Por: Gonzalo Salazar
Febrero 14 de 2018
El riowa ha enviado pájaros gigantes a la luna (Siyora), a él le decimos que la ame y la cuide, que no puede ir por el universo haciéndole a cada astro lo que le hicieron a cada árbol del bosque acá en la tierra, y a sus hijos les preguntamos: ¿Quién hizo el metal con que se construyó cada pluma que cubrió al gran pájaro? ¿Quién hizo el combustible con que se alimentó? ¿Quién hizo al mismo hombre que dirige y fabrica al pájaro? … el riowa no debe engañar ni mentir a sus hijos, debe enseñar que aún para construir un mundo artificial el hombre necesita de la madre tierra… por eso hay que amarla y cuidarla…Carta de los U´wa a la Humanidad
Todas las mercancías que inicialmente se producían y valoraban por su valor de uso, cumplían sus funciones hasta agotar su resistencia física o su capacidad de trabajo, garantizada en la buena calidad de las materias primas utilizadas en su fabricación; hasta antes de la Segunda Guerra “Mundial” Alemania e Inglaterra fabricaban herramientas y equipos eficientes que duraban mucho tiempo cumpliendo sus funciones en buenas condiciones, muchos medicamentos eran efectivos, sanadores y generaban pocos efectos colaterales, autos como los de la Ford no requerían muchos repuestos; es sorprendente el caso de una bombilla eléctrica fabricada en 1890 por una compañía norteamericana, que iluminó continuamente durante más de 100 años en la oficina de bomberos de la ciudad de Livermore; equipos y herramientas se fabricaban para que funcionaran eficientemente y duraran mucho tiempo, era mayor el valor de uso.
En la actualidad las máquinas, los equipos de alta tecnología en comunicaciones y servicios, todos los productos utilizados individualmente, en el hogar, en la industria, son elaborados y programados para que cada vez duren menos o se autodestruyan sin posibilidad de reparar, reformar, adaptar y/o reciclar por usuarios y consumidores. Existen en la gran industria capitalista, departamentos y laboratorios especializados en el estudio, diseño, producción e inserción de mecanismos, componentes físicos, químicos, genéticos, electrónicos y/o informáticos en todo tipo de mercancías, que determinan su vida útil, haciéndola cada vez más corta (obsolescencia programada).
El fetichismo de la mercancía, evidenciado por Marx, continúa invadiendo aceleradamente las mentes y los hogares de capitalistas y consumidores –convertidos en consumistas-. Ávidos de ganancias los propietarios de las marcas y de emociones, alucinados con la tecnología, manipulados por los medios de comunicación masiva y el mercado los consumidores. Ahora la marca, el moderno fetiche, es mucho más importante que el producto mismo, pues le asigna “identidad y status” al consumidor. Hoy nadie compra zapatos, adquiere Nike o Adidas (marcas que no tienen un punto de fábrica jurídicamente propio), así como hasta hace poco la gente no fumaba cigarrillos, sino que disfrutaba un Marllboro, las familias no almuerzan, sino que van a McDonald’s, o no tienen teléfono celular, sino que compran la última generación Galaxy de Samsung, igualmente pasa con los autos y el vestido. El uso masivo-intensivo de la tecnología no hace más inteligentes ni libres ni felices a las personas, generalmente les aporta comodidad para trabajar o para consumir, y un poco de placer onanista instantáneo inducido por el mercado. La manía consumista del capitalismo, generada por el afán de la ganancia rápida y creciente, obliga a acelerar los procesos productivos y los extractivismos, innovando permanentemente o revolucionando los instrumentos de producción y las mercancías necesarias e innecesarias, dinamizando la competencia de los mercados con excesos de producción y gigantescos capitales acumulados con pocas probabilidades de inversión, mientras los medios de desinformación y propaganda hacen del capitalista financiero y especulador, el paradigma del éxito y la sabiduría del siglo XXI.
