Archivo diario: 22 abril, 2021

Duque lo «LOGRÓ» con el PARO-28

28 DE ABRIL: TODOS AL PARO

COMANDO NACIONAL UNITARIO

ONCE RAZONES DEL COMANDO NACIONAL UNITARIO PARA EXIGIR EL HUNDIMIENTO DE LA REFORMA TRIBUTARIA

Bogotá, 16 de abril de 2021. El Comando Nacional Unitario, conformado por lasCentrales Sindicales CUT, CTC y CGT; las Confederaciones de Pensionados CDP y CPC y la Federación de Trabajadores de la Educación, Fecode, exponen las once razones por las que exigen el hundimiento de la reforma tributaria en el Congreso de la República.

Esta reforma atenta contra la estabilidad económica de los trabajadores, pensionados, clase media y personas de menores ingresos, mientras que Colombia requiere de un sistema tributario eficaz, en donde se honre la justicia social, la equidad y la distribución equitativa de la riqueza, y que sean quienes más tienen, quienes más tributen, y que, al final, se beneficie de manera real y palpable a la clase social más necesitada del país.

  1. Su aspecto social es un engaño desde el título hasta el contenido. Es una burla a la renta básica solicitada. El Programa Ingreso Solidario-PIS, como fórmula de equidad y eliminación de la pobreza, sólo trae cifras ridículamente bajas y para un escasísimo sector de la población, pobres y extremadamente pobres para quienes hasta la transferencia es de difícil ejecución.
  • El IVA a los combustibles y a los servicios públicos es otro atraco a todos los colombianos. Cerca de mil pesos por galón constituyen una nueva carga económica para los transportadores, los productores y finalmente para los 50 millones de consumidores por el impacto en los productos y en el presupuesto de los hogares con el alza de los servicios.
  • La aplicación del IVA a los productos de primera necesidad, ya sea directamente o por efecto de pasarlos de excluidos a exentos, representa un recaudo nuevo por 10 billones de pesos, un estímulo a las importaciones, un golpe a los productores nacionales y el saqueo al bolsillo de los colombianos especialmente de ingresos medios y bajos.
  • La ampliación de la base tributaria hasta quienes devenguen un poco más de 1 millón de pesos, significa que 3 millones de colombianos, adicionales a los que hay, deben declarar renta y por lo menos la mitad de estos deben pagar impuesto. Duro golpe al bolsillo de los trabajadores y los más pobres.
  • Es tan desacertado pretender resolver la crisis económica sacándole más plata a los colombianos de clase media y pobres, que la ANDI, en cabeza de su presidente Bruce McMaster planteó la no aplicación de la reforma del 2019 con exenciones por cerca de 14 billones al sector empresarial, propuesta que dejó sin piso los argumentos del gobierno para seguir pretendiendo la reforma, pero fue ignorada olímpicamente por el ministro Carrasquilla.
  • Las facultades que se solicitan para que el presidente Duque pueda suprimir, fusionar, reestructurar y modificar entidades, organismos y dependencias de la rama ejecutiva, son un veneno laboral y el preludio de una masacre laboral

en el Estado. Se establece en la práctica la congelación de salarios en el sector público hasta el 2026.

