Archivo mensual: abril 2020

Ecuador – Coronavirus. La verdad del gobierno plagada de mentiras. Médico Maximiliano Moreno Hidalgo:

14.561 muertos en Guayaquil muestran el poder de la mentira en Ecuador

Análisis de un médico que ha trabajado en los campos de los Andes, la Amazonia y el Pacifico, que explica como gracias a la mentira como columna de la política y la cultura en Ecuador fue posible esconder la tragedia de Guayaquil y no reaccionar a tiempo ante el Coronavirus.

 

Información Relacionada en:   https://drtigreviejo.blogspot.com/2020/04/guayaquil-el-coronavirusy-bbc.html

Maximiliano Moreno Hidalgo

CEPAL, Informe especial N° 1. América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19 – Efectos económicos y sociales


Descargar documento completo aqui:  cepaldoc


(…)

5. Recomendaciones de política

1. Es necesario un estímulo fiscal de un monto suficiente para apoyar los servicios de salud y proteger los ingresos y los empleos. Es necesario garantizar el suministro ininterrumpido de bienes esenciales, en particular productos farmacéuticos, equipos médicos, alimentos y energía. Debe asegurarse el acceso universal a las pruebas y a la atención médica a todos quienes lo necesiten. Si bien algunos países tienen un reducido espacio fiscal, el gasto en salud en este momento es prioritario, especialmente en países sistemas de atención de la salud débiles y fragmentados.

2. Es necesario reforzar los sistemas de protección social para apoyar a las poblaciones vulnerables. Deben ampliarse los programas no contributivos como las transferencias directas de efectivo a los más vulnerables, las prestaciones por desempleo, subempleo y autoempleo, el crédito sin intereses a las empresas para el pago de salarios y los aplazamientos del pago de préstamos. Debe prestarse apoyo inmediato a los trabajadores de las mipyme, los de bajos ingresos y los del sector informal. Son importantes los aplazamientos de pagos de hipotecas y alquileres, así como otras exenciones, para evitar una crisis de vivienda y las ejecuciones hipotecarias de empresas. Se debe considerar medidas como no cobrar las cuentas de agua, luz e Internet a personas de bajos ingresos durante la duración de la pandemia.

3. Los bancos centrales deben asegurar la liquidez de las empresas para garantizar su funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero. Las políticas monetarias expansivas no serán suficientes; los bancos centrales deberán intervenir directamente para proporcionar la liquidez que necesitan los sectores financiero y privado no financiero, en particular para garantizar la plena liquidez del mercado de préstamos bancarios a un día y para evitar la interrupción de las cadenas de pago.

4. La cooperación internacional y las organizaciones multilaterales deberían diseñar nuevos instrumentos técnicos y financieros para apoyar a los países que se enfrentan a la presión fiscal. Deben, asimismo, considerar la posibilidad de conceder préstamos con bajos intereses y ofrecer alivio y aplazamientos de la deuda para aumentar el espacio fiscal. Los países desarrollados y los países en desarrollo disponen de medios diferentes para hacer frente a esta crisis sin precedentes, lo que puede acentuar las desigualdades internacionales. Algunos países muy endeudados, como algunas islas del Caribe o la Argentina, podrían tener problemas para atender el servicio de sus deudas, reestructurarlas o incrementarlas debido al posible colapso de los mercados financieros, lo que restaría impulso al tan necesario gasto público en salud, protección social y estímulo económico. Los países deben adaptar sus respuestas a las condiciones locales, que deben ser reforzadas por la cooperación internacional.

5. Levantar sanciones a los países sujetos a ellas para permitir su acceso a alimentos, suministros médicos y acceso a pruebas de COVID-19 y asistencia médica. Es tiempo de solidaridad, no de exclusión.

 

PRONUNCIAMIENTO A LA OPINION PUBLICA: «DE LA RENTA BÁSICA A LA GARANTÍA DE UNA CANASTA BÁSICA DE DERECHOS»

De la renta básica

a la garantía de una canasta básica de derechos

Pronunciamiento a la opinión pública

Medellín, 17 de abril de 2020


Durante esta pandemia los(as) medellinenses hemos visto perplejos los altos niveles de pobreza y desigualdad en la ciudad. Tras 24 días de confinamiento las poblaciones más vulnerables nos han mostrado, desde distintas acciones y repertorios, que no hay cuarentena con hambre. Así por ejemplo, en Altos de la Virgen, en San Javier (Comuna 13), más de 200 familias salieron a manifestarse con trapos rojos; en Villa Hermosa (Comuna 8) optaron por usar trapos, pitos y cacerolas; en Vallejuelos, en Robledo (Comuna 7), eligieron banderas blancas y cacerolas; y en Bello Oriente, en Manrique (Comuna 3), muchos de sus pobladores(as), entre ellos(as) también migrantes venezolanos(as), salieron con trapos rojos y “cámara en mano” para solicitar garantías socioeconómicas. Se trata de un llamado urgente que también hicieron las organizaciones de la Zona Nororiental de Medellín a través de su alerta temprana, en la que advierten a la administración municipal la falta de condiciones socioeconómicas para enfrentar la emergencia de Covid-19.

Es claro que se trata de una crisis no solo sanitaria, sino también de tipo socioeconómico que tiene en vilo el acceso de miles de personas que viven en la pobreza y la vulnerabilidad, a necesidades básicas como el alimento, los servicios públicos, el saneamiento y la vivienda.

