Inchima (Cali)

Se trata del único menor de edad reportado por la Defensoría del Puebo como muerto en las manifestaciones. Tenía 17 años y el 28 de abril, junto a su hermano, salió a protestar al sector de Puerto Rellena –también conocido como Puerto Resistencia por ser el lugar de mayor concentración y confrontación ciudadana en Cali–. En horas de la tarde, mientras los problemas de orden público aumentaban en ciertas zonas de la ciudad, Marcelo Agredo estaba junto a otros jóvenes en una disputa con la Policía.

En medio de la disputa, el menor salió corriendo e intentó pegarle una patada a un uniformado motorizado. La reacción del Policía fue sacar su arma de dotación y disparar en dos oportunidades contra Agredo, quien cayó unos metros más adelante al recibir un impacto de bala en la cabeza. Los hechos quedaron registrados en tres videos que muestran cómo el patrullero dispara y Marcelo Agredo cae muerto en el andén al frente de una casa en el barrio Mariano Ramos. Su familia sostuvo que fue asesinado a quemarropa.

https://www.elespectador.com/noticias/nacional/nicolas-guerrero-brayan-nino-y-otras-16-victimas-mortales-del-paro-nacional/?jwsource=cl

4. Cristian Alexis Moncayo Machado (Cali)

Según el reporte de la Defensoría del Pueblo, los hechos ocurrieron en medio de una intervención de la Policía para evitar el saqueo de un establecimiento comercial. Al parecer, Cristian Moncayo estaba departiendo con otras personas en una calle del barrio Los Pinos y, al ver que se acercaba la Fuerza Pública disparando contra quienes estaban en los saqueos, emprendió la huida. Mientras corría fue alcanzado por un disparo en su pecho y al ser trasladado a un centro asistencial falleció por la gravedad de la lesión.

5. Stiven Sevillano Perea (Cali)

El joven de 18 años iba junto a su madre por el barrio Manuela Beltrán en la capital del Valle. En un momento se encuentra con unos conocidos y, según los testigos, un hombre de camiseta roja empezó a disparar contra las personas ahí presentes. Una de las balas impactó en Sevillano, quien fue trasladado en un principio a la clínica Versalles y luego al Hospital Universitario, donde murió horas después.

6. Charlie Parra Banguera (Cali)

Según los reportes, Parra, de 22 años, se encontraba junto a su amigo Héctor García, con quien se dirigía a uno de los puntos de la manifestación en el oriente de Cali. Fue entonces que la situación en la calle se caldeó y comenzaron a enfrentarse a las autoridades, que respondieron disparando a los protestantes. En medio de ese cruce en el barrio Marroquín 2, Parra fue impactado con un disparo, al parecer, de un Policía. Tras llegar al hospital los médicos no pudieron hacer nada y murió.

29 de abril

7. Miguel Ángel Pinto Mona (Cali)

El día jueves al mediodía, Pinto salió de su casa en el barrio Comuneros hacia el sector de Puerto Rellena para unirse a los clamores del Paro Nacional. Ese día los enfrentamientos con la Fuerza Pública fueron constantes y, en medio del caos y de disparos, el joven fue herido en el abdomen con un impacto de bala. A pesar de ser trasladado de urgencia a un centro asistencial, falleció producto de las heridas.

8. Dadimir Daza Correa (Yumbo)

La Defensoría del Pueblo no tiene mayor información sobre el caso. Lo que se conoce es que Daza Correa estaba participando de las manifestaciones y al medio día fue llevado a un centro de salud por heridas con arma de fuego. A las pocas horas, el CTI de la Fiscalía informó que el hombre había muerto. “Al momento se desconocen los móviles del hecho”, se lee en el reporte de la entidad.

9. Daniel Felipe Azcárate Falla (Cali)

Según los reportes entregados a la Defensoría del Pueblo, Daniel Felipe Azcárate se encontraba con un grupo de amigos manifestando en el Paro Nacional. En el lugar en el que se encontraba inició una confrontación entre varias personas que portaban armas de fuego y comenzaron a dispararles a ellos también. Al emprender la huida, fue interceptado y retenido con un hombre que, según la información recopilada, le propinó varios disparos. Su muerte fue confirmada al llegar a un centro de salud que intentó auxiliarlo.

10. Edwin Villa Escobar (Cali)

Sobre el caso de Edwin Villa no hay mucha información. Sin embargo, se sabe que murió baleado en el barrio El Diamante en medio de las manifestaciones del Paro Nacional. Al hombre lo intentaron auxiliar en un centro asistencial pero llegó sin signos vitales.

30 de abril

11. Einer Alexander Lasso Ocampo (Cali)

Nuevamente, en el barrio El Diamante, a una cuadra de donde murió Edwin Villa Escobar, se presentaron disparon en medio de las confrontaciones con la Policía. En esos hechos murió Einer Alexander Lasso. Según la Defensoría, solo hasta después de la media noche del viernes se logró acceder al lugar de los hechos, pues era una de las zonas de mayor confrontación de la ciudad. “Mediante material fílmico se evidencia una detonación en inmediaciones donde fallece la víctima”, se lee en el informe de la Defensoría.

