Archivo diario: 3 abril, 2016

Una marcha con licencia para matar

Por: Ricardo Robledo

El sábado 2 de abril se cumplió la marcha convocada por la derecha colombiana contra el actual gobierno; uno de los puntos de la protesta es el proceso de paz que se adelanta con las fuerzas insurgentes del país; incluyen otras consignas contra la corrupción, la carestía, la desnutrición, que  se tornan inconsecuentes si se  considera la trayectoria de los convocantes, quienes realmente utilizan muy bien el momento económico, político y social para aparecer como conscientes luchadores por la moral, la ética, la justicia, la constitución y contra la miseria; elementos que se usan como una cortina de humo para ocultar su compromiso con las causas que precisamente generaron y así entorpecer el avance de la justicia, que los está llamando a cuentas para que respondan por sus actos delictivos, los mismos que contradictoriamente dicen repudiar en sus discursos.

 No se sabe de la objetividad de la conciencia ni del poder económico de los sectores que los acompañaron, pero es un respaldo que la ultraderecha interpreta como una extensión de la licencia para matar; renovando de esta forma sus votos de compromiso con la muerte. Son innumerables las pruebas y testimonios que tiene la fiscalía contra quienes sembraron el terror en el país -con mayor crudeza en los últimos 30 años- cuando decidieron hacer justicia por sus propias manos, actuando en la ilegalidad desde lo oficial e institucional, desdibujando el carácter moral, ético, social y humano del contrato social cobijado en una constitución republicana que debe estar orientada a proteger a sus ciudadanos por su sola nacionalidad y esencia humana. Situación de anormalidad, inmoralidad e ilegalidad que quieren mantener en la nación, bloqueando cualquier avance civilizatorio basado en la reconciliación y en el respeto por la vida.

 No es casual que coincidan en el tiempo, un paro armado criminal y el frente político en marcha callejera. ¡Nunca más volverán a doblegar al país ni al pueblo colombiano!.

 Es bueno analizar que es lo que provoca la protesta de los sectores retardatarios en el país. De acuerdo con los informes desde la oficina del alto comisionado para la paz, el proceso establece en sus puntos básicos que hay que terminar el conflicto; que las víctimas están en el centro de la discusión; que las conversaciones se desarrollan sobre puntos concretos, pero no solucionan todos los problemas del país; que se han logrado avances históricos; que las conversaciones son del dominio público; que se ha garantizado la participación de los colombianos; que habrá dejación de armas y reincorporación a la vida civil, pero no se limita a eso; que la paz es de todos y con todos; que se abrirán nuevos espacios para la convivencia y la reconciliación. Y sobre todo que no habrá impunidad. Es precisamente este último punto el que moviliza a los llamados a responder ante la ley, la historia, la sociedad y la ciudadanía. Los demás discursos de  carácter reivindicatorio no son más que envolturas políticas que chocan con la historia y la realidad actual del país.

 El proceso de paz no transcurre según como ellos le informan fraudulentamente al país, ni será como ellos quieren. Se espera una respuesta clara de la institucionalidad estatal que respalde los acuerdos y abra a la sociedad a opciones más civilizadas y más humanas; pues, en Colombia no queremos saber de un muerto más, según lo sella el punto 6 de las conversaciones, referido a  “implementación, verificación y refrendación”.

COMUNICADO F.A.P.D Negociaciones entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional

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COMUNICADO

El Frente Amplio por la paz –Antioquia– saluda con entusiasmo el inicio de la fase pública de negociaciones entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional.

Este nuevo proceso amplía considerablemente las fuerzas de la paz y la reconciliación en nuestro país. La mesa de discusiones con las FARC en La Habana, y la que se instalará con el ELN, son ahora los dos pilares más sólidos en que fundamos la gran esperanza de la paz.

El Frente Amplio por la paz aboga para que cuanto antes, el gobierno del presidente Santos y las FARC acuerden los asuntos relativos al fin del conflicto, el cese bilateral del fuego, la dejación de armas y la incorporación de los combatientes a la vida pública. La mesa con el ELN debe tender todos los puentes necesarios con la de La Habana para que ambas se complementen y lleguen a feliz término.