La emergencia ha visibilizado las brechas que por décadas se han perpetuado. Si miramos, por ejemplo, la última medición para 2018, la pobreza extrema en Medellín se ubicaba en un 2,9% y la moderada en un 13,9%. Sin embargo, estas difíciles condiciones se concentran justo en algunas de las comunas que hoy piden “MedellínSinHambre”. Así, en la última medición por comunas (2017)1, la pobreza extrema continuaba concentrada en las comunas: 1-Popular (7,3%), 8-Villa Hermosa (5,8%), 3-Manrique (4,9%), 4-Aranjuez (4,7%) y 2-Santa Cruz (4,5%). Y la pobreza moderada se concentraba casi en las mismas comunas: 1-Popular

1 No hubo medición por corregimientos de la ciudad

(30,3%), 2-Santa Cruz (22,1%), 4-Aranjuez (19,1%), 3-Manrique (18,9%) y 13- San Javier (18,7%). Una Medellín altamente desigual también la hemos visto a través del Coeficiente de Gini que se ubicó en 2017 en un 0,52, es decir, por encima del nivel nacional (0,51). Mostrando, en el nivel territorial, que las comunas en las que hay mayor concentración del ingreso son la 14-El Poblado (0,46), 16- Belén (0,46) y 10-La Candelaria (0,45).

Hoy, tras la emergencia estos niveles de pobreza y desigualdad se profundizan más que nunca, porque quienes vivían en la informalidad y el subempleo no cuentan con ingresos que les permitan vivir dignamente en el día a día que se “rebuscaban”. Es por ello que saludamos la propuesta del concejal Daniel Duque Velásquez de implementar una renta básica que proteja a familias en condición de pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad. Como Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín creemos que una propuesta de renta básica es lo que requiere la ciudad en lo inmediato para responder a los efectos sociales y económicos generados por el Covid-19.

Como medida inmediata la propuesta de “la renta básica” del Concejal Daniel Duque ($292.000 mensuales) se constituye en una oportunidad histórica para responder de manera efectiva a las 250 mil familias identificadas por la administración municipal. Saludamos que, dentro de la propuesta, se contemple un uso eficiente de los recursos para prevenir fenómenos de corrupción, al proponer sustituir la intermediación por las transferencias monetarias (o bonos canjeables). Además, de contemplar una estrategia coordinada entre el gobierno nacional y el local, para ajustar la renta básica según los ingresos recibidos en programas del nivel nacional como Familias en Acción, Colombia Mayor, Jóvenes en Acción, devolución de IVA, giro social, entre otros.

Este tipo de medidas ya han sido adoptadas en América Latina no propiamente en contextos de emergencia, pero permiten advertir que se trata de una propuesta viable que debe ajustarse a los presupuestos locales o nacionales de cada país. Así, por ejemplo, en Brasil se implementó el programa “Hambre Cero” en el que se entregaba un ingreso monetario, pero también se apoyaba a madres lactantes y se entregaban alimentos en especie. En México se implementó un ingreso mensual para adultos mayores de 65 años y personas en situación de discapacidad para asegurar mejores condiciones en su calidad de vida. Otras experiencias similares se dieron en Argentina y Uruguay.

De manera que en nuestro caso, esta renta básica permitiría reducir la preocupación e incertidumbre que tienen las familias en condición de pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad de cómo cubrir necesidades básicas como la alimentación y los servicios públicos. Sin embargo, para combatir las profundas brechas que permanecen en la ciudad también se deben incorporar medidas en el mediano plazo, a través de una canasta básica de derechos para las familias beneficiadas, en correspondencia con el principio del mínimo vital que establece el artículo 53 de la Constitución Política. Para lograrlo, proponemos dos fases que deben ser incluidas en el Plan de Desarrollo para su implementación: una primera, en la que se adopten las transferencias monetarias mensuales para las familias en pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad, en la que es clave realizar un estudio que identifique con más precisión la población total que requiere la renta básica, y la situación de cada una de estas familias en relación con la garantía de derechos fundamentales. Y la segunda fase (2021 – 2023) estaría dirigida a mantener la transferencia monetaria mensual para las familias en pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad, al tiempo que se avanza en la garantía de una canasta de derechos para estas familias: seguridad alimentaria, atención adecuada y digna en salud, educación de calidad, acceso y derecho a la cultura, trabajo decente y reconocimiento del trabajo no remunerado(economía del cuidado), servicios públicos domiciliarios y vivienda digna.

Medellín cuenta con el músculo financiero para implementar políticas de este tipo, complementando los programas sociales de la nación y del departamento con recursos propios que se tienen en caja, producto del excedente fiscal del año anterior y de las obligaciones urbanísticas, así como de algunos programas sociales y de las transferencias legales.

Fortalecer la capacidad de acceso a un mínimo vital de los sectores sociales más pobres de la sociedad, además de ser un imperativo moral, tiene efectos inmediatos en la recuperación de la dinámica económica de la ciudad y la región.

Invitamos a la administración municipal, al Concejo de Medellín, al sector empresarial, a la academia, a los colectivos organizados y al movimiento social de la ciudad, a que establezcamos un pacto social para transformar y dignificar la vida de más de 750 mil habitantes de nuestra ciudad que se encuentran en la marginalidad y la desesperanza.

El hambre no da espera,

actuemos con una #RentaBásicaYa, porque #NoHayCuarentenaConHambre

 Para contacto y más información: www.veeduriamedellin.org.co veeduriademedellin@gmail.com Facebook: Veeduriamedellin Twitter: @veeduriademed

 

 SUSCRIBEN ESTE PRONUNCIAMIENTO:

Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín:

  •  Asociación de Institutores de Antioquia -ADIDA Central Unitaria de Trabajadores –CUT Cooperativa Financiera CONFIAR
  • Corporación Conciudadanía Corporación Convivamos
  • Corporación para la Vida Mujeres que Crean Corporación Región
  • Corporación Viva la Ciudadanía Escuela Nacional Sindical
  • Federación Antioqueña de ONG – FAONG Fundación CONFIAR

Instituciones:

  •  Corporación Fomentamos Corporación Jurídica Libertad
  • Facultad de Ciencias Sociales y Humanas – Universidad de Antioquia Fundación Bien Humano
  • Instituto de Estudios Políticos – Universidad de Antioquia Instituto Popular de Capacitación- IPC
  • Proantioquia

Organizaciones y veedurías de nuestra ciudad:

  • Alianza Nororiental
  • Club de amigos y amigas barrio La Esperanza
  • Consejo de paz, reconciliación y convivencia de Medellín Corpindes IPS/Centro Persona y Familia
  • Corporación Casa Juvenil Amigos Unidos Corporación Cultural Canchimalos
  • Corporación Cultural para el desarrollo Arlequín y los Juglares Corporación Danza Matanza
  • Corporación Pequeñas Personas Latinas El Derecho a No Obedecer
  • Mesa de Trabajo por la Vida de Medellín
  • Mesa Departamental de Desaparición Forzada- Antioquia Mesa Voces de Paz
  • Mujeres Caminando por la Verdad C-13 NoCopio
  • Picacho con Futuro
  • Plataforma Puente Cultura Viva Comunitaria
  • Raíces, Colectivo de Memoria Histórica, Comuna 3 Manrique Red Colombiana de teatro en Comunidad
  • Redepaz Antioquia Revista Generación Paz
  • Veeduría Ciudadana al Plan Estratégico de la Comuna 6

Ciudadanos y ciudadanas de Medellín:

  • Adriana María González Gil (Profesora, Universidad de Antioquia) Alejandra Aguirre González (Corporación Retazos)
  • Ana Cristina González Sánchez (Desempleada) Ana Echeverri(Profesora)
  • Ana María Arango (Jubilada) Andrea Mejía Martínez (Estudiante) Carolina Peña (Profesora)
  • Catalina María Tabares Ochoa (Profesora, Universidad de Antioquia) Cathalina Sánchez Escobar(Museo Casa de la Memoria)
  • Clara Inés Mazo López (Pensionada) Claudia Cardona(Instructora)
  • Daniel Suarez (Colectivo aire Medellín) Daniel Villegas Reinoso(Investigador) Daniela Tabares(Politóloga)
  • Davison Alexander Zapata (Gestor/Casa de Encuentros Luis Ángel García) Dayana Marcela Montoya Díaz (Estudiante/JAC Loreto)
  • Diana Uribe (Fundación Circo Medellín)
  • Eliana Sánchez González  (Profesora, Universidad de Antioquia) Félix Jurado(Párroco/ Parroquia San Lorenzo Mártir)
  • Fernando Cortés Vela (Comunicador) Ferney Alejandro Mesa Palacio (Ingeniero)
  • Fredy Alberto Ruiz Salazar(Trabajador independiente)
  • Gloria Rendón (Artista independiente) Gloria Ríos(Trabajadora Social)
  • Heidy Cristina Gómez Ramírez(Profesora, Universidad de Antioquia)
  • Javier Jurado Giraldo (Director artístico/Teatro Oficina Central de los Sueños) Juan Bernardo Gálvez(Consejería Ciudadana)
  • Juan Bernardo Gálvez(Consultor)
  • Juan Carlos Arenas (Profesor, Universidad de Antioquia) Juan Carlos Escobar E. (Profesor, Universidad de Antioquia)
  • Juan Carlos Vélez Rendón (Profesor, Universidad de Antioquia) Juan Fernando Vélez(Administrador)
  • Juan José Suárez Peña(Pedagogo)
  • Julián de Jesús Pérez Ríos (Editor Revistas Científicas, UdeA) Karen Andrea Vásquez (Gestora Cultural/Actriz)
  • Lina Guisao(Derecho a No Obedecer)
  • Lina Marcela Muñoz (Socióloga/Proclade Colven)
  • Lina María Ochoa Mejía (Psicóloga     Independiente) Luis Alfonso Ángel (Pa’ Donde vamos)
  • Luz Amparo Sánchez Medina (Responsable proyecto por Derecho a la Ciudad) Luz Mery Velásquez Carmona(Grupo Sociocultural Desde Adentro)
  • Manuel Alonso Espinal (Profesor, Universidad de Antioquia) Margarita María Betancur Franco(Independiente)
  • Margarita Rosa Cadavid Rico (Comunicadora, Centro de Fe y Culturas)
  • María Claudia Mejía Álvarez (Artista, Malas Compañías Danza Contemporánea) María Edith Madrigal Jaramillo (Presidente JAC, barrio Palermo)
  • María Lucía Varela Londoño(Coordinadora salud JAC, el Diamante) María Ochoa Sierra (Profesora, Universidad de Antioquia)
  • Marta Eugenia Arango Cuartas (Profesora, Universidad de Antioquia) Marta Lorena Salinas Salazar             (Profesora, Universidad de Antioquia) Martha Cecilia Peña González (Oficios Varios)
  • Natalia Carolina Martínez Quijano(Antropóloga, Universidad de Antioquia)
  • Nicolás Muñoz Díaz (Independiente)
  • Oscar Almario(Profesor, Universidad Nacional de Colombia) Oscar Manuel Zuluaga Uribe (Maestro en arte dramático) Oscar Mesa Martínez (Docente e investigador)
  • Patricia del socorro Suárez López(Coordinadora logística) Pedro Antonio Peña Marín(Desempleado)
  • Rocio Jiménez B. (Psicóloga)
  • Rubiela Arboleda Gómez (Profesora jubilada)
  • Tífany Alexandra Delgado Henao(Trabajadora Social, Universidad de Antioquia) Valentina Sossa Paniagua (Estudiante)
  • Wendy Vera (Gestora Cultural, Biblioteca Comunitaria Sueños de Papel)
  • Yeisme Romero(Corporación Cultural y Artística Canto Arena/ Red expresarte C-13)

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¡Envían el ESMAD contra el pueblo con hambre¡ Esto puede terminar MAL!

… Claudia López se va en contra de personas con HAMBRE

ECUADOR. Estremecedor informe del gobierno ecuatoriano el día de hoy: Más de 6.700 muertos en 15 días, solo en Guayas

Coronavirus en Ecuador: el gobierno confirma más de 6.700 muertes en 15 días en Guayas, la provincia más golpeada por covid-19

Varios hombres junto a un ataúdEl número de fallecidos en Guayas, Ecuador, se ha quintuplicado en 15 días.

Las sospechas de que el número de muertos era más grande de lo que reportaban autoridades en Guayas, la provincia más castigada por covid-19 en Ecuador, acaban de dar con un dato muy revelador.