  • Gravar con IVA los insumos agrícolas constituye un golpe de gracia a los campesinos y productores del campo, a la producción agrícola y agropecuaria y a todos los colombianos por el encarecimiento que genera en la producción y en los precios de todos los productos alimenticios provenientes del campo.
  • El impuesto a las pensiones hasta de 4,8 millones de pesos es un impuesto a la vejez, es abrir la compuerta para extenderla luego a todos los pensionados. Constituye un atentado económico a quienes dedicaron su vida al servicio del país.
  • La eterna aspiración de eliminar los parafiscales y atentar contra las cajas de compensación familiar y el sistema de subsidio familiar, se camufla en la reforma con la exoneración de este aporte a los empresarios que contraten mujeres y jóvenes por los próximos 5 años. Truco para continuar con el desmonte de los mismos.
  1. Gravar los vehículos viejos por la emisión del CO2, es golpear a los pobres que son los propietarios de estos modelos añosos, la mayoría como instrumentos de trabajo. Duro golpe a la informalidad producto del desempleo.
  1. La reforma golpea inmisericordemente a todos los colombianos, pero con mayor fuerza a la clase media, los trabajadores y los colombianos más pobres. El objetivo único es satisfacer las exigencias de las calificadoras de riesgo, el FMI y la OCDE para continuar con la política de endeudamiento desenfrenado. Las consecuencias recaerán principalmente en el próximo gobierno.

Por las anteriores razones, el Comando Nacional Unitario llama a participar del Paro Nacional del 28 de abril con movilizaciones pacíficas y guardando todos los protocolos de bioseguridad, por vida, paz, democracia y contra el nuevo paquetazo de Duque y la reforma tributaria.

Mayores informes: CUT, CTC, CGT, CDP,CPC y Fecode.

presidente@cut.org.co            CGTcolombia@gmail.com               institucional@ctc-colombia.com.co

Un pacto histórico para Colombia

Por Gustavo Petro *

Nos encontramos hoy con que ha comenzado a convertirse en realidad el proceso de construir un Pacto Histórico de la sociedad colombiana. Pasamos de la palabra, siempre fácil, al proceso complejo de construirlo y esa construcción ya comenzó. Cuando se habla de pacto, no solo se habla del dialogo que es la función muy humana del entendimiento, sino que se habla, además, de un trato, de un acuerdo.

El acuerdo que implica el dialogo y lo supera, es uno de los grados más altos de la humanidad, uno de los eventos más civilizados de la especie humana: acordar, tratar. El Pacto representa la superación de la barbarie, la base de la paz y la convivencia.

El Pacto que proponemos es entonces el acuerdo de la sociedad colombiana, que implica un dialogo nacional y un acuerdo entre su diversidad. El Pacto visto así, es el contrato social, la base misma de la nación, como nos recordara Rousseau. Si la construcción nacional es la construccion de los acuerdos fundamentales que permiten la convivencia de todo el cuerpo social, entonces tenemos que decir que la propuesta del Pacto Histórico que hemos lanzado es una propuesta para construir una nación y por tanto la Paz.

El Pacto histórico es el pacto Nacional fundamental de la convivencia y de la Paz.

Cuando hablamos de una Nación como contrato social, hablamos de la inclusión de toda la sociedad en las decisiones y en la distribución de la riqueza. Una nación implica Democracia. Y cuando hablamos de paz, no nos referimos solamente a los acuerdos entre los cuerpos armados, que respetamos y ejecutaremos, sino a la Paz Grande, la paz de toda la sociedad, la Paz vista como una era y no como el comienzo de una nueva violencia.

Es esta característica del Pacto como contrato social y tratado definitivo de Paz, lo que lo hace histórico. No estamos hablando de pactos politiqueros, coyunturales, centrados en la repartija del poder y hechos por debajo de la mesa. Estamos hablando de cambiar la historia de Colombia hacia el sendero de la Democracia, la paz y la Justicia social.

Porque un acuerdo sobre lo fundamental pasa por la construcción de la justicia social en uno de los países mas desiguales de la Tierra.

Ahora bien, el Pacto Histórico no es un simple evento social, es, sobretodo, un proceso social en un momento de la historia. El proceso debe englobar a toda la sociedad colombiana en su fase última, ese es su objetivo. Para ello el Pacto Histórico debe ser el método del gobierno, el próximo gobierno, y para ello hay que ganar la presidencia y las mayorías del Congreso. Tiene como eje central de su gobernanza, la búsqueda del mayor de los consensos en las políticas publicas que emanan de lo que deben ser los acuerdos sobre lo fundamental. Concertar debe ser una práctica permanente, que no señala debilidad, sino legitimidad.

