¡Qué ironía! Sergio Fajardo Valderrama hablando en contra de la corrupción, sin que se ruborice ni le explique al país, cuál ha sido su relación con algunos delincuentes de la multinacional Millicom.

Gonzálo Alvarez Henao

¡Qué ironía! Sergio Fajardo Valderrama hablando en contra de la corrupción, sin que se ruborice ni le explique al país, cuál ha sido su relación con algunos delincuentes de la multinacional Millicom.

Quiero recordarle a los ciudadanos, que en su paso por la alcaldía de Medellín, en el años 2006, siendo el presidente de la Junta Directiva de EPM, le entregó sin contraprestación alguna el 25% de las acciones que EPM tenía en Colombia Móvil, a la multinacional Millicom; y, para que tomaran tinto, esa Junta Directiva, autorizó prestarle a los nuevos dueños de Colombia Móvil, es decir, a Millicom, 181 mil millones de pesos, sin que existiera dentro del objeto social de EPM, autorización para prestar dinero.

Pero esto no es todo: este campeón de la moralidad pública, propuso separar de EPM, la Unidad de comunicaciones, para destinarla a la constitución de una sociedad por acciones, buscando abrirle el camino a Millicom, para que también se apoderara de manera gratuita de UNE EPM Telecomunicaciones, como efectivamente sucedió.

Este pulquérrimo campeón de la lucha contra la corrupción, le compró a los grupos Santo Domingo y Sarmiento Angulo a Orbitel, por el doble o triple de su valor de su valor real. La valerosa Contralora General de Medellín, para la época, Martha Cecilia Vélez, denunció que EPM había pagado el doble del valor real por Orbitel. En ese oneroso contrato, se dejó una cláusula, que recientemente le costó a Medellín, más de 22 mil millones de pesos. Reto a este sofista y embaucador, a sostener un debate público en relación con los hechos denunciados.

30 de octubre

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