A nombre del progreso, los productos industriales de uso y consumo cotidiano son reformados tan rápidamente que de un año a otro muchas veces no se puede conseguir el mismo producto, ni accesorios ni repuestos para su mantenimiento; lo vemos en los ordenadores, equipos de comunicación (TIC), los equipos de audio, autos, aparatos de uso doméstico, máquinas herramientas y demás equipos tecnológicos. Las reformas o cambios técnicos y de presentación generalmente no mejoran la capacidad de trabajo o la comodidad para operarlos, muchas veces esos cambios ni siquiera aportan eficiencia; por ejemplo, a los autos les aumentan la rapidez de desplazamiento (de 150 a 250 o más kilómetros por hora) cuando las calles se diseñan para máximo 80 kph. Aún si volaran los carros, no podrían desplazarse en las ciudades a más de 150 kph. Muchos de los aparatos de uso doméstico son ineficientes, consumen mucha energía y son complicados para armar, desarmar y asear, además de ser altamente contaminantes por estar construidos con materiales no biodegradables, no reciclables y minerales escasos en la naturaleza como los denominados tierras raras; aparatos que se convierten en chatarra y basura en poco tiempo, de acuerdo a la obsolescencia programada que determine el fabricante. El desarrollo tecnológico a ultranza agota las reservas de esos minerales (con pocas posibilidades de recuperación) y los combustibles fósiles, dispersando los derivados plásticos y compuestos de la combustión en toda la faz de la tierra.
A los ordenadores se les suman tantas funciones y aplicaciones, se les eleva exponencialmente su capacidad de acumulación de información, la velocidad en la transmisión y el procesamiento de datos, movilizando casi instantáneamente inmensos bloques de información, que una persona no alcanza en la vida útil del aparato a utilizar todas sus aplicaciones, programas y capacidades; tanto desarrollo en unas tecnologías -software y hardware- desechables que al cabo de dos o tres años están totalmente obsoletas, no porque se hayan agotado sus capacidades operativas o superado sus funciones, sino, porque han salido nuevos modelos con nuevas aplicaciones o con nuevos formatos. La competencia y exclusividad entre marcas hace que productos de iguales funciones no puedan compartir sus partes o repuestos si son de marcas o modelos diferentes, lo mismo pasa con la operación: en los teléfonos celulares, cada marca, cada modelo tiene su propio manual para las mismas funciones y un tipo de cargador diferente.
En el caso de las telecomunicaciones en el sistema bancario-financiero, -el mayor espía y controlador de la vida de las personas- con la automatización y rapidez con las que se ejecutan las operaciones, los costos reales de los servicios bancarios son prácticamente despreciables, puesrequiere mínimas cantidades de energía y de fuerza laboral, pero los propietarios de las corporaciones financieras todos los días incrementan sus precios. Los servicios de telecomunicaciones deberían estar en poder y ser operados por un Estado democrático o por las mismas comunidades locales. Cada día el mismo desarrollo tecnológico reduce los costos de producción y de prestación de esos servicios, mientras las empresas operadoras privadas mantienen altos sus precios.
La innovación tecnológica industrial con base en la investigación científica (tecnociencias), se desarrolla aislada de las necesidades reales de los consumidores y o usuarios; esta es acumulada y mantenida en secreto por los fabricantes, sacando al mercado los productos de acuerdo con sus ambiciones económicas, separando partes necesarias para el funcionamiento de uso cotidiano como los dispositivos de Internet, los programas operativos y equipos proveedores de energía de estos aparatos. Por mucho tiempo los VHS[1]y DVD fueron separados de los equipos de televisión; aún, los dispositivos captadores-codificadores de señal –Internet, Tv- tienen que adquirirse a través de proveedores y los servicios, de operadores. En los años 60s y 70s del siglo pasado la señal de televisión se recibía a través de una antena aérea –igual que la radio- que instalaba el propio usuario y no tenía ningún código ni costo su servicio, luego vendrían las parabólicas con cientos de canales internacionales que restringieron y condujeron a la privatización y monopolización de este servicio como expresión de la globalización neoliberal de las telecomunicaciones. Ni la señal de televisión ni la de Internet deberían tener costo para los usuarios. Las restricciones económicas en el uso de los servicios vía TIC, igual que los sobrecostos de productos farmacéuticos y alimenticios, como de los procesos productivos y científicos con su sistema de patentes, significan la apropiación ilegítima por las transnacionales, de los bienes naturales comunes (franja geoestacionaria, espacio radioeléctrico, territorios, especies vivas, combustibles fósiles minerales etc.) y los conocimientos generados por todos los pueblos del mundo.