12. José Augusto Ortiz Cortes (Cali)

Según los registros, en el barrio Poblado II se encontró el cuerpo de José Augusto Ortiz Córtez, quien al parecer murió por heridas de arma blanca. La hipótesis es que fue víctima de un atraco al no encontrar sus pertenencias en el lugar de los hechos

13. Kevin Yair González Ramos (Cali)

El joven fue encontrado en el el barrio Villa del Sur. Aún se desconoce la causa de su muerte pero su muerte ocurrió en el marco del Paro Nacional. Su cuerpo fue encontrado con heridas de arma blanca y sus pertenencias, como el celular y los documentos, no estaban junto a él. Las autoridades investigan los hechos.

14. Jesús Flórez (Pereira)

Se trata del único caso de un señor de la tercera edad que, se presume, murió producto de gases lacrimógenos en el municipio de La Virginia. Las autoridades están a la espera de los resultados de los exámenes médicos y confirmar en qué marco se registraron los hechos.

1 de mayo

15. Brayan Niño (Madrid, Cundinamarca)

En la noche del 1 de mayo, cuando las confrontaciones entre manifestantes y Policía estaban en un punto álgido, el joven de 20 años, Brayan Niño cayó muerto en las calles del municipio de Madrid tras recibir dos impactos de bala. El gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, solicitó a las autoridades esclarecer los hechos e identificar quién lo mató y por qué la Policía hizo uso de armas de fuego. El joven, además, tenía un hijo de dos años.

16. Santiago Andrés Murillo (Ibagué)

Durante la jornada de manifestaciones del 1 de mayo, Santiago Andrés Murillo fue junto a un grupo de conocidos . En horas de la noche, por la carrera 5 con calle 60, en frente de la librería Panamericana, el joven de 19 años iba junto a un grupo de personas. Una de ellas lanzó una piedra contra una tanqueta a lo que la respuesta de uno de los policías motorizados fue disparar contra los manifestantes. Ahí resultó herido Santiago Murillo en el tórax. Tras confirmarse su muerte al día siguiente, miles de manifestantes se reunieron en el punto donde cayó muerto para rechazar el crimen a manos de la Fuerza Pública.

La Policía Nacional, por su parte, publicó un comunicado en el que lamenta el fallecimiento de Santiago y se compromete a prestar toda su colaboración para que su muerte sea esclarecida lo más pronto posible: “La Policía Nacional lamenta profundamente la muerte del joven Santiago Andrés Murillo, ocurrida la noche anterior en inmediaciones del centro comercial Multicentro, en la ciudad de Ibagué. Los hechos, que penalmente son investigados por el CTI de la Fiscalía, ocurrieron en medio de disturbios por las manifestaciones”.

2 de mayo

17. Nicolás Guerrero (Cali)

El caso de Nicolás Guerrero se ha convertido en uno de los más emblemáticos en el marco de las protestas del Paro Nacional tras morir asesinado con un disparo en la cabeza por parte de la Policía. El joven de 22 años se encontraba en el sector de la 14 de Calima, donde se llevaba a cabo una velatón en memoria de las personas muertas en medio de las protestas, que terminó en enfrentamientos entre Esmad y algunos manifestantes. Un usuario en la red social Instagram transmitió en vivo desde el lugar de los hechos, y en el video se escuchan varias personas gritando y tratando de auxiliar a Guerrero, quien cayó al suelo tras recibir un disparo.

Los hechos ocurrieron en el sector del Paso del Comercio, una de las zonas más convulsionadas durante las manifestaciones al ser uno de los puntos de salida de Cali y que comunica a la ciudad con el aeropuerto y Palmira. El caso de Guerrero tuvo una mayor exposición porque el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, fue quien confirmó que el joven murió tras recibir un disparo y que eran familiares: “Nicolás Guerrero es hijo de mi primo. Es un muchacho de Floralia, es un muchacho bien. Salió en la madrugada y tuvo una herida por arma de fuego en la cabeza”.

18. Jefferson Alexis Marín Morales

A pesar que la misma Defensoría advierte que se trata de una muerte que no está relacionada directamente con el Paro Nacional, la entidad solicitó a la Fiscalía investigar el homicidio de Jefferson Alexis Marín, quien murió luego de recibir un disparo en la cabeza cuando se produjo una asonada en la Comuna 6 de Medellín. Según los primeros registros, el hombre de 33 años y constructor de oficio resultó herido luego de que la Policía, en medio de un registro a unas personas, intentó controlar una asonada con disparos. Al parecer, existe un video en el que quedó registrado como uno de los uniformados hizo disparos. Sin embargo, en la grabación no queda registrado si impactó a alguien.

A pesar de que en el reporte de la Defensoría del Pueblo está en constante actualización, uno de los casos en Cali que también fue denunciado por organizaciones defensoras de derechos humanos fue el de Jeison Andrés Angulo Rodríguez, un hombre de 24 años que fue hallado muerto en el barrio Floralia en la noche del 1 de mayo, en inmediaciones del Paso del Comercio, una de las zonas que más enfrentamientos violentos registraron entre manifestantes y la Policía.

ARTICULO TOMADO DE «EL ESPECTADOR»

https://www.elespectador.com/noticias/nacional/nicolas-guerrero-brayan-nino-y-otras-16-victimas-mortales-del-paro-nacional/