El gobierno informó que hubo un desfase en los reportes de fallecidos y que en los primeros 15 días de abril se registraron unas 6.700 muertes en esa región en la que normalmente hay 1.000 fallecidos por quincena.

Las autoridades no pudieron determinar las causas de todas las muertes, pero infieren que, además de las muertes naturales, lo que hay detrás es la pandemia de coronavirus.

«En las cifras que hemos logrado cruzar con el trabajo, con el Ministerio de Gobierno y con el Registro Civil, tenemos aproximadamente 6.703 fallecidos reportados en estos 15 días de abril en la provincia del Guayas», dijo el jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), Jorge Wated.

«El promedio usual mensual (de fallecidos) es de aproximadamente 2.000 personas» en Guayas, indicó, por lo que hubo más de 5.700 muertos más de lo habitual.

Un ataúd afuera de un cementerio de Guayaquil

La ciudad de Guayaquil atravesó por una aguda crisis en marzo luego de que los servicios forenses y funerarios se vieron rebasados por la cantidad de fallecimientos que había.

Las autoridades cifraban las víctimas de covid-19 en unas pocas decenas, lo que contrastaba con la demanda de ayuda para inhumar a fallecidos.

Tanto ataúdes como cadáveres envueltos en sábanas o plástico quedaron expuestos en las calles ante la falta de opciones para incinerarlos o enterrarlos.

El presidente Lenín Moreno ha reconocido que la emergencia sanitaria no fue bien atendida, principalmente en Guayas, donde se concentra el 70% de los casos de covid-19.

Dos mujeres en Guayaquil y de fondo el cuerpo de un hombre tapado en la calle.La población temía que hubiera una emergencia sanitaria por los cadáveres expuestos en las calles de Guayaquil.
Línea

El problema con los números

Análisis de Matías Zibell, de BBC Mundo en Ecuador

El gobierno de Ecuador comenzó a emitir informes sobre los casos de coronavirus en el país desde la primera quincena del mes de marzo y para el primero de abril las cifras oficiales hablaban de 2.758 casos confirmados y 98 muertos a nivel nacional.

Pero entre fines de marzo y comienzos de abril comenzaron a circular por redes sociales imágenes de personas muertas en los domicilios y en las aceras de Guayaquil, la ciudad más golpeada por la pandemia; la crudeza de los testimonios de los familiares de las víctimas permitía intuir un escenario mucho más drástico.

En medio de este desfase entre lo que decían las cifras y lo que mostraban las imágenes, el 2 de abril el presidente Lenín Moreno dijo que los datos sobre la pandemia debían sincerarse: «Por dolorosa que ésta sea, hay que transparentar la información, hay que decir la verdad».

Para ese entonces, Moreno ya había creado una fuerza de tareas para recolectar los cadáveres en Guayaquil, a cargo del ingeniero Jorge Wated, quien fue el encargado de informar este jueves que más de 6.700 personas han sido enterradas en la provincia del Guayas durante los primeros 15 días de abril, 5.700 más que el promedio.

Esto refleja no solo el número de personas que murieron por coronavirus, diagnosticadas o no, sino también las muertes por otras causas que se produjeron en pleno colapso de toda la salud pública provincial debido a la pandemia.

Esta mayor aproximación a la realidad no solo se obtuvo gracias, como dijo Wated, a cruzar cifras de cementerios, registro civil y oficinas de gobierno. El número actual de pruebas para diagnosticar los casos de coronavirus son, según el informe oficial, 27.868.

Las cifras oficiales del primero de abril indicaban apenas unas 9.019 pruebas realizadas.Línea

El cementerio Angel Maria CanalesEl cementerio Ángel María Canales ha tenido que ser ampliado para poder recibir a los cientos de muertos.

El último reporte de este jueves indicaba que en todo Ecuador había 8.225 casos confirmados de contagio, así como 403 fallecimientos, 187 de ellos en Guayas.

Otros 632 fallecidos son casos «probables» del virus, pero que no han sido confirmados medicamente.

En Guayas los contagiados ascendían a 5.754, seguido de la de Pichincha con 736, Los Ríos con 274, Manabí con 244, Azuay con 205, El Oro con 193 y Cañar con 117.

Jorge Wated indicó que está «disminuyendo» el número de muertos en los hospitales, lo que calificó de «alentador».

«Dentro de esa dura realidad, aspiramos que en los próximos días estas cifras se vayan reduciendo», dijo.

TOMADO DE: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52318389

Recomendaciones frente a la crisis actual, derivada de la pandemia del Coronavirus (Expresidentes y académicos latinoamericanos)

Imperativos éticos y económicos de la lucha contra el Covid-19:
Una perspectiva latinoamericana

La pandemia de COVID-19 es una conmoción inédita, de duración incierta y consecuencias catastróficas que, si no es abordada adecuadamente, podría convertirse en uno de los episodios más trágicos de la historia de América Latina y el Caribe. Aunque la crisis requiere una acción rápida y decisiva de parte de los gobiernos, las respuestas políticas en nuestra región han sido
desiguales. En varios casos se ha reaccionado rápidamente, haciendo de la protección de la salud
pública el objetivo principal. Lamentablemente, algunos gobiernos han tendido a minimizar los
riesgos de la pandemia, informando mal a los ciudadanos y haciendo caso omiso tanto de la
evidencia científica como del consejo de sus propios expertos. En lugar de movilizar todas las
capacidades a su disposición, algunos líderes han apostado por una política populista y divisiva en
medio de la tragedia. Los latinoamericanos merecemos más que eso.

La supresión de la epidemia para minimizar su morbilidad y mortalidad debe ser nuestra prioridad
principal. América Latina debería centrarse en mejorar sus sistemas de salud, canalizar recursos a
hospitales, adaptar temporalmente la infraestructura inactiva, como hoteles y centros de convenciones, y aumentar drásticamente la capacidad de testeo.