Muchos científicos y experimentadores en diferentes partes del mundo en diferentes áreas de la técnica han alcanzado en los últimos 70 años un gran desarrollo de tecnologías de generación de energías alternativas para la movilización de automóviles, para la industria y para los hogares, que ha comprobado su eficiencia, economía y conservación del medio ambiente; las grandes compañías de generación de energía -hidrocarburos, carbón mineral y gas-, y las automotrices tradicionales, se han opuesto a su aplicación y masificación, comprando y archivando todas las patentes de esos inventos, destruyendo miles de autos y equipos que fueron construidos con estas tecnologías; en muchos casos chantajean, amenazan y llegan al asesinato de inventores y productores de esas tecnologías. La preocupación que ha generado el deterioro del medio ambiente, muchas veces promovida por las mismas multinacionales fabricantes de productos contaminantes, ha sido utilizada para ampliar el consumo de autos, a los quesupuestamenteles cambiaron el combustible de origen fósil a agrocombustibles, haciendo creer a los consumidores que son más ecológicos, cuando la producción de un galón de agrocombustible resulta más contaminante, destructor de la naturaleza y agresivo contra los pueblos agricultores de los países pobres, que un barril de petróleo (la guerra por los combustibles expropia, desplaza, explota, y convierte en objetivos militares a pueblos y comunidades); hoy gran parte de la producción agroalimentaria está dirigida a la producción de agrocombustibles principalmente para los carros. Pero el afán por la ganancia lleva a los capitalistas a utilizar procedimientos extremos como el fracking para extraer los últimos sedimentos de petróleo y gas, desestructurando capas geológicas, contaminando las fuentes de agua subterráneas y superficiales, propiciando futuras tragedias ecológicas.
El capitalismo globalizado sigue considerando al automóvil como símbolo de bienestar y libertad individual, “imprescindible” en el desarrollo de los países, mientras pretenden que el prototipo del ciudadano norteamericano o de los países “desarrollados” que vive dentro del auto y trabaja sin descanso para sostenerlo, sea el paradigma para los ciudadanos del sur. Un aparato que no solo contamina consumiendo en su fabricación, funcionamiento y destrucción, energía equivalente a más del 100% de toda la energía eléctrica generada industrialmente en el planeta, sino, que destruye los ecosistemas en todas las partes del mundo donde se explotan intensamente mano de obra y materias primas para su fabricación; convierte las ciudades en inmensas telarañas de asfalto que nos atrapan en la inmovilidad de los millones de autos que no nos dejan caminar ni respirar. Entre más amplíen, mejoren y multipliquen las vías, en esa medida se multiplica el parque automotor, se llenan de humo las ciudades, se destruyen los ecosistemas y se enferman los/as ciudadanas. Las ciudades se diseñan para que circulen los carros.
De la misma manera la energía eléctrica (alterna) que mueve e ilumina todo tipo de actividad productiva y social, generada de diversas fuentes como la térmica mediante el uso de combustibles fósiles (gas, petróleo, carbón) y agrocombustibles; la hidroeléctrica que represa inmensas cantidades de agua, inundando grandes extensiones de tierra fértil y bosques, (expropiando, aterrorizando y desplazando las comunidades habitantes de esas zonas) y la generada por energía nuclear, son obsoletas, antieconómicas, antiecológicas y agresivas contra las comunidades. Formas que además requieren muchas, gigantescas y costosas infraestructuras, -represas, turbinas, generadores térmicos, torres, subestaciones, reactores nucleares, líneas de transmisión y distribución- costosos equipos de automatización, grandes cantidades de cables que contienen millones de toneladas de metales, de otros materiales (cemento, cobre, aluminio, acero, plásticos) y material o combustible nuclear como el uranio o el plutonio; estas formas de generar electricidad son altamente, contaminantes y destructoras de ecosistemas de los lugares donde se extraen los combustibles, y de alto riesgo para los humanos en los lugares donde se genera la energía eléctrica. Por otra parte, en algunos países se empieza a utilizar energía eólica y solar en mínima proporción, sin embargo, existen muchas formas de producir electricidad para uso doméstico, industrial y comercial menos agresivas contra la ecología y los pueblos.