Ante ese proceso que debe englobar a toda la sociedad colombiana, en toda su diversidad y pluralismo, hemos dado el primer paso: una lista única y poderosa al Senado de la República y sus listas a Cámara en los departamentos, que espero sean cerradas y cremallera, es decir que garanticen que la mitad de las curules elegidas sean mujeres.

El próximo gobierno comprometido con el cambio histórico, debe contar con gobernabilidad. Hay que elegir una estabilidad firme precisamente para que se puedan hacer los cambios reales. Un Congreso en manos de la politiquería y la mafia, como hasta ahora ha sido el parlamento, no permitiría un gobierno de transformaciones democráticas y populares. Hasta este momento, las mafias han hecho la ley. Han legislado en contra del bien común, en contra del patrimonio público, en contra del campesinado y del medio ambiente, en contra de la mujer, en contra de la pequeña y mediana empresa, en contra de la paz, en contra de la Nación.

Un Congreso de corruptos no permitirá un pacto histórico hacia la democracia.

Por tanto, convocar al país, en un primer momento para cambiar el Congreso de la República y lograr que la ley la haga la ciudadanía, es esencial para lograr, después, un gobierno que construya el Pacto Histórico.

Ese es el sentido del proceso que ya ha iniciado, y que solo fructificará, si millones de ciudadanos y ciudadanas votan por la lista que se propone. Una lista unitaria, de convergencia y plural, representativa de la Colombia nacional, de sus territorios, de su diversidad cultural, étnica, territorial.

Ya muchísimas organizaciones políticas han dado su asentimiento, sectores de la izquierda como el Polo y la UP, indígenas como el Mais, afrodescendientes como el ADA y PCN, de centro como Roy y Benedetti antiguos militantes de la U, liberales, sectores que deciden romper con el Partido Verde como el PTC y la Unidad Democrática, y la presencia de Colombia Humana. Ahora en centenares de sindicatos se discute la entrada al proyecto desde una perspectiva de organizaciones sociales. La lista será político/social.

La lista será abierta en lo que tiene que ver con el senado, es decir con voto preferente por individualidades, pero se financiará fuertemente una campaña única nacional, y se apoyará de manera efectiva las campañas de las mujeres para lograr paridad en la elección de curules. He propuesto que las listas a Cámara sean cerradas y cremallera, es decir que garanticen automáticamente que la mitad de las curules elegidas sean de mujeres.

La lista busca, si la sociedad colombiana está de acuerdo, y su acuerdo se representa por su voto y su participación en la selección de las candidaturas, ser mayoría determinante en el Congreso en las próximas elecciones, para construir un parlamento, el hacedor de las leyes, capaz de aprobar las reformas sociales y económicas del Pacto histórico. Un parlamento que deje de ser de la corrupción y pase a ser de la ciudadanía.

Sin un Congreso de la República que responda a las mayorías nacionales no es posible el Pacto Histórico, y por ello hemos comenzado por este primer escalón.

El segundo escalón, es la consulta presidencial que se realizará en la misma fecha de la elección de Congreso. Hemos propuesto una sola consulta unitaria, abierta a todas las fuerzas progresistas del país. Hemos propuesto que el o la que gane será el candidato presidencial, y el segundo en votación será el o la candidata a la vicepresidencia de la República. Es decir, será la ciudadanía la que escoja la formula que ejecutará desde la presidencia el Pacto Histórico.

Todos y todas las participes de la consulta popular serán constructores colectivos del gobierno del Pacto Histórico. El próximo gobierno, si la ciudadanía quiere, será entonces un gobierno pluralista, y su programa de gobierno construido colectivamente con la ciudadanía. El programa de gobierno será el eje fundamental del Pacto Histórico.

