Un virus sacude al mundo
Por: Ricardo Robledo
Además de lamentar los contagios y muertes, que tanto dolor han producido en el mundo, hay muchos aspectos a considerar por la situación creada con la pandemia del COVID-19, ya que ha sacudido a todas las estructuras sociedad y sus fundamentos filosóficos, económicos, políticos y culturales.
Algunas propuestas sociales parecen resultar fortalecidas, aunque no se sabe, con certeza, el rumbo que tomará el actual estado del mundo. Se quiere hacer referencia a dos: el programa comunista y las posiciones del pensamiento complejo que se mueven alrededor de los desarrollos de Edgar Morin.
Se fortalece la propuesta comunista
La crisis humanitaria global que se expresa en el empleo, en el modo de producción capitalista orientado a la ganancia individual, en los servicios básicos de acceso al agua, electricidad, salud, vivienda, educación; que ponen en entredicho al modelo social burgués y que hace que el mundo mire hacia alternativas de esperanza que den mayor confianza a las personas.
Se pone al día el modelo de un estado orientado hacia la protección de las personas, un modo de producción en el que no se cierren las empresas y se abandone a los trabajadores a su suerte, una sociedad en la que los ciudadanos no se vean privados de los servicios de agua, energía y salud por carecer de recursos para pagarlos, un país en el que la soberanía parta de la soberanía alimentaria de su población.
Esto es, una propuesta humanista, que ha sido tan obvia para los comunistas, pero tan difícil de asimilar por la población y de implementarse, a pesar de estar siendo difundida desde la segunda mitad del Siglo XIX.
¿Por qué el pensamiento complejo?
En el libro “La Vía para el futuro de la humanidad”, publicado en París en 2011, Edgar Morin habla que “cuatro motores sin control, inspirados por el liberalismo capitalista financiero, impulsan a la catástrofe el desarrollo globalizado de la nave espacial Tierra: la ciencia, la técnica, la economía y la industria.”
Igualmente, muchos pensadores han analizado el rumbo catastrófico al que las crisis llevan al mundo.
Pero hay cuatro conceptos desarrollados alrededor de las teorías de Edgar Morin que también contribuyen a oxigenar las salidas que necesita la humanidad: 1. La bioética, 2. La visión holística, 3. La epistemología de segundo orden y 4. Las teorías de la complejidad. Todas ellas coexistentes.
Con respecto a la bioética, parece también obvio que la visión antropocéntrica del mundo ha quedado atrás; el ser Humano no puede vivir sin la naturaleza y ésta le pasa las cuentas de cobro cuando sus acciones afectan el delicado equilibrio. El concepto de “Madre Tierra”, esencia de la cosmovisión de las poblaciones indígenas, cuya cultura ha sido despreciada y atacada por el modelo de “civilización”.
La holística, el llamado a ver el todo de las situaciones, “ver el árbol sin olvidar el bosque y entender que éste está compuesto de individuos”; para el caso humano, comprender que el planeta es “la aldea global”; todos estamos bajo el mismo techo y todo nos involucra; el virus que se origina en China, en cuestión de días, llega a la puerta de nuestras casas en Suramérica.
La epistemología de segundo orden, es el estudio del conocimiento del conocimiento, en el que se resalta al ser humano integral como sujeto del conocimiento, lo que hace que no se involucre como si actuara de forma imparcial, que viene a ser crucial en el caso de lo que la sociedad toma como lo científico. Más claro cuando se habla de tecnociencia o la ciencia al servicio del mercado. Para mejor ilustración, piénsese en las dudosas actuaciones de organizaciones mundiales de la salud que certifican procesos industriales lesivos a la salud.
Pero en este punto se quiere resaltar que quizás el mundo posterior a la pandemia, no podrá ser analizado sobre las visiones existentes hoy. No se sabe con certeza, que rumbo tomará el sistema mundo capitalista y no podemos confundir los deseos, con la realidad -tendencia muy humana y facilista-; es decir no debemos soñar con que el planeta resucitará como como comunista después de la cuarentena. Sólo la activa conciencia humana logrará que se alcancen sociedades donde sea posible el pleno disfrute de la existencia.
¿Qué vendrá después?
El pensador surcoreano, residente en Alemania, Byung-Chul Han, considera que “el virus no vencerá al capitalismo”. Noam Chomsky, está más del lado de una interpretación conspirativa norteamericana, que busca destruir las economías de Rusia, China y Europa, en un proceso por fases, para atacar posteriormente a Irán, Corea del Norte y a Venezuela. Otros esperan un comunismo renovado. (Ver artículo: “La filosofía y el corona virus, un nuevo fantasma que recorre el mundo). La visón de Atilio Borón, parece más prudente (Ver: “La pandemia y el fin de la era neoliberal”)
Marzo 30 de 2020
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