Hoy casi todo tipo de señal radioeléctrica o electromagnética, incluyendo las de potencia, se podrían emitir y recibir de forma inalámbrica, (tal como lo proponía Nicola Tesla, como ya funcionan algunos teléfonos celulares) todos los aparatos electromecánicos y electrónicos podrían funcionar sin acometidas cableadas; hasta los aviones y los barcos podrían funcionar de esta manera. Se pueden utilizar elementos y fenómenos naturales generadores y conductores naturales de electricidad como la luz solar, la energía latente que está en todas partes, en el aire y en el espacio, simplemente a través de convertidores en los receptores con pequeñas antenas, hasta el movimiento del cuerpo humano puede servir como generador para tecnologías de uso personal (como relojes, teléfonos móviles, computadores portátiles); para equipos fijos y de alto consumo (industrial, comercial transporte masivo como trenes, metros y tranvías ) se puede hacer con generadores de hidrogeno (su residuo es agua), con generadores ubicados a la orilla del mar utilizando el movimiento de sus olas y corrientes, con el viento (eólica), el calor interno de la tierra, incluso en la estratosfera a través de espejos y satélites especializados (energía solar espacial) en transformar y transmitir energía solar a través de sistemas de microondas o de rayos láser (tecnología que las corporaciones de combustibles fósiles han impedido su desarrollo y utilización) y potentes antenas en la tierra; generadores y conductores de energía que reducen los costos económicos, ambientales y humanos, porque son bienes naturales comunes, son energías limpias de fuentes inagotables (excepto el cuerpo humano). La generación de energía eléctrica mediante la transformación de energía nuclear, que es de gran potencia y altísimo riesgo, debería suprimirse o reducirse al mínimo, pues también utiliza la misma infraestructura antiecológica de transmisión y distribución que las de generación hídrica, térmica (combustibles fósiles y agrocombustibles). La energía eléctrica es más económica, menos dañina y ecológica si se genera en pequeña escala localmente, con tecnologías limpias, con elementos naturales, sin combustibles fósiles ni biológicos. Una casa actual puede, incluso con la basura producida en su funcionamiento, generar la energía que necesita, utilizando generadores alternativos como la biomasa (aunque también genera residuos contaminantes en mínima proporción), paneles solares (fotovoltaica) o mecánica a través de bicicletas estáticas o molinos de viento, entre muchas; algunos países como China importan basura para reciclarla y como combustible producir energía eléctrica.
Las telecomunicaciones utilizan miles de torres de antenas, miles de equipos electrónicos, millones de metros de fibra óptica, de cables de aluminio y cobre, millones de toneladas de plásticos aislantes altamente contaminantes, onerosos ambientalmente. Las señales de radio, telefonía, televisión e Internet, deberían ser enviadas por los aparatos emisores a un satélite (por país) y de allí directamente a los usuarios receptores, especialmente en los países ubicados bajo la franja geoestacionaria, bajo la cual se encuentra nuestro territorio nacional, estas alternativas además de ahorrar en cables, fibra óptica, estaciones repetidoras, torres de antenas y equipos de control técnico y social, de generación y acumulación (baterías altamente tóxicas no biodegradables) permitiría eliminar toda esa infraestructura tecnológica obsoleta; igualmente en la producción de energía, eléctrica, la utilización de tecnologías y fuentes de energía alternativas, contribuirían en el saneamiento del medio ambiente disminuyendo la explotación de metales, combustibles fósiles y de minerales en proceso de extinción; disminuirían los daños ecológicos provocados por la utilización de esas mega-estructuras también obsoletas (hidroeléctricas, termoeléctricas subestaciones, torres, líneas de transmisión y distribución) como lo es también la generación nuclear; además simultáneamente y sobre todo, lo que más contribuiría a este propósito es reducir el consumo y uso de tecnologías y de la energía eléctrica por toda la sociedad en el país y en el mundo; por esto deberían ser los Estados realmente democráticos (o en transición) y las comunidades locales, como dueños, administradores y operadores de los servicios de telecomunicaciones, de energía y del transporte masivo, los que hagan estas transformaciones.