Como muchas de las propuestas de reforma demandan para su ejecución más de un periodo presidencial, y no seríamos honestos si ofreciéramos cambiar a Colombia en tan solo cuatro años, hemos propuesto, como se hizo en Chile, que siempre, si la ciudadanía quiere con su voto, el Pacto Histórico sea obra de varios gobiernos. No seríamos serios si no planteáramos que un cambio de época, de historia, implica el uso de varios quinquenios de transformaciones. Varios gobiernos dirigidos por diferentes personas.

Cambiar la historia de un país no es fácil, y depende de su propio pueblo. Lo que proponemos es un cambio real hacia una Colombia productiva, democrática, justa y en Paz.

La Colombia de hoy no merece continuar. Al pasado de nuestra historia debemos dejar el raquitismo económico, la violencia perpetua, la desigualdad y la injusticia desorbitantes, la ignorancia académica, el engaño y la corrupción permanentes que nos rodean y acompañan desde hace décadas y siglos.

Esa Colombia hay que dejarla en el pasado. El futuro inmediato que empezamos a construir hoy es el de una nación moderna e inteligente que sabe que esta en uno de los territorios mas hermosos del planeta y que tiene la responsabilidad de cuidarlo, y cuidarse a si misma en la Justicia y en la Paz.

Adelante pues, con el Pacto Histórico.

* Senador progresista colombiano, fue alcalde de Bogotá y candidato presidencial por Colombia Humana.Principal referente de oposición al gobierno neoliberal

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Artículo tomado de NODAL

Un pacto histórico para Colombia – Por Gustavo Petro – NODAL

El Pacto Histórico, desde la táctica y la estrategia

Por: Ricardo Robledo  

Cuando se habla de táctica y estrategia, hay que tener en cuenta que son acciones que hacen las personas. Resaltar esto que es tan evidente, se hace necesario porque parece que, a veces, se quedan aspectos en el aire y es necesario llenar las palabras de contenido objetivo. Por eso, la doctrina revolucionaria no puede ser mítica, confesional ni evolucionista.  

Con respecto al Pacto Histórico, parece que la discusión en la izquierda fuera entre reformismo y socialismo; entonces, es necesario considerar qué hay de real y qué de aparente en ello, porque nada es completamente falso ni tampoco absolutamente verdadero. Se debe tener en cuenta que cuando alguien califica algo, establece unos puntos o líneas de referencia y, por tanto, se debe sopesar la validez de los puntos de mira. Por fortuna, se cuenta con herramientas tan poderosas como el materialismo histórico y el materialismo dialéctico, algo de lo que no todo el mundo político puede  disponer, aunque a veces parezcan tan olvidados.  

Uno de los puntos fuertes del debate, aparece cuando se dice que “el progresismo no busca acabar con el capitalismo”. Con esto, de nuevo convoca lo falso y lo verdadero; pero mejor que la lógica es la dialéctica, cuando habla de la cantidad que se transforma en calidad, de la contradicción, de la negación; aspectos que, en el decir de los clásicos, dan la dinámica a la Historia.  

La visión cartesiana de conocer la verdad por la luz natural de la ciencia –que ha sido el fundamento de la escuela en la que nos formamos-  se queda corta cuando la naturaleza se reduce a leyes que desconocen el caos, las transformaciones y lo que se mueve. Más aún cuando aparece la tecnociencia, que es la ciencia al servicio del mercado; o más claramente, cuando lo científico, que se torna sagrado, pretende justificar la actual forma de organización del mundo; cuando la ciencia exhibe su aspecto político.  

La izquierda arrastra un lastre en su formación lógica de un marxismo inmutable, aprendido en el Siglo XX y que aun así, ha dado tantas glorias. Por eso, algunos ante la contienda electoral y el Pacto Histórico, dicen que no van a abandonar sus “objetivos estratégicos» y a ellos se aferran, cual dogma religioso.  