A la disminución de los volúmenes y precios de exportación, pérdida de ingresos del turismo y las
remesas, y grandes salidas de capital, en las economías latinoamericanas se suma ahora la interrupción masiva de la producción nacional. La fuerte caída de la oferta, combinada con una caída generalizada de la demanda, puede desencadenar una espiral contractiva. En este marco, es esencial avanzar con políticas audaces para proteger los ingresos de las personas y los hogares, incluyendo transferencias en efectivo para aquellos que quedan en una posición vulnerable por la
crisis, entre ellos los trabajadores informales e independientes que no pueden acceder a subsidios
de empleo o al seguro de desempleo.

Para preservar los empleos y los ingresos de los trabajadores, también es esencial ayudar a las
empresas, acompañándolas durante el período de distanciamiento social, y estimulándolas en la
recuperación posterior. Los subsidios para el pago de salarios, condicionados al mantenimiento de
la nómina, protegen tanto a empresas como a trabajadores y son cruciales para una rápida mejora
de la economía. Por el contrario, si no se evitan las quiebras generalizadas, la próxima víctima de
la crisis sería el sistema bancario, con lo que el sistema de pagos y la economía en su conjunto
correrían el riesgo de colapsar.

Muchas empresas, particularmente las pequeñas y medianas, sufrirán importantes pérdidas de
ingresos mientras dure la crisis. Sin apoyo, la falta de liquidez se convertirá en un problema de
solvencia, y los aplazamientos de impuestos, la refinanciación de préstamos y los créditos
subsidiados no serán suficientes. Esta emergencia requiere garantías fiscales de crédito sin
precedentes, así como cambios temporales en la regulación, para incentivar y sostener el crédito
bancario. Los bancos públicos bien capitalizados y administrados podrían desempeñar un papel de
liderazgo en este frente.

El estímulo fiscal también será crucial en la fase de recuperación, momento en el que los gobiernos
deberán impulsar el empleo y la actividad económica sin exacerbar los riesgos sanitarios. Las
políticas diferirán entre países, pero necesitarán recursos extraordinarios durante esa fase.

Todo esto plantea un desafío excepcional: si bien las necesidades fiscales son ahora mucho
mayores que durante la crisis financiera global de 2008-2009, los recursos fiscales en las
economías latinoamericanas son hoy más limitados. Los costos del estímulo deberán compensarse
con ajustes presupuestarios en áreas de menor prioridad. El compromiso de nuestros poderes
Ejecutivo y Legislativo con la corrección del incremento del déficit fiscal dentro de un período de
tiempo razonable servirá para mitigar el riesgo de un deterioro de la calificación crediticia que
amenaza a varios de nuestros países.

Los líderes latinoamericanos deben hacer un llamado enérgico a la cooperación internacional para
enfrentar la crisis, condenando los controles a la exportación de suministros médicos y demás
recursos críticos, y exigiendo un incremento de fondos para la Organización Mundial de la Salud,
contrario a la temeraria decisión del gobierno de Estados Unidos. Se necesita una coordinación
global más sólida entre las autoridades de la salud para mejorar la capacidad de realizar pruebas,
tratar y aislar a los pacientes, y desarrollar una vacuna y cura, que serán la solución definitiva para
la pandemia de Covid-19. Las compañías farmacéuticas deben ayudar a los países con materiales
reactivos para ampliar el número de testeos y con acceso libre a la tecnología para producirlos. En
el ámbito financiero, los reguladores, las agencias de calificación crediticia y las instituciones de
normas contables deben adaptar sus criterios para hacer frente a circunstancias sistémicas
excepcionalmente adversas.

El apoyo externo para las cuentas fiscales y la balanza de pagos es indispensable, especialmente
para los países más pequeños y menos desarrollados de América Latina. Si tanto las empresas
privadas como los gobiernos elevan sus déficits, ocurrirá lo mismo con la cuenta corriente de los
países. A esto se suma las salidas de capitales de los mercados emergentes, que ya ha sido la más
grande en la historia, y la depreciación cambiaria resultante, potencialmente desestabilizadora.
Para muchas economías de la región, un apoyo externo oficial mucho mayor será la única forma
de hacer frente a esta combinación inédita de shocks adversos.

El FMI tiene un papel esencial que desempeñar, tanto para abordar las necesidades fiscales y
cambiarias de los países en el corto plazo como para seguir apoyando a las economías en el futuro,
a través de una crisis de duración incierta. El FMI necesita más recursos y la capacidad de
desembolsarlos rápidamente. Los gobiernos latinoamericanos deberían exigir una nueva emisión
de un billón de Derechos Especiales de Giro (DEG). Y si bien estos DEG se asignan a los países
miembros de acuerdo con sus respectivas cuotas, se podría facilitar una asignación no proporcional
a través de un fondo que acelere el apoyo fiscal a los gobiernos más necesitados. Además, la
duplicación inmediata de los Nuevos Acuerdos para la obtención de Préstamos (NAP) daría al
Fondo la capacidad necesaria para atender la demanda urgente de préstamos que se avecina.
Finalmente, dado que los programas con alto acceso son lentos de aprobación para las actuales
urgencias, el FMI debería aumentar significativamente el acceso a sus facilidades de desembolsos
rápidos y condicionalidad leve, o crear una nueva para la pandemia.

Los bancos centrales que emiten monedas de reserva pueden contribuir a reducir la iliquidez
cambiaria global, ampliando sus swaps de moneda con otros bancos centrales. Esto puede hacerse
de manera directa entre bancos o, indirectamente, a través de la intervención del FMI o del Banco
de Pagos Internacionales (BPI) como intermediarios de la liquidez. A nivel nacional, los bancos
centrales deben utilizar todos los instrumentos a su alcance, innovando cuando sea necesario, para
inyectar liquidez a los mercados financieros y a la economía.