Continúan a la vanguardia del desarrollo tecnológico la microelectrónica, la informática, la cibernética, componentes indispensables de las actuales telecomunicaciones, y la automatización que cubren prácticamente todo el planeta y que se intensifica con la acelerada utilización de la Inteligencia artificial. Con la mecatrónica, la nanotecnología, la cibernética, aplicadas en el arsenal bélico (complejo militar industrial USA, Israel, Unión Europea, Rusia, China) de transportes, telecomunicaciones, misilística, aviación (drones) y logística, las potencias hegemónicas, ejercen el espionaje y la agresión en todas las formas a personas, organizaciones y Estados en todo el mundo, a amigos y enemigos, ejerciendo el chantaje y la guerra permanente contra los pueblos que no se resignan al saqueo de sus riquezas; esas tecnologías que también evolucionan insertas en los instrumentos y equipos de la medicina moderna y las telecomunicaciones, dinamizan las actividades civiles productivas, recreativas y de servicios; sin embargo, más del 50% del desarrollo o perfeccionamiento de los equipos tecnológicos electrónicos, electromecánicos, programas informáticos, está dirigido a la vigilancia y al control total (incluido el militar) de consumidores y usuarios, para mantener el orden público establecido por la sociedad del “libre mercado”, con ayuda de los medios masivos de “información” ylas telecomunicaciones, convirtiendo las ciudades en panópticos físicos y virtuales, con miles de ojos y oídos que vigilan cada esquina, cada calle, cada oficina, cada universidad, cada supermercado, cada espacio público y privado de la tierra desde el aire, desde la estratosfera, donde quiera que haya una cámara de “seguridad”, un teléfono móvil, un computador o un televisor (Samsumg ha puesto micrófonos y cámaras escondidas en sus televisores, no se sabe cuántas más empresas hagan lo mismo). Dichas tecnologías utilizadas de esta forma son contaminantes, no aportan nada positivo a la seguridad ni al bienestar de los ciudadanos-as, por el contrario, generan paranoia e inseguridad, mientras los grandes criminales están dirigiendo el sistema financiero, planificando y ordenando el despojo y las guerras contra todos los pueblos, espiando a todo el mundo a través de los medios y de las redes sociales virtuales. Los ciudadanos se convierten en guardianes de sus vecinos, amigos y familias con la utilización de cámaras web y telefónicas, violando el derecho a la intimidad, aumentando el morbo en televidentes e internautas, generando patologías psicológicas, y la persecución del Estado capitalista a quienes no se comportan adecuadamente a sus normas.
En el capitalismo el principal objetivo de todo desarrollo científico y tecnológico es mantener e incrementar el consumismo y las tasas de ganancia por todos los medios, por esto la competencia entre marcas y la generación permanente de modelos pasajeros. El desarrollo tecnológico en una sociedad democrática tiene que racionalizar la calidad y la inocuidad ecológica de todos los equipos mecánicos, eléctricos y electrónicos y de las herramientas, buscando la máxima comodidad, durabilidad, seguridad, eficiencia, resistencia y economía de los materiales utilizados en su fabricación, que permita mediante el uso adecuado, agotar sus capacidades, sus funciones y alargar la vida útil de estos productos; reduciendo su utilización intensiva individual (consumismo) innecesaria y el impacto en la salud de los usuarios; suprimiendo equipos y tecnologías innecesarios y dañinos. Este objetivo se logra si los productores directos y los consumidores-usuarios controlan el diseño y la producción de estos equipos y herramientas de la actual tecnología; igualmente si los servicios básicos (energía, acueducto, aseo y telecomunicaciones) la educación y la salud están administrados y controlados por un Estado verdaderamente democrático (o popular en transición) o por las comunidades usuarias locales y regionales autónomas, no utilizados como propiedad privada.
