Archivo diario: 27 junio, 2018

Una lección de egoísmo

Por: Ricardo Robledo

Me tocó oír de boca de un paramilitar “reinsertado”: “si gana Duque vuelvo a coger el fusil para salir a matar guerrillos”. La motosierra volverá a funcionar y con semejante respaldo, entrará como cuchillo caliente en mantequilla, contra los líderes populares y los movimientos sociales. Para los genocidas no significan nada ocho millones de votantes muertos. Si lo pueden hacer, lo hacen y seguro lo van a intentar.

Aunque en el fondo creo que no todos los diez millones que eligieron a su presidente, apoyan los crímenes de lesa humanidad ni a la corrupción, estos actores sí recibieron su respaldo y así lo sienten y por eso se envalentonan para volver a llenar el país de sangre y de dolor. Las amenazas se han incrementado. Un punto del plan de gobierno es volver trizas los acuerdos de paz. Los opresores nunca podrán ser humanistas.

Hay de todo entre los votantes de la triple alianza de derecha formada por la oligarquía, el imperialismo y la nueva burguesía nacida del narcotráfico; están los conscientes, los engañados, lo que votaron para defender la fe religiosa y los temerosos al “castrochavismo”.

Con el nuevo gobierno de derecha ya no tendrán que acomodar dos indigentes en el tercer cuarto de sus viviendas (principal punto de gobierno de la Colombia Humana); ahora se va respetar la propiedad privada que es sagrada cuando está en manos de los ricos pero no cuando está en manos de pequeños propietarios; ya no se va a expropiar a los grandes terratenientes pagándoles por sus tierras improductivas, pero sí a los campesinos a punta de fusil; sí, a esos que producen tus alimentos, que tienen las uñas negras y que no son “gente bien” (lo tienen muy merecido por no ser tan civilizados).

Si los criminales de lesa humanidad tienen que comparecer ante la justicia, nos convertimos en Venezuela; también si se castiga a los corruptos; igual si se da educación universitaria gratuita; o si fomenta el agro y se cuidan los sistemas ecológicos. Qué peligro que los colombianos pobres tengan derecho a una buena atención en salud. Sí me gustaría que nos convirtiéramos en Venezuela: un pueblo digno de patriotas que resisten en defensa de su soberanía.

Estos temerosos votantes de clase media, nos dieron una lección de lo que es el egoísmo. Revestido de un lenguaje de patriotismo y de conciencia de salvación nacional. Nada representan las masacres; nada valen los millones de campesinos expulsados y desterrados; los falsos positivos son apenas un ingenioso invento que debe ser premiado. Tranquilos que si las corporaciones financieras no les quitan sus apartamentos, ya nadie les va a expropiar la deuda con el banco.

Uno de los argumentos es que los ricos son los que dan empleo y si se van se acaban los puestos de trabajo. Con la ocupación laboral se obtiene ingresos para poder acceder a los medios de subsistencia. ¿Pero qué se va a comer si los campesinos que producen los alimentos son perseguidos o sucumben ante las importaciones y quedan en bancarrota? ¿O si los peces se alimentan de mercurio y las vacas de pesticidas? ¿si las abejas se mueren?¿si desaparecen los insectos y se rompe la cadena alimenticia?¿qué sentido tiene moler una montaña para convertirla en dinero para el bolsillo de un magnate?

Hay una interesante conferencia en el portal TED en la cual un empresario multimillonario comenta que no son los ricos los que mueven la economía capitalista, sino los consumidores. Por ejemplo, si mil ricos colombianos toman un almuerzo de cien mil pesos, hay 40 millones de personas que lo compran en cinco mil. Multipliquen y verán. ¿Entonces hay que mejorar los ingresos de quién?

Junio 26 de 2018