Para la sociedad sin embargo, no puede pasar por alto que la buena noticia de la vinculación del ELN al proceso de paz, ocurre en un momento luctuoso para muchas comunidades que hoy sufren una fuerte arremetida de los grupos paramilitares. En los últimos días han sido asesinados numerosos líderes sociales en diversos lugares del país: Klaus Zapata en Soacha, Cundinamarca; Sharon Mármol, de apenas 14 años e hija del dirigente agrominero Evelio Mármol, al sur de Bolívar; William Castillo, fundador de la Asociación de Hermandades Agroecológicas y Mineras de Guamocó, ocurrida en El Bagre, Antioquia; Alexánder Olme, gobernador del resguardo de Río Blanco; Maricela Tombé, en El Tambo, Cauca; Omar Zambrano, Erney Alvarado y Víctor Andrés Flórez, este último integrante de la Asociación de Trabajadores Campesinos de la Zona de Reserva Campesina del Municipio de Corinto. Lo anterior constituye una amenaza de un nuevo exterminio político en el momento más delicado de las negociaciones.

El compromiso del gobierno de desmontar las estructuras paramilitares sigue estando en el papel. Es ese el elemento de desconfianza que se atraviesa a los acuerdos finales con las FARC y tampoco dejará avanzar la mesa con el ELN. El gobierno debe levantar ese manto de desconfianza para que ambas negociaciones tengan el final exitoso que todo el país espera.

Medellín, marzo 31 de 2016.

En Colombia la derecha ensaya el Copy Cat

Por: Ricardo Robledo

El copycat es un método publicitario por medio del cual un actor político asume las banderas, las consignas, logos y el discurso de sus opositores con el fin de impactar a la población y captar seguidores entre los confundidos.

En Colombia, el autodenominado Centro Democrático, asume la lucha contra el aumento del 7% en el salario mínimo, contra el incremento del IVA al 19%, contra la venta de ISAGEN, contra la corrupción, contra la injusticia, contra la desnutrición, contra el mal estado de la salud.

Pero estos pretendidos nuevos compañeros de lucha, no incluyen en sus consignas ningún rechazo al paramilitarismo ni de condena a las muertes de luchadores populares -en lo que va del año, la fatídica cifra ronda la cuarentena-. Lanzar comentarios de repudio frente a este tema, seria para ellos un ataque a sus propias estructuras. Se evidencia un serio compromiso con el terror que se ejerció sobre las familias campesinas, con el destierro y el despojo, hoy legalizado. Los falsos positivos se ejecutaron entre el 2000 y el 2010, alcanzando su cúspide en el 2007; precisamente cuando gobernaba la extrema derecha.

Una lucha contra la corrupción, carece de contenido sino va acompañada de una trayectoria ética y de un proceder diáfano en las acciones presentes. Durante el gobierno del 2002 al 2010, se esquilmaron los bienes públicos como nunca en la historia del país; simultáneamente en este periodo, las fuerzas armadas oscuras, se apoderaron de los presupuestos, las contrataciones y la nominas municipales, a lo largo y ancho del territorio nacional. Muchos de los funcionarios que hicieron parte de estos gabinetes, hoy están encarcelados o huyen de la justicia – a la que invocan en sus discursos-. Así las cosas, sus palabras no son mas que un engaño a la ciudadanía y a la nación.

Parece que también se olvidan como surgió la ley 100 que convirtió a la salud en un negocio rentable, pero defraudador de los recursos del estado e incapaz para responder a esta básica necesidad de la población. Seria bueno que estos opositores de cuello blanco, se conmovieran ante la miseria omnipresente en la nación y dedicaran sus recursos y esfuerzos para la reconciliación y construcción de un nuevo país, más civilizado, basado en el derecho, en el respeto a la vida y a los acuerdos constitucionales.

 Es un nuevo espectáculo ver marchar a algunos los ricos y sus secuaces, tratando de expiar sus culpas sociales y de lavar su prontuario; es una muestra de que algo está cambiando en el país.

http://www.telesurtv.net/opinion/En-Colombia-la-derecha-ensaya-el-copycat-20160401-0031.html