Los conceptos de progreso y bienestar, fundados en la ciencia y la tecnología, en algunos sectores de la sociedad (especialmente la clase media) mantienen la ilusión de un futuro mejor lleno de comodidades y placeres, en la inmovilidad y el aislamiento individual del mundo real; algo así como su espacio de confort, en “su” realidad virtual, aunque los medios le llamen a consumir y competir, pues con las nuevas tecnologías cualquiera puede bailar o copular mientras maneja una máquina a control remoto, o rendir un informe de su actividad laboral mientras conduce o almuerza comida chatarra en cualquier esquina de la ciudad, pues muy pronto los autos serán totalmente automáticos, no necesitarán conductores y hasta los procedimientos médicos (desde el diagnóstico, los tratamientos hasta las cirugías) serán realizados por robots “autónomos”, lo mismo harán los más lujosos y cómodos hoteles, atenderán a sus clientes con estos aparatos, pues la producción industrial estará totalmente robotizada y controlada con IA. En esa línea recta y ascendente hacia la “felicidad” está el consumismo de las nuevas tecnologías, la cibernética y la inteligencia artificial, que podría llegar a anular o suplantar la inteligencia y la conciencia de las personas, con la compleja aplicación de algoritmos que se incluyan en su programación, además de multiplicar el desempleo estructural, empezando por las actividades y profesiones de alto nivel técnico y/o académico;su desarrollo ya no se enfoca a acercar los aparatos a las manos, los ojos y los oídos de los consumidores, sino, de introducirlos en los cuerpos, en los cerebros, con la nanotecnología; mañana pude ser en las células, en el ADN, y los software instalados directamente en las mentes de los individuos.
La IA no solo está en todo tipo de máquinas como los robots industriales, los controladores de tráfico automotor, los drones y las armas de guerra, está en actividad en el sistema financiero, en la industria, en la farmacéutica, en la medicina, en los programas y logística de las ingenierías, además de las TIC; con la integración de redes neuronales artificiales en algún momento de su desarrollo y aplicación podría autoprogramarse, autoreproducirse y autoevolucionar en todo tipo de aparatos, (incluyendo los androides y nanomáquinas inteligentes) aprendiendo del ensayo-error, adquiriendo una forma de conciencia con la misma racionalidad que le impriman sus creadores humanos; podrán solucionar problemas técnicos y matemáticos en forma autónoma o mediante otros mecanismos tecnológicos reemplazar órganos internos del cuerpo humano; igualmente la IA podrá imitar una personalidad con emociones y sentimientos particulares en cada modelo y unidad de máquina o equipo para interactuar con humanos y entre ellos en todo tipo de actividades productivas, de investigación y de servicios, utilizando métodos y modelos cognitivos lógicos y conceptuales, con sus lenguajes de programación de alto nivel (sistema binario) y los algoritmos correspondientes, combinando lenguajes escritos, verbales y no verbales. Los manipuladores de la IA pueden incluso guardar la mente y la conciencia de algunas personas en dispositivos de almacenamientoo transferirlas a otros cerebros o a androides y supercomputadoras para supuestamente hacerlas inmortales Existe una tendencia a asimilar la actividad de la IA con la inteligencia y los comportamientos humanos, no solo en la expresión física, sino también a nivel neurológico y psicológico. Según Nils John Nilsson son cuatro los pilares básicos en los que se apoya la inteligencia artificial:
- Búsqueda del estado requerido en el conjunto de los estados producidos por las acciones posibles.
- Algoritmos genéticos (análogo al proceso de evolución de las cadenas de ADN).
- Redes neuronales artificiales (análogo al funcionamiento físico del cerebro de animales y humanos).