Por último, los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) como el Banco Mundial, el Banco
Interamericano de Desarrollo y CAF deberían duplicar la cantidad de préstamos netos a la región
para apoyo presupuestario con condicionalidad muy reducida, aprovechando la gran liquidez de
los mercados globales de capital. En circunstancias excepcionales y en países sin acceso a los
mercados, la suspensión del servicio de deuda podría complementar estos préstamos oficiales. Los
BMD también deberían proporcionar a los países directrices sobre las diversas áreas de políticas
involucradas en la respuesta a la crisis, incluyendo sus propias estimaciones de las tasas de
morbilidad y mortalidad del COVID-19, especialmente en casos donde los gobiernos están
minimizando la amenaza para la salud. En la lucha contra la pandemia, no hay tiempo que perder.

El desafío planteado no tiene paralelo en la historia reciente. El mundo, y América Latina y el
Caribe, no pueden permitirse respuestas tardías o inadecuadas. La confianza mutua, la
transparencia y la razón, no el populismo o la demagogia, siguen siendo las mejores guías en estos
tiempos inciertos. La crisis no puede ser excusa para debilitar nuestras democracias, ganadas con
tanto esfuerzo; por el contrario, es la oportunidad para demostrar que la democracia está en
condiciones de responder a desafíos extremos, cumpliendo con justicia con sus ciudadanos.

Firmado

Fernando Henrique Cardoso*, Presidente de Brasil (1995-2002).

Ricardo Lagos*, Presidente de Chile (2000-2006).

Juan Manuel Santos*, Presidente de Colombia (2010-2018).

Ernesto Zedillo Ponce de León*, Presidente de México (1994-2000); Yale University.

Mauricio Cárdenas, Ministro de Hacienda y Crédito Público, Colombia (2012-2018); Center on
Global Energy Policy, SIPA, Columbia University.
Roberto Chang, Profesor Distinguido de Economía, Rutgers University, USA.

José De Gregorio, Ministro de Economía, Minería y Energía de Chile (2000-2001); Presidente
del Banco Central de Chile (2007-2011); Decano, Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile.

Ilan Goldfajn, Presidente del Banco Central de Brasil (2016-2019); Director y fundador, Centro
de Debates de Politicas Publicas (CDPP).

Ricardo Hausmann, Ministro de Planeamiento Venezuela (1992-1993); Profesor, Kennedy
School of Government, Harvard University.

Eduardo Levy Yeyati, Decano, Escuela de Gobierno, Universidad Torcuato Di Tella.

Federico Sturzenegger, Presidente del Banco Central de Argentina (2015-2018); Profesor
Plenario, Universidad de San Andrés.

Rodrigo Valdés, Ministro de Hacienda de Chile (2015-2017); Escuela de Gobierno, Universidad Católica de Chile.

Andrés Velasco, Ministro de Hacienda de Chile (2006-2010); Decano, School of Public Policy,
London School of Economics.

*Miembro de The Elders.

Imperativos eticos y economicos de la lucha contra el Covid-19

Colombia. El hambre no cesa, como tampoco las protestas en barrios populares de Medellín

Una nueva jornada de protestas se vive este miércoles en Medellín. El clamor es el mismo: alimentos y medicinas para enfrentar la cuarentena por la covid-19. El hambre en los barrios populares, donde habita la población de escasos recursos en la ciudad, no da para más. Los manifestantes, con trapos rojos continúan exigiendo la presencia del gobierno local y nacional.

Y es que todos coinciden en que muchas de las alternativas que ha dispuesto la alcaldía para caracterizarlos no alcanzan a llegar a ellos por falta de conectividad. Sienten que las autoridades los olvidaron.

Luz Aida Dávila comentó que las protestas no cesan en la comuna 13, en la unidad Nueva Villa del Socorro, que está habitada por personas reubicadas o desplazadas, que en su mayoría tienen trabajos informales.

“Han estado con las banderas rojas en las casas, salieron a hacer una protesta pacífica en el parqueadero para que los ayuden con alimentos, porque ni siquiera están pidiendo comida, sino ser escuchados en medio de esta crisis”, expresó.

Angello Zapata, desplazado de Ituango, es una de las personas que participó este miércoles de las protestas. Hace tres años vive en esta zona de la ciudad.

“El presidente nos prometió una ayuda de 160.000 pesos y vamos a reclamar eso al Gana y nada; también nos dijeron que nos iba a llegar una ayuda humanitaria, y tampoco. Todos los que estamos aquí somos población en riesgo, hay niños, adultos mayores, y no tenemos trabajo ni posibilidades para subsistir”, denunció.

Agregó que están reclamando sus derechos y exigieron la presencia del alcalde Daniel Quintero, pues las plataformas digitales que lanzó “no han tenido mucha utilidad” para resolver la crisis.

Con trapos rojos protestaron en la unidad Nueva Villa del Socorro de la comuna 13 de Medellín. FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ

Con trapos rojos protestaron en la unidad Nueva Villa del Socorro de la comuna 13 de Medellín. FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ

Varios vecinos afirmaron ser víctimas del conflicto y criticaron que todas las ayudas están congeladas y no se ve la presencia de las autoridades para resolver la situación.

“Por favor caballero (dirigiéndose al alcalde), ya nos deben atender, estamos en completo olvido”, expresó María Teresa Torres, una mujer de 70 años que vive con tres hijos que están desempleados.

Al otro lado de la ciudad, Flor Guzmán, habitante del barrio Caicedo en la comuna 8, reveló que en los alrededores de la UVA La Libertad hay aglomeración de muchas personas reclamando alguna ayuda de la alcaldía o el Gobierno Nacional.

“Tenemos mujeres embarazadas, comunidad indígena, adultos mayores, desplazados (…) Necesitamos apoyo para que los atiendan y así estas personas se puedan ir para sus casas, porque sabemos que esta pandemia es muy grave, no podemos estar concentrados en las calles y no queremos contagiarnos porque sabemos cómo está el sistema de salud”, manifestó.

La respuesta de la alcaldía

El alcalde Daniel Quintero respondió este miércoles a las familias que están reclamando un apoyo con alimentos. El mandatario aseguró que entre esta noche y mañana repartirán 170.000 aportes directos a los hogares más necesitados.