Pero, el materialismo histórico diría que esos “objetivos estratégicos” hay que untarlos de la realidad, hay que pasarlos por la realidad social. Para ser consecuente, se debe ser revolucionario hoy, no sólo a futuro. Las estrategias se despliegan en tácticas. Un revolucionario que tiene estrategia y no tiene tácticas, es un demagogo de izquierda, que usa la teoría como su chicle. Un revolucionario que cree tener táctica sin estrategia, se queda dando vueltas en un activismo sin rumbo. También hay quienes tienen “su” estrategia y “su” táctica, definidas cual Quijote encerrado en cuatro paredes y que no aguantan una exposición a lo social. Qué miedo juntarnos con otros, si todo funciona bien cuando lo repaso en mi cabeza.  

Entonces, objetivamente hay que preguntarse ¿cuál es la táctica para el presente período?, ¿Cuál es el período social hoy? (No el mío). Lo que estoy haciendo ¿A cuál de las estrategias le apunta? ¿A la estrategia de quién?  

Es cierto que también existen los reformistas, los revisionistas, los demagogos y oportunistas de izquierda; así como, otros mestizajes. Igualmente hay quienes preservan su pureza, en espera de aplicar algún día su receta socialista, mientras ven el mundo pasar. Pero no existe tal receta en el marxismo; dentro de ésta visión, los que no se adaptan a sus designios, están atrasados y ellos son los iluminados. Como si la historia fuera detenerse para, en ese momento preciso, tomarle la foto y pegarle los carteles; sólo bastaría con ejecutar el programa para que empiece a rodar la felicidad en la sociedad; todos quietos, sin contradicciones ni alegatos. No les importa lo que opine el pueblo que, al parecer tal como actúa la oligarquía, es un infante que está bajo su tutela.  

Una reflexión similar hay que considerar cuando se habla de elaboración y de unidad programática. Hay que llenarlas de contenido. ¿El programa de quién? ¿Responde al momento histórico, al actual período?  

Si el reformismo toma la delantera en las propuestas sociales, es porque históricamente, los revolucionarios, en su profunda radicalidad, en su alejamiento de la realidad y con ceguera social, le cedieron este terreno. Se contagiaron del realismo mágico y no del concepto de la revolución permanente que lleva a establecer qué es lo que deben hacer hoy los revolucionarios en su relación y diálogo con la sociedad, así como con las formas del liderazgo popular.  

En otro aspecto, hay que considerar que el Pacto Histórico, también convoca a la derecha, en varias direcciones. Una es que, así como cuando una carga eléctrica se mueve se afecta el campo de la carga contraria, porque existe por la interacción de los dos opuestos; entonces, llegado un triunfo de la propuesta alternativa -como es de esperarse, si no hay fraude- la derecha va tener qué pensar en cómo adaptarse a la nueva situación y dedicarse a vivir en paz, lo cual sería lo más consecuente con la sociedad colombiana y lo más inteligente en un mundo que se desmorona.  

 Otro sector de la derecha va a tener que pensar en cómo diferenciarse del accionar de los criminales que se han apoderado del estado y que, por proteger a una persona, han desvirtuado el contrato social, el cual debería cubrir a un país, reduciéndolo a una situación unipersonal.  La condición de ilegalidad a la que han llevado al país los dirigentes de la narcoderecha, es insoportable y lo han conducido al caos institucional y al deterioro de la paz regional. Son muy irracionales las acciones de quienes quieren convertir el territorio colombiano en el escenario de una guerra internacional, de consecuencias insospechadas, pero se sabe que toda guerra siempre la pierde la población.  

Es del orden del día participar activamente en el Pacto Histórico, por el bienestar general del país y por el mundo que se les va a dejar a los descendientes.  

Los colombianos y los pueblos del mundo tenemos derecho a vivir en paz, protegidos y en condiciones de vida digna.  

Abril 22 de 2021  

22 de Abril, día Internacional de la Madre Tierra