- Razonamiento mediante una lógica formal análogo al pensamiento abstracto humano.[2]
El tema del momento es la posible desaparición de los teléfonos móviles y los ordenadores en la forma física que hasta hoy se han venido transformando, siendo reemplazados por chips que al estar adheridos o insertados en el cuerpo -inclusive haciendo sinapsis con las neuronas naturales, recibiendo y transmitiendo información al cerebro o hacia cualquier órgano- pueden realizar funciones autonomamente (llamar telefónicamente a alguien, informar sobre el estado del tiempo, sobre el funcionamiento del organismo, introducir conocimientos (verdaderos y fasos), enseñarle un nuevo idioma, presentarle la última película en su propia mente o venderle cualquier mercancíay ordenar acciones en las mentes de sus portadores, quienes individualmente podrán ser parte de cualquier juego virtual y “vivir” intensas emociones mientras están sentados, trotan o se bañan, pues con la monopolización y la manipulación de sus datos por los administradores de la informática (software), la Big data y las redes sociales al servicio de los mercados, todos sus deseos, sueños y preocupaciones serán complacidos, controlados o borrados (también sus recuerdos) por la Inteligencia Artificial según el grado de peligrosidad para el sistema mundo. Sin embargo aún no es posible que robots o androides con IA puedan reemplazar socialmente a los humanos ni expresar emociones y sentimientos propios, solo podrán imitarlos, pues estos están relacionados con la naturaleza biológica y sicológica de cada persona, con sus órganos, con sus modos de ver, sentir y vivir la vida, en relación con el entorno natural y social-cultural que les permite intuir, sentir tristeza, miedo o alegría, soñar, crear y odiar o amar, no solo pensar lógicamente o actuar mecánicamente.
La IA es un inmenso avance de las ciencias en el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo; aunque es parte de la actual (cuarta) revolución industrial, no es como la mecanización, que llegó hasta la automatización de la producción industrial, su utilización por el capitalismo va encaminada a anular cualquier injerencia de los seres vivos en su propio desarrollo y evolución, pues tiene la capacidad de “reemplazar” especies y crear otras, de controlar la vida de acuerdo a los intereses de quienes la manipulan (como lo hacen con la ingeniería genética y la biotecnología en la agricultura alimentaria y en la medicina), como en el caso de las abejas y mariposas, que pretenden reemplazar por diminutos drones, pues según sus promotores la IA será como el único dios de los creyentes, estará en todas partes, en cada uno de los elementos de trabajo, de estudio, de recreación, será como la energía eléctrica, que sin ella no funciona ningún aparato, según los presupuestos de los profetas de Silicon Valley, Amazon, de Microsoft, de Google, de Facebook, de la Nasa, del MIT, de Samsung, de IBM.
Es innegable el beneficio que su utilización tiene para mejorar la medicina, para la navegación en cualquier elemento o en el espacio, para identificar fenómenos y cuerpos en el cosmos, como también en la física en todos sus niveles de investigación y aplicación, en la química, la biología molecular, la microelectrónica, la biotecnología y la nanotecnología; pero precisamente, estará en toda la tecnología bélica y en todas las áreas de aplicación mencionadas que son manipuladas y enfocadas hacia la guerra contra la humanidad (en sentido natural y social) y la madre tierra por los capitalistas, quienes buscan estúpidamente, mediante aparatos con IA reemplazar a las y los humanos en todas las actividades productivas, sociales y de servicios, convertirnos a la inmensa mayoría de la humanidad en inútiles e ignorantes y a unos pocos supuestamente en sabios y perfectos en este sistema racista-clasista. Si no se logra el control y orientación de la IA y de toda la ciencia y la tecnología hacia la solución de los grandes problemas humanos y de la madre tierra, provocados por el desarrollo industrial y la sociedad capitalistas, solo significará el fin de la especie humana, junto al resto de las especies vivas, comparable con el deterioro ecológico producido por el uso de combustible fósiles y por el consumo de agroquímicos tóxicos, a lo que puede ser la guerra nuclear que los EUA en su colapso intentan contra el mundo. En el norte es urgente frenar el desarrollo, la producción, la exportación y la utilización indiscriminadas de tecnologías, la mayoría innecesarias, contaminantes y agresivas a la salud y a la autonomía de las personas.