No obstante, indicó que se trata de personas inscritas en la plataforma “Medellín me cuida”, aunque reconoció que muchos no tienen forma de acceder a esta y para ello se envió equipos de la administración que están visitando los barrios para hacer una caracterización manual. Afirmó que en esta modalidad presencial ya han identificado al menos a 20.000 familias.

También dijo que con los resultados obtenidos de la donatón, que se llevó a cabo el pasado 12 de abril, se podrá hacer una mejor repartición de mercados y otras ayudas a todos los ciudadanos que lo necesitan en medio de esta cuarentena.

Manifestantes se agruparon en cercanías de la UVA La Libertad, en la comuna 8 de Medellín, para exigir ayuda. FOTO CORTESÍA

Manifestantes se agruparon en cercanías de la UVA La Libertad, en la comuna 8 de Medellín, para exigir ayuda. FOTO CORTESÍA

Articulo tomado de ELCOLOMBIANO, https://www.elcolombiano.com/antioquia/protestas-por-falta-de-comida-en-barrios-populares-de-medellin-debido-a-la-cuarentena-GK12812352

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Colombia. Hambre y Coronavirus. «Si no nos mata el coronavirus nos mata el hambre»

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Situación internacional de los trabajadores en la crisis del Coronavirus

Coronavirus «El confinamiento es un concepto burgués»: cómo el aislamiento afecta a las distintas clases sociales

12 abril 2020

Transeúntes con mascarillas frente a una oficina de correos en Saint Denis, Francia.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionSaint Denis, un suburbio de clase trabajadora de París, se ha convertido en una de las regiones francesas con las más altas tasas de mortalidad por coronavirus.

Como sociólogo, Hamza Esmili se ha dedicado a estudiar temas como la desigualdad, la radicalización y la marginalidad urbana, temas muy recurrentes en los famosos suburbios parisinos.

Él vive en el que probablemente es el más emblemático de todos: Saint Denis.

Esta banlieue situada al noreste de la capital francesa apareció en las primeras planas de los diarios en todo el mundo durante los violentos disturbios que azotaron Francia en 2005.

En ese entonces, la población local de uno de los departamentos más multiculturales de Europa, salió a las calles a manifestar su frustración ante el alto desempleo y el hostigamiento y la brutalidad policial a la que se enfrentaban día tras día.

También cuenta con una de las más altas de desempleo y de informalidad.

Y sumado a todo esto, en medio de la pandemia de coronavirus, se ha convertido en una de las regiones francesas con las más altas tasas de mortalidad por coronavirus.

«Es como si la vida de los pobres no tuviera ningún valor», juzga en entrevista con BBC Mundo Esmili, quien también es investigador y profesor de la Universidad de París VIII.

Hamza Esmili.El sociólogo Hamza Esmili cree que el confinamiento es un concepto burgués: «La idea es que todos tengamos una casa individual, un poco burguesa, en la que podamos refugiarnos».

El brote de coronavirus ha golpeado fuertemente a los franceses y a su economía.

El miércoles, el Banco de Francia anunció una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 6%, su peor desempeño trimestral desde 1945.

Y el número de afectados por la pandemia sigue aumentando. Hasta el 08 de abril, las autoridades galas habían contabilizado 109.069 casos detectados y al menos 10 328 muertes.

Lo que sigue es un resumen del diálogo con este sociólogo francés, quien explica cómo las medidas de confinamiento afectan diferentemente a las distintas clases sociales, no solo en Francia, sino en todo el mundo.

Línea

¿Qué piensa del concepto de confinamiento?

Creo que el confinamiento es necesario para frenar la pandemia actual, evidentemente. Ahora, como sociólogo, veo que la idea del confinamiento tiene un cierto número de presuposiciones y no corresponde a la realidad. Especialmente, no corresponde a la realidad de la gente en los barrios pobres.

El confinamiento es un concepto burgués. La idea es que todos tengamos una casa individual, un poco burguesa, en la que podamos refugiarnos cuando haya una pandemia o un desastre natural.

Pero lo que veo en los barrios pobres no es para nada eso. Existe una realidad rodeada de condiciones insalubres, pero no solo eso. En este tipo de barrios, hay casas en las que viven cuatro o cinco personas por habitación, por ejemplo.

También hay viviendas que no son habitables, en las que no puedes quedarte todo el día, porque prácticamente el espacio no se presta para ello.

Familia migrante en las afueras de París.La idea del confinamiento tiene un cierto número de presuposiciones y no corresponde a la realidad. Especialmente, no corresponde a la realidad de la gente en los barrios pobres». Hamza Esmili Sociólogo y profesor de la Universidad de París VIII.

Y luego también, el problema del confinamiento es que se basa en una especie de mentira. Está la idea de que todos estamos confinados, lo cual no es cierto.

En los barrios de bajos recursos, como Saint Denis, todavía hay mucha gente que sigue trabajando. Los obreros siguen trabajando, porque algunas fábricas siguen abiertas. Los cajeros continúan yendo a sus trabajos, porque los supermercados siguen abiertos. Lo mismo pasa con los guardias de seguridad.

Todo esto tiene consecuencias dramáticas. Hoy, el de Sena Saint Denis es uno de los departamentos que registra la más alta tasa de mortalidad en Francia a causa del virus.

Saint Denis, el barrio de París en el que algunos justifican los ataques de Estado Islámico

Oficiales de la policía francesa controlando las autorizaciones de salidas de personas el 2 de abril de 2020 en Saint-Denis, en las afueras de París.Mientras que el resto de Francia se encuentra paralizado, las calles de Saint-Denis, un barrio de clase trabajadora en las afueras de París, continúan casi tan llenas como de costumbre.

Resides en en SaintDenis, ¿cómo se vive el confinamiento en uno de los barrios más pobres de Francia?

Es muy difícil, por supuesto. Muy difícil porque la experiencia del aislamiento ya es difícil de por sí, pero también porque algunas personas deben continuar trabajando bajo condiciones que no las protegen y porque muchos han perdido sus trabajos.

Tenemos trabajadores a los que se les paga por su jornada laboral, a menudo en el mercado negro, es decir sin declararlo, y de repente, de un día para otro, perdieron su fuente de ingresos.

La experiencia del confinamiento es extremadamente difícil, porque para algunos puede significar volver a la calle.

Cajera con tapabocas.

Getty
¿Cómo le dices a una cajera que haga teletrabajo?
Sociólogo y profesor de la Universidad de París VIII.

En Saint Denis hay muchas personas sin hogar, refugiados, que viven en tiendas de campaña. Y no se ha elaborado ningún plan para atender a esta gente. Muy al contrario, esta mañana, por ejemplo, cuando la pandemia se encuentra en pleno apogeo, la policía desmanteló un campo de refugiados en Saint Denis.

Les confiscaron sus tiendas de campaña a estas personas que no tienen a donde ir.

¿Qué piensas de la forma en la que la opinión pública tiende a juzgar a estas personas que no pueden permitirse respetar las medidas de confinamiento por alguna razón u otra?

En el debate público francés, escuchamos actualmente muchas opiniones racistas y clasistas sobre la imposibilidad que tienen los inmigrantes o los hijos de inmigrantes de cumplir con las normas de confinamiento.

Esto es insultante porque niega e ignora la realidad y los problemas de los barrios pobres.

Las enfermeras de los hospitales, por ejemplo, a menudo viven en barrios como Saint Denis. Son ellas quienes se ponen en peligro para curar a la población, lo mismo pasa con las cajeras y con los repartidores de Amazon o la gente que trabaja transportando productos.

Panorámica de París.

Getty
El 17% de los parisinos han abandonado la ciudad para refugiarse en sus residencias temporales en el campo. Eso es algo que los pobres no se pueden permitir».
Sociólogo y profesor de la Universidad de París VIII.

¿Ves? Existe una realidad que no es tomada en cuenta ni por el Estado ni por el derecho público. Y esto se traduce en autoritarismo. Es decir que la única respuesta del Estado y el derecho público ha sido más presencia policial, opresión y, a veces, hasta violencia.

¿Entonces dirías que el confinamiento un lujo?

Efectivamente. No niego la necesidad de confinar a la gente, pero lo que es cierto es que no todos somos iguales frente a esta medida. Entre aquellos que deben continuar trabajando, o los que no se confinan o no pueden confinarse porque su hábitat no corresponde a las normas que el confinamiento exige.

Entonces sí, el confinamiento es un lujo. Eso se pone en evidencia cuando vemos que, por ejemplo, el 17% de los parisinos (Gran París) han abandonado la ciudad para refugiarse en sus residencias temporales en el campo.

Eso es algo que los pobres no se pueden permitir.

El drama del covid-19 en Nueva York, una ciudad con las morgues repletas y hospitales de campaña

Mujer vendiendo bebidas en un barrio popular en México.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEsmili dice que el confinamiento es más difícil en países donde la mayoría de la población vive de la economía informal.

¿Cómo toma la población local los anuncios del gobierno que les exigen que no salgan, que se queden en sus casas y hagan teletrabajo, si pueden?

Eso no significa nada para ellos.

Es como si hablaras en una lengua que nadie comprende. No se traduce en el día a día de mucha gente.

¿Cómo le dices a una cajera que haga teletrabajo? ¿Cómo se lo dices a un vigilante?

¿No tienen miedo de contagiarse?

Claro que sí. Pero, ¿qué puedes hacer cuando trabajas en un hospital o cuando te encuentras en una situación en la que tienes que alimentar a tu familia?

Además que frecuentemente esta gente trabaja bajo condiciones que no las protegen. Hoy, por ejemplo, una cajera murió en un supermercado en Saint Denis. Antes de ayer, fue un carnicero el que murió.

Mujer de bajos recursos cocinando.

Getty
Sí, el coronavirus mata, pero mata menos que el hambre; el hambre mata a ciencia cierta».
Sociólogo y profesor de la Universidad de París VIII.

La gente muere porque las circunstancias les obligan a continuar trabajando. Esto genera miedo y rabia a la vez, porque muchos se sienten abandonados. Es como si la vida de los pobres no tuviera ningún valor.

¿Crees que es posible permanecer confinado cuando se vive en un barrio marginal en América Latina, el Sudeste Asiático o África?

El caso brasileño es aún más complicado, porque allí el mismo presidente niega la realidad de la pandemia.

«Es apenas una pequeña gripe» y otras 7 controvertidas frases de líderes mundiales durante la pandemia de covid-19

En algunos casos, como en Marruecos, una realidad que conozco bien, el confinamiento es extremadamente difícil porque la mayoría de la población vive de la economía informal.

En la actualidad, hemos visto manifestaciones en Líbano, en Túnez y en un gran número de países del sur, donde la gente dice: «Sí, el coronavirus mata, pero mata menos que el hambre; el hambre mata a ciencia cierta».

Personas en una estación de tren en Saint Denis, en las afueras de París.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSaint Denis es un suburbio al norte de París conocido por albergar diferentes comunidades de inmigrantes, una alta tasa de criminalidad y crecientes tensiones sociales,

¿Consideras necesario imponer multas a aquellos que violen las medidas de confinamiento como lo están haciendo algunos países?

Creo que es una medida extrema.

Hay gobiernos que han sido inconsistentes en el tratamiento de la crisis. En Francia, el Estado mantuvo las elecciones municipales en el mismo momento en que la epidemia se estaba fortaleciendo en el país.

Contamos con gobiernos que no saben cómo manejar la crisis y que cambian de opinión contantemente. Estas acciones han cobrado vidas humanas».
Sociólogo y profesor de la Universidad de París VIII.

Hoy, sabemos que hay alcaldes que murieron y personas que colaboraron en colegios electorales que fueron afectadas.

Contamos con gobiernos que no saben cómo manejar la crisis y que cambian de opinión contantemente. Estas acciones han cobrado vidas humanas.

Sancionar a individuos ya sea mediante presión policial, multas o con prisión me parece grave y extremo.

Tomado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52216492