Hemos visto rápidamente la generación, el uso y algunas de las consecuencias ambientales y culturales de la tecnología desarrollada por los países “desarrollados” de Occidente y de Oriente, sin embargo en el sur también se dan avances científicos en áreas como en la medicina, la biología, la microbiología, adaptando y creando tecnologías para estas disciplinas; se incursiona en informática y automatización, contribuyendo al mejoramiento de tecnologías; simultáneamente al monopolio de corporaciones como Google, Microsoft Amazon o Apple; en el sur como en el norte, se desarrollan hardware, sistemas operativos y programas de software libre, algunos países de la periferia están desarrollando tecnología informática tendiente a la construcción de supercomputadoras para almacenamiento,procesamiento y administración de información a nivel local y regional de la Internet, que romperán con el monopolio, la dependencia, el chantaje y el espionaje que USA ejerce sobre todo el mundo. En los países suramericanos nuestros científicos y tecnólogos desarrollan tecnologías en automatización, informática, biotecnología y equipos médicos, incluso en colegíos y universidades se incursiona en robótica por estudiantes inquietos, se diseñan prótesis con automatización y principios de inteligencia artificial; pero lo importante no es generar tecnología, es poder desarrollar con alto grado de inocuidad y aplicar las necesarias en el sitio y momento adecuado. En nuestro país es mínimo el aporte del Estado y la empresa privada en investigación y tecnología; generalmente los avances se realizan en algunas universidades y por personas o pequeños grupos de investigación y diseño con sus propios recursos logísticos y económicos; el área de utilización de “tecnología de punta” en el país es en la militar, la que le venden al Estado colombiano el Complejo Militar Industrial norteamericano.
El futuro que anhelan los amantes del capitalismo es un mundo libre de elementos naturales orgánicos, de contacto físico directo entre humanos y con el resto de seres vivos, incluido el uso del cerebro propio, pues según ellos, este no es tan eficiente, veloz y tan grande su memoria para almacenar toda la información, las aplicaciones y las funciones que exigirá el posneoliberalismo, que los medios y los administradores de la cultura de este modo de producción y reproducción exigen para ser un “ciudadano del mundo”. El sueño de los imperialistas (de oriente y Occidente) es concentrar a la humanidad en megaciudades con más de 30 millones de habitantes, con edificios residenciales de más de 1000 metros de altura, sus metrópolis estarían dentro de burbujas, aisladas de insectos, virus y contaminación ambiental; este sueño lo ven realizado para su clase dentro de 50 años en la luna,Marte y otros planetas que ya han definido colonizar
La tecnología siempre ha aportado comodidad, economía y eficiencia en todas las actividades humanas, desde la piedra pulida, el arco y la flecha, hasta los ordenadores, las telecomunicaciones y vehículos de última generación, generando con los procesos productivos nuevas relaciones entre las personas y las comunidades, y de estas con la naturaleza, utilizando cada vez más recursos naturales y esfuerzos humanos; sin embargo el desarrollo tecnológico en una sociedad injusta y desigual no hace más libres ni felices ni inteligentes a la personas, la tecnología por sí sola no reduce los índices de hambre, ignorancia y violencia, por el contrario,convierte a la humanidad en inútil y esclava de la tecnología, multiplica el poder destructor de los dominadores; cada nueva tecnología además de protegernos o multiplicar nuestra fuerza o nuestra resistencia física, en muchos casos limita nuestras capacidades para desempeñarnos en actividades sencillas de fácil ejecución, nos suprime funciones y sensibilidad, desadaptándonos del entorno natural y social.
Los recursos y bienes que hacen posible el mundo artificial del capitalismo entraron en un proceso acelerado de agotamiento a finales del s. XX, poniendo en peligro de extinción a la vida natural y a la humanidad, por las consecuencias ecológicas y sociales que la producción y el uso masivos de esas tecnologías generan; además, los pueblos sometidos de la periferia ya no soportan un sistema global de injusticia, violencia y despojo, porque ya no solo es posible sino, necesaria una nueva civilización fundada en la solidaridad, la igualdad y la fraternidad entre todas las personas y de respeto a la madre tierra. Esta nueva civilización se construye desde las periferias por comunidades locales y sectores sociales humanistas, solidarios y dignos, articulando sus luchas, respetando a la madre tierra y a los demás seres que la habitan,construyendo el bien vivir
Gonzalo Salazar febrero de 2018
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[1] Tecnología de uso doméstico que en menos de 10 años desapareció dando paso a los DVD, que en la actualidad son totalmente obsoletos siendo reemplazados por las memorias USB, que a su vez dejan de utilizarse con el uso de nuevos programas de almacenamiento de datos que supuestamente están en la “nube” pero que realmente son administrados por supercomputadoras de transnacionales como Google, Microsoft o Facebook en los Estados Unidos.
[2] Tomado el 21de Julio de 2017, de: https